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La rabia mata a 60.000 personas cada año

La rabia o hidrofobia es una enfermedad aguda infecciosa viral del sistema nervioso central ocasionada por un Rhabdoviridae que causa encefalitis aguda con una letalidad cercana al 100 %. Es la zoonosis viral conocida más antigua. El virus de la rabia pertenece a la familia Rhabdoviridae, género Lyssavirus tipo 1, tiene forma de bala o bastoncillo y mide entre 130 y 240 por entre 65 y 80 nm. Este virus consta de una sola cadena de ARN. Su envoltura está constituida por una capa de lípidos cuya superficie contiene cinco proteínas estructurales: la G (glico proteína) que alterna con proteínas M1 y M2 (proteínas matriz); en la nucleocápside se encuentran las proteínas N (nucleoproteína), NS (nucleocápside) y L (transcriptasa).

La glicoproteína es el mayor componente antigénico, responsable de la formación de anticuerpos neutralizantes que son los que confieren inmunidad. No obstante, es posible que participen otros mecanismos en la protección contra la enfermedad. El virus de la rabia se encuentra difundido en todo el planeta y ataca a mamíferos, tanto domésticos como salvajes, incluyendo también al ser humano. Se encuentra en la saliva y en las secreciones de los animales infectados y se inocula al hombre cuando animales infectados lo atacan y provocan en el hombre alguna lesión por mordedura. Además el virus puede ser transfundido también cuando un individuo que tiene algún corte en la piel (vía de entrada del virus) tiene contacto con las secreciones salivales de un animal infectado.

 

Ahora, sabemos que la rabia cuesta la vida a más de 60.000 personas cada año a pesar de ser una enfermedad prevenible, según aseguran desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) con motivo de la celebración este sábado, 28 de septiembre, del Día Mundial de la Rabia. A juicio de esta organización, y de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO, por sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE, por sus siglas en inglés), esta conmemoración es "una oportunidad" para aprender sobre esta patología. Por ello, estos tres organismos internacionales han emitido una declaración conjunta en la que convergen en que el objetivo es "eliminar la rabia humana", así como establecer un control sobre esta enfermedad entre los animales. Según se expone, para alcanzar esta pretensión, es necesario "mejorar los esfuerzos", y es que, a pesar de que la rabia es prevenible, "mata a miles de personas cada año en el mundo". Además, de los fallecidos, "cuatro de cada diez son niños", lamentan. Ante ello, indican que la participación de la comunidad, la educación y la concienciación pública "son elementos importantes de los programas de control de la rabia", mientras que consideran "fundamental" la vacunación masiva de perros. "Las comunidades tienen que asumir la tenencia responsable de sus perros, prevenir las mordeduras y saber qué hacer cuando son mordidos", continúan. De este modo, recalcan que "la vacunación de al menos el 70 por ciento de los perros interrumpe el ciclo de la transmisión hacia los seres humanos".Debido a ello, sostienen que los países que persiguen la eliminación de la rabia canina "deben facilitar el acceso a vacunas de calidad garantizadas en las campañas de vacunación y la gestión de brotes". Éstas son "seguras, eficaces y accesibles", señalan desde la FAO, la OMS y la OIE.

 

Áurea Gutiérrez

(Divulgadora Cientíica)

Fuentes para este artículo compilado: wikipedia, ep.

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