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“Los ojos del señor Cabra”, novela de Manuel González, entra en la “Historia de la Literatura”

 La obra es abordada por académicos de la teoría literaria geocrítica

Links.

https://books.google.es/books?id=8cwzAAAAQBAJ&pg=PA692&dq=MANUEL+N+GONZALEZ+DIAZ&hl=es&sa=X&ei=gsIzVfvCOoa3OM7cgMAL&ved=0CCcQ6AEwAQ#v=snippet&q=Los%20Ojos%20del&f=fal

 http://recherche.flsh.unilim.fr/ehic/bertrand-westphal/

 La obra de carácter enciclopédico “A Comparative History of Literatures in the Iberian Peninsula”, de la colección “A Comparative History of Literatures in European Lenguages” de la editorial John Benjamins, se ocupa, en su volumen 1, de la novela del escritor canario Manuel N. González Díaz “Los ojos del señor Cabra. Una ruta canario mauritana” (1998). Se trata de una publicación de carácter académico, universitario, escrita por varios autores, catedráticos de literatura, expertos adscritos a la corriente geocriticista, en la que realiza el análisis de obras literarias que abordan espacios geográficos, en este caso, el correspondiente a las Islas Canarias, y en “Los ojos del señor Cabra”, particularmente, el desarrollo literario-textual en el espacio del desierto mauritano.

Dos corrientes literarias en las Islas Canarias

 Los profesores, críticos de literatura, pertenecientes a diversas universidades de Francia, Dinamarca, España, Reino Unido y Estados Unidos y vinculados entre ellos, analizan dos corrientes literarias en las Islas Canarias, una, la “canamericana”, donde las letras presentan una “vocación” americanista, a la sombra del boom de la literatura hispanoamericana de los años 60 y 70 del pasado siglo XX, el “realismo mágico”, y otra, a la que denominan literatura “canafricana”, en la que abordan autores como Agustín Espinosa y su “Lancelot”, Isaac de Vega, autor de “Tassili”, y los escritos de Luis Alemany y Víctor Ramírez, y en esta corriente canafricana incluyen la obra del autor lanzaroteño, Manuel N. González Díaz (Las Palmas, 1964), y cuya novela es la que analizan de manera detallada y pormenorizada, al estar interesados en las producciones culturales de literatura “cartográfica”, atendiendo, especialmente, a la geografía, los grupos humanos y sus identidades de civilización, una vez superado el nivel de lo que consideran “literatura” respecto a forma, estilo y capital lingüístico.

Este análisis literario que atiende al espacio geográfico es lo que en Estados Unidos Robert Tally define, abordando el desarrollo del concepto teórico de la geocrítica, como la “literatura cartográfica”. En Europa el teórico principal de esta corriente es Bertrand Westphal, de la Universidad de Limoges, Francia, que es uno de los académicos que estudia el caso de “Los ojos del señor Cabra”, y que sus seguidores de esta teoría literaria consideran distinguidamente. En España los especialistas de esta corriente son Fernando Cabo Aseguinolaza, Anxo Abuín Gonzalez y César Domínguez, de la Universidad de Santiago de Compostela,editores de esta publicación que sitúa la creación en lengua española, entre otras, en el contexto internacional.

Westphal es el autor del manifiesto geocrítico en el ensayo “Por un acercamiento geocrítico a los textos” (original en francés).

En Estados Unidos ha sido Robert Tally el que tradujo y difundió en el mundo académico las tesis de Westphal con la publicación de “Geocriticismo: Realidad y espacios de ficción” (originales en francés e inglés).

 Africanía

 Los profesores consideran que a pesar de que ya Viera y Clavijo, en su Historia, desde el principio establece que “Estas Islas pertenecen al África”, la identidad africana de su población había sido abordada de una manera mítica en autores pretéritos, Espinosa, Vega y otros, pero Manuel N. González Díaz, en su obra “Los ojos del señor Cabra” aborda la hipótesis con fuerza, de una manera “profunda” e “innovadora”, “proponiendo un retorno a las fuentes africanas para establecer un orden en el baile de identidades de la población”. Se refiere las vinculaciones con las poblaciones Tuareg, con los imazighen (beréberes) del Continente (pág.302 y ss). Los profesores se interesan, entre otros aspectos, por el enfoque que se hace de la identidad de la población sujeta al fenómeno del turismo europeo de masas, y su impacto en la cultura de la sociedad insular, en el caso de Lanzarote, del turismo británico y alemán mayoritario.

El método de análisis geocrítico está íntimamente relacionado con la filosofía contemporánea, con conceptos como “desterritorialización”, y con distintas disciplinas como la geografía, la historia, los estudios urbanos y la arquitectura, usándolos multifocalmnete, de manera interdisciplinar.

Tres son los factores de análisis, el espacio-tiempo de la física moderna, que aplicado a la crítica literaria pasa por abordar el estudio de la vida y el tiempo del autor, la crítica textual, donde se analiza el texto de la obra, y la historia que se cuenta, como narrativa.

El autor canario, que es sociólogo (Salamanca, 1987), fue ponente en el Congreso Internacional de Antropología de Chinguetti, Mauritania, (1996), de la Asociación Internacional de Antropología de París que presidía Attilio Gaudio, donde establece las identidades de las producciones materiales de conocimiento de las poblaciones norteafricanas del ámbito amazigh con las de los nativos de las Islas (Revista Internacional de Antropología de París, 1997), llevando estas tesis a la narrativa literaria en la obra referida. Los críticos consideran en ella, igualmente, el prólogo del Prof. Francisco Javier González, prefacio en la obra “Los ojos del señor Cabra”, donde el catedrático de Física tinerfeño, analiza el estilo de la obra, la forma literaria, el lenguaje usado, las constantes, como el mar, casi omnipresente en la obra de muchos autores de las Islas, y los temas que trata, señalando las relaciones entre los canarios y los “hermanos” beréberes tuareg y el carácter innovador de esta “literatura de viajes” en las Islas.

 Transgresión normativa

 A los críticos de esta corriente de pensamiento les interesa, muy especialmente, la representación que se hace del espacio, de manera transgresora, que sobrepasa los límites normativos, reestableciendo relaciones entre las cosas, los espacios y las gentes, hecho “objetivo” de lo que puede considerarse paradigma “Los ojos del señor Cabra”, donde se sobrepasa el carácter “estatal” de un área, “provincial”, propio de gobiernos y estados, para abordarlo de manera diferente, alternativa, por otros grupos y agentes.

La geocrítica está interesada en los multienfoques de una cuestión y la ocupación de varios temas a un mismo tiempo, lo que provoca la construcción de una nueva realidad. Esta teoría literaria está influida por filósofos como Foucault, Gilles Deleuxe, Mikhail Bakhtin y Henry Lefebre. Algunos teóricos consideran este método una creación propia de la postmodernidad.

En la obra de estos estudiosos, “Historia comparada de la Literatura en la Península Ibérica”, se trata el trasfondo circunstancial de estas creaciones, se analizan los estilos literarios y se llega incluso al plano político, abordando cuestiones como los conflictos en Sáhara Occidental, Argelia y el MPAIAC de Antonio Cubillo, y cómo esto ha influido en la creación literaria y en los escritores de la corriente “africana”, que fueron calificados por otro autor de las Islas, J.J. Armas Marcelo, según estos profesores, escritor al que adscriben al “canamericanismo”, como “narraguanches”.

La obra de González Díaz,”Los ojos del señor Cabra”, que toma el título de la traducción literal del nombre árabe de un pueblo de Mauritania, Ayoun El Atruss, trata de una  crónica  expedicionaria, novelada, que transcurre por ciudades, aldeas y el desierto mauritano a través de 28 capítulos a la manera de “novela-camino” ya experimentada en los Estados Unidos por la generación “beat”, lo que resulta de interés para lectores corrientes, profesores de Filología y especialistas, entre otros aspectos, por ser una prosa escrita de manera precisa en la lengua del español que se habla en las Islas Canarias.

