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"Los luchadores deben ir a tirar, aunque caigan, y olvidarse del resultado"

Emilio Monzón, seleccionador internacional de Lucha Canaria asegura también que "las Federaciones insulares y la Federación regional deberían trabajar conjuntamente por la Lucha Canaria"

 Emilio Monzón, Emilín II, (Las Palmas de Gran Canaria, 1968) es un luchador de casta. Después de 31 años federado y toda la vida vinculado a los terreros, ahora es el seleccionador internacional de Lucha Canaria. Su visión de nuestro deporte es clara y ni él ni su familia han dejado de estar vinculados con un deporte que forma parte de su trayectoria vital. Esta semana se desplazo desde Gran Canaria a Tenerife para recorrer el Museo de la Lucha, guiado por el presidente de la Federación de Lucha Canaria.

 

 ¿Qué representa su padre, Emilio Monzón, para la Lucha?

"Yo procedo de una familia de luchadores, no solamente por parte de mi padre, sino también por parte de mi madre. Nosotros estamos vinculados a la Lucha, tanto yo como mi hermano Javier, porque mi padre fue luchador desde pequeño. Él trabajaba en el Mercado y allí la gente estaba vinculada a dos equipos: El Vencedor y el Adargoma. Mi padre empezó a entrenar en el Adargoma hasta que se hizo luchador...".

 ¿Cuántos años estuvo luchando?

"Muchos. Empezó desde que era un niño y se retiró con 44 años. Toda la vida. Da la casualidad de que mi padre conoció a mi madre por mediación de mi tío, que también luchaba en el Adargoma.

 Mis tíos eran de 'Los Chiquitines', un apodo que tenía la familia por mi tío Juanito, que era bajito, aunque los demás ya son más altos. Así que mis padres se conocieron gracias a la Lucha".

 Así que ustedes nacen con la Lucha en los genes...

"Pues claro. Es que hasta mi madre lucha. Ella agarraba con mis tíos y si hubiera sido en esta época, sería una gran luchadora. Nosotros nos criamos en el terrero. Allí jugábamos, veíamos luchar y siempre estábamos molestando a mi padre para que nos llevara. Recuerdo perfectamente, que mi hermano y yo insistíamos hasta que nos llevaba".

 ¿Con qué edad recuerda luchar las primeras veces?

"Yo nací en 1968 y ya luchaba en los años 73 y 74. De hecho, tengo ficha desde el año 75. Yo iba a entrenar y a estar con los otros chiquillos en el terrero. Fui aprendiendo poco a poco. Ahora es distinto, porque hay categoría cadetes, infantiles...En aquella época no había eso. Solo juveniles y senior".

 Su hermano Javier también continúa bregando por la lucha...

"Mi hermano es el reflejo de lo que significa la Lucha Canaria en casa...".

 ¿Qué representa el Adargoma para la familia Monzón?

"Nosotros somos sangre del Adargoma. Es un sentimiento; es nuestra familia. Siempre ha sido el equipo de mi padre, que sigue yendo todos los días al terrero a los entrenamientos. Es su vida. Y, aunque nosotros defendimos otros colores, es nuestro equipo. Mi hermano Javi ha seguido la estela de mi padre y se desvive por la Lucha y por el Adargoma".

 

La lucha en los colegios

 El Adargoma siempre ha cuidado la cantera y lleva muchos años haciendo una labor muy importante en los colegios...

"Yo creo que el sistema del Adargoma ha dado muy buenos resultados y ojalá lo imitaran todos los equipos. Si fuera así tendríamos la cantera garantizada. El terrero del Adargoma está ubicado en Pedro Hidalgo de Las Palmas de Gran Canaria, en una zona de barrios con muchos problemas socieconómicos. Mi hermano Javier parte de una idea de Javier Ramírez, que es ir directamente a los colegios para captar a los escolares para la Lucha. Se trata también de una labor social, puesto que antes de que estos niños y adolescentes caigan en otras cosas, se les ofrece el deporte de la Lucha como una alternativa. Con estas visitas a los colegios se va creando una cadena que atrae a la gente de los barrios al equipo de lucha. Esto ha funcionado de una forma magnífica y ha creado la base...".

 

Sin embargo, ahora mismo hay problemas para acceder a los colegios...

"Sí, ahora parece que no los dejan entrar en los colegios, pero mi hermano sigue intentándolo. De hecho, él presentó un proyecto al Cabildo de Gran Canaria para extender el sistema del Adargoma a toda la Isla, pero no se lo aceptaron alegando problemas económicos".

 ¿No se dan cuenta las instituciones del valor de la Lucha?

"Yo creo que no. La Lucha, en relación con otros deportes, se menosprecia. Solo hay que mirar la cantidad de dinero que se le da a Las Palmas o al Tenerife...".

 Los vascos promocionan sus deportes tradicionales y los cuidan muchísimos. ