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Los Parques Nacionales canarios, escaparate natural único en el mundo

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Cada uno por separado tiene su particular belleza. El paisaje volcánico en dos de ellos forma un extraordinario conjunto de tonalidades y formas. El negro y el rojo resaltan sobre los demás colores. En los otros dos el verde es el protagonista.


Pero todos ellos están unidos por un denominador común, son un escaparate natural único en el mundo. Los cuatro Parques Nacionales de Canarias, cuya gestión es responsabilidad del Gobierno de Canarias desde el 1 de enero de este año, dan cobijo a un amplio y variado abanico de ejemplares de fauna y flora. Un total de 8.175 especies están presentes en El Teide, Garajonay, La Caldera de Taburiente y Timanfaya. De ellas, 1.703 son endémicas de las Islas y de la región macaronésica. Son un ejemplo de la gran riqueza natural del Archipiélago. Una tarjeta de visita inmejorable para celebrar mañana, 5 de junio, el Día Mundial del Medio Ambiente.

 

La mitad del territorio del Archipiélago está protegido y los grandes valores ambientales de Canarias, entre los que destacan el gran número de endemismos que alberga, la sitúan en el podio europeo de la biodiversidad. Esta singularidad se ve reflejada en las 146 áreas que conforman la Red Canaria de Espacios Naturales, incluyendo los cuatro Parques Nacionales, que en su conjunto constituyen aproximadamente el 40% de la superficie del Archipiélago. La salvaguarda de estas zonas queda garantizada por un conjunto de normas que varía en función de su categoría y que dictamina el Gobierno de Canarias.

 

Los cuatro Parques Nacionales están regidos por la figura de máxima protección. La gestión de Garajonay, Timanfaya El Teide y La Caldera de Taburiente pasó de manos del Estado a Canarias hace seis meses. Este traspaso se ha realizado de forma “eficiente y con todas las garantías”, subraya el consejero de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del Gobierno de Canarias, Domingo Berriel, quien hace hincapié en que la cercanía de la dirección de estos espacios naturales lleva implícito un mayor conocimiento sobre las necesidades y apuestas de conservación de los Parques Nacionales, que, junto al resto de los 142 espacios naturales repartidos por toda la geografía canaria, representan el principal patrimonio del Archipiélago y un reclamo turístico a salvaguardar.

El consejero autonómico destaca el interés del Ejecutivo autónomo por gestionar de forma coordinada con los cabildos los cuatro Parques Nacionales de Canarias. Para ello trabaja en la elaboración de una propuesta cuyo fruto será la constitución de una Agencia, en la que “las corporaciones insulares podrán participar de forma activa con el objeto de alcanzar la armonización en las tareas de conservación y la unidad de criterios”. De esta manera, aclara el consejero, se logrará una distribución más eficaz de los recursos presupuestarios y un mejor planeamiento de los Parques.     

 

Asimismo, Domingo Berriel señala que “el alto número de personas que acuden al Teide, La Caldera de Taburiente, Garajonay y Timanfaya demuestra que estos espacios son un recurso turístico estratégico y económico para las Islas, aunque siempre anteponiendo la protección de los mismos. Teniendo en cuenta que las visitas están distribuidas durante todo el año, no es  necesario el establecimiento de restricciones más allá de las relacionadas con el respeto ambiental”, apunta el consejero de Medio Ambiente y Ordenación Territorial.

 

La Consejería autonómica ha intensificado los esfuerzos por establecer mecanismos de protección, conservación y recuperación del importante activo natural que alberga el Archipiélago. El consejero autonómico resalta, con motivo de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, la labor que realizan los cuatro Parques Nacionales por garantizar la supervivencia y extensión del número de ejemplares de fauna y flora que habita en estos espacios naturales, así como su esfuerzo para erradicar las especies exóticas que ensombrecen la belleza endémica de estos parajes de extraordinaria belleza.

 

Un total de 8.175 especies habitan en los cuatro espacios naturales, algunas en exclusividad en cada uno de ellos y otras están presentes en más de un Parque Nacional. Teniendo en cuenta este aspecto, 1.719 están localizadas en El Teide, 2.922 en Garajonay, 578 en Timanfaya y 2.956 en La Caldera de Taburiente. Del casi millar de especies identificadas en estos enclaves de gran valor natural, 1.703 son originarias de las Islas y de la Macaronesia.

 

La conservación y recuperación de muchas de estas especies es una tarea que realizan los Parques Nacionales, a través de programas específicos para cada una de ellas, y cuyo fruto es palpable en muchos casos. Sirva de ejemplo de esta gestión activa el rescate por parte del personal de La Caldera de Taburiente de la Genista benehoavensis, conocida popularmente como retamón, que de diez plantas contabilizadas en 1998, en la actualidad se cuenta con más de 7.000, así como de la Bencomia exstipulata, que de 20 unidades localizadas en 1993 se ha pasado a contabilizar cerca de 6.000.