 Análisis multidisciplinar y multifocal

 El hecho del multienfoque preserva del análisis que puede realizar un solo “viajante”/protagonista, para llegar a lo multidisciplinar y multifocal.

Les interesa el mundo como representación, el hecho físico y su representación literaria/textual. Esta ideas han sido desarrolladas por geógrafos como Edward Soja en estudios sobre espacialidad y terceras dimensiones (Thirdspace), que en geocrítica literaria se aplica a “los otros mundos posibles” y que llega hasta los estudios de ficción.

En la novela de González Díaz, como en un continuo, se refieren las identidades de las producciones culturales del Sáhara y el Sahel, los motivos decorativos anicónicos de las poblaciones de esos territorios, que son espejo de las producciones culturales de los nativos de Canarias antes y después de la conquista europea de las Islas.

De carácter autobiográfico, pues narra una expedición que recorre dos mil kilómetros de desierto en Mauritania, bordeando las fronteras de Marruecos, Argelia, Mali y Senegal, los protagonistas contactan con tuareg y nemadi, éstos últimos, beréberes no islamizados que practican la actividad cinegética valiéndose de perros, con quienes comparten sus capturas, tal y como refiere Plinio en su Historia de los canarii, tribu que poblaba el Atlas dos mil años atrás, y que da nombre al actual cabo Boxador como recoge la “Geografía” de Ptolomeo, dando nombre al archipiélago frontero a ese cabo, las Canarias.

Los protagonistas, ya que es una obra coral, Miguel Medina, aventurero canario, la Dra. Eva Missler, escritora y musicóloga alemana, el economista suizo Yves Schumacher, el propio autor y el guía local, Abidine, enfrentan un mes de vicisitudes por parajes insólitos, poblado de distintas etnias, tribus, paisajes y personajes variopintos, captando la atención del lector que descubre, expectante ,que la meta finalmente es el camino, un mar de arena lleno de vida aislada del tiempo,y que en la narración se bifurca en tiempos y espacios.

Dos capítulos contienen información relativa a judaísmo, constante en el universo de este autor, uno, la vida de Fritz Guggenheim, judío alemán nacionalizado israelí, superviviente de la Shoáh, que había contado su experiencia vital al escritor canario durante su tiempo de estadía como voluntario en el Kibbutz Ga´ash, siguiendo el método sociológico del norteamericano Thomas, y del polaco-norteamericano Znaniecki; en otro capítulo se refiere la cosmovisión judía, una larga conversación con el profesor y poeta israelí Shlomo Avayou.

La vida de Fritz Guggenheim, tal y como se recoge en la obra, judío de Hamburgo que salió de Alemania en el último tren que permitió la GESTAPO, ha sido traducida al inglés en New York y al hebreo en Israel, al ser este el único testimonio que hay de ella.

 El libro fue editado por el autor y distribuido por el Centro de la Cultura Popular Canaria, CCPC, de César Rodríguez Placeres, y la obra, presentada en el Ateneo de La Laguna, Tenerife, en 1998.

La mera inclusión del autor canario, el más joven de los estudiados, supone una consideración más que distinguida, y los reconocimientos y apreciaciones positivas al estilo, en palabras del Prof. Dr. Antonio Bernardo Espinosa, de la Universidad de Granada, “es un motivo de felicitación y un hecho gratificante, por cuanto no es frecuente que desde fuera de España se ocupen y  halaguen a nuestros escritores, y lo es aún más por el hecho de que se haga desde el exterior hacia un autor que no está incluido en el establishment cultural oficial”.

 Tres son los artistas e intelectuales de Lanzarote que refiere esta obra editada por Benjamins en inglés, César Manrique, el pintor Ildefonso Aguilar y Manuel González.

Manuel González fue director del Departamento de Cultura del Ayuntamiento de Teguise, diputado del Parlamento de Canarias, y asesor de la Presidencia del Cabildo de Lanzarote durante distintos mandatos, ha residido largas temporadas en Madrid (1982-1987), Tel Aviv (1984 y 1986), Bremen (1996) y Rabat (1999), desde 2011 vive en Wroclaw, Polonia.

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