 

En el Parque Nacional de La Palma, que se caracteriza por ser un enorme circo de ocho kilómetros de diámetro con aspecto de caldera, se han desarrollado ecosistemas de pinar canario con una gran variedad de especies vegetales y animales, que incluyen una gran tasa de endemismos de las Islas. Así, entre la flora  de La Caldera de Taburiente se contabilizan 284 especies de hongos, de los que 42 se detectaron por primera vez en Canarias y 103 en La Palma; 272 especies de líquenes y 168 briófitos.

 

En cuanto a las plantas vasculares que habitan en el lugar, tres especies son endémicas de este espacio natural, 37 de La Palma, 85 de Canarias, 24 de la región macaronésica, 283 plantas no son exclusivas de las Islas y 24 de las registradas han sido plantadas en el paraje natural.

 

Respecto a la fauna represente en La Caldera de Taburiente hay más de un millar de invertebrados artrópodos, una especie del grupo de anfibios, 26 aves, ocho mamíferos (tres autóctonos y cinco exóticos) y dos reptiles. Asimismo, este espacio natural cuenta con más de un millar de taxones diferenciados de invertebrados artrópodos, de los que 29 son endémicos del Parque Nacional.

 

En La Caldera de Taburiente se realizan diversos programas de recuperación de especies, que abarcan las que habitan en las cumbres y en la periferia. Además de los correspondientes a la Bencomia exstipulata y la Genista benehoavensis, también destacan los que tienen como objetivo la salvaguarda de la especie Helianthemum cirae, una planta tipo jarilla descubierta en 1994 que, aunque carece de una descripción científica necesaria para su inclusión en el Catálogo de Especies, gracias a las labores desarrolladas se ha aumentado su presencia en el Parque, pues sólo había una unidad de la misma. En 1995 se descubrió en las cumbres del Parque otra especie, de la que había pocos ejemplares, que se asemeja a la plantas del género Odontiles, que habita en Madeira. Este hallazgo supuso la presencia por primera vez en Canarias de este taxón.      

 

Los otros planes de recuperación que se llevan a cabo en La Caldera de Taburiente son para la conservación del hábitat de cumbres del Norte de La Palma, que prevé actuaciones para 15 años; y para la salvaguarda de la Cheirolophus arboreus, de la Crambe microcarpa y de la Convolvulus fruticulosus.

 

El personal de este Parque Nacional también realiza labores para la erradicación de especies exóticas. Este plan contempla el control de los ejemplares de arruís (Ammotragus lervia) y de cabras asilvestradas. En cuanto a los conejos, estos animales se controlan en los recintos vallados donde se ejecutan las repoblaciones en el Parque. Asimismo, se hacen trabajos de control de las plantas Ageratina adenophora, que coloniza las zonas húmedas, y de la Pennisetum setaceum (rabo de gato).

 

En el Parque Nacional de Timanfaya también se desarrollan programas para acabar con las especies invasoras. Este espacio, que representa el volcanismo reciente acaecido en el Archipiélago, constituye, con sus 5.107 hectáreas, el principal núcleo de la Reserva de la Biosfera de Lanzarote. Además, está declarado como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y es una Zona de Especial Conservación (ZEC).

 

La mezcla de sus tonalidades negra y rojiza del lapillis con el color que proporciona la arena y las lavas basálticas convierten a este lugar en un espacio único de gran belleza, que tiene una gran riqueza biológica y alberga un importante número de endemismos vegetales y animales. De hecho, en Timanfaya están presentes 247 plantas, de las que 29 son endémicas; 103 algas (una endémica), 121 invertebrados (uno endémico) y 107 aves.

 

Incluido en el paquete de acciones que lleva a cabo la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial en este espacio está el Plan de Recuperación del Guirre. Asimismo, la administración del Parque Nacional realiza una serie de actuaciones relacionadas con la conservación de las especies que habitan en el mismo, como son el seguimiento del Halcón de Tagorote y otras rapaces, la protección y conservación de la flora amenazada y el control y erradicación de especies de fauna y flora exóticas.

 

En el grupo de estas últimas está el programa para extinguir la Rumexlunaria Lin, conocida popularmente como calcosa.  Esta especie, que fue introducida en Lanzarote como planta forrajera, ha invadido los lapillis del Parque Nacional de Timanfaya, constituyendo su establecimiento y proliferación un ejemplo de agresividad colonizadora. De ahí que no se hayan escatimado esfuerzos para luchar por su erradicación, al igual que con otras especies invasoras como son la Launaea arborescens (aulaga), la Nicotiana glauca y la Pelargonium capitatum.

 

La flora localizada en el Parque Nacional de Garajonay presenta una singularidad extraordinaria por la gran riqueza de taxones endémicos, siendo una de las mayores de la Red Estatal de Parques Nacionales en el caso de la flora vascular, que suman, entre endemismos gomeros, canarios y macaronésicos, un total de 197 especies. De igual manera, sobresale el elevado número de briofitos presentes en un área tan reducida y el reconocimiento científico a la importancia del ecosistema de laurisilva para la conservación de este grupo florístico, considerado como el más importante de los hábitats de la Unión Europea para la conservación de briofitos. Destaca como característica de la flora del Parque el elevado número de especies raras situadas en hábitats muy localizados.      

 

El Parque Nacional de Garajonay cuenta con 1.876 especies, de las que 476 son plantas vasculares, 661 hongos, 234 briofitos y 505 líquenes. De ellas, 50 son endémicas de La Gomera, 122 de Canarias y 76 de la Macaronesia.     

 

De la misma manera que la flora del Garajonay no es excepcionalmente diversa debido a su pertenencia a un ecosistema insular, tampoco la fauna es muy variada, pero su tasa de endemismos no tiene parangón en la Red Estatal de Parques Nacionales. Habitan 1.046 animales, de los que ocho son mamíferos, 38 aves y 1.000 invertebrados. Del total de estos últimos, 153 son endémicos de La Gomera, 327 de Canarias y 67 de la Macaronesia. Respecto a las aves, 12 son exclusivas de Canarias.

 

El Parque Nacional realiza trabajos de recuperación y conservación de 14 especies. Entre ellos destacan los realizados con el Sambucus Nigra Palmensis (sabuco), un arbusto endémico de Canarias sobre el que se ha logrado reforzar las poblaciones naturales existentes en el Parque mediante la creación de varios núcleos nuevos. En su conjunto suman casi 900 ejemplares.

 

Asimismo, se realizan planes de recuperación y conservación del Tajinaste azul de La Gomera (Echium acanthocarpum) y de la Jara de Los Roques (Cistus chinamadensis), ambas especies endémicas de la Isla colombina. La Tabaiba del monte (Euphorbia mellifera) es otra de las especies sobre las que trabaja el personal del Parque Nacional, que  que ha logrado el cultivo de doce nuevas plantaciones de este endemismo vegetal canario-maderiense.

 

El Teide, el mayor y más antiguo de los Parques Nacionales canarios, cuenta con un extraordinario paisaje que lo convierten en uno de los monumentos geológicos más espectaculares del mundo, en el que los conos volcánicos y las coladas de lava forman un singular conjunto de colores y formas. Destaca su gran riqueza biológica por el alto porcentaje de especies vegetales endémicas y fauna invertebrada. Este lugar natural cuenta con 1.719 especies, de las que 631 son plantas y 1.088 animales. De todas ellas, 602 son endémicas de Canarias (58 vegetales y 544 animales). 

Desde el Parque Nacional de Tenerife, que ocupa el quinto puesto nacional en cuanto a su extensión superficial, se realizan planes de conservación de seis especies. Destacan los trabajos que se ejecutan para la recuperación de la Bencomia exstipulata (también presente en La Caldera de Taburiente), lográndose  la existencia actual de aproximadamente 900 ejemplares en su hábitat natural. La Helianthemum juliae  también está sujeta a estudios genéticos y demográficos, que han permitido diseñar estrategias de recuperación cuyos resultados evidencian el incremento de sus efectivos a unos 600 ejemplares. La otra especie sobre las que se ha logrado incrementar su presencia en el Parque Nacional es la Stemmacantha cynaroides, contando en la actualidad con aproximadamente el doble de efectivos naturales.

 

También en este espacio natural se realizan campañas de control y erradicación de especies vegetales introducidas (13) y de animales (6), que representan una amenaza para el ecosistema del Parque Nacional, como el conejo, muflón y gatos asilvestrados.

 

Más de cinco millones de personas tuvieron la oportunidad de disfrutar el pasado año de los cuatro Parques Nacionales de Canarias. Unas se llevaron consigo el recuerdo del color negro de la lava presente en El Teide y Timanfaya y otras el verdor que envuelve La Caldera de Taburiente y Garajonay. Pero todas ellas participaron de la multiplicidad y singularidad ambiental que alberga Canarias, dos calificativos que la hacen valedora de ostentar uno de los puestos del escalafón mundial en biodiversidad. Mañana, 5 de junio, es el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha que este año se ve reforzada por la celebración durante 2010 del Año Internacional de la Diversidad Biológica. La variedad biológica presente en los cuatro Parques Nacionales canarios es una muestra del gran valor natural de las Islas, donde el conocimiento de nuevas especies hace que éste crezca cada día.

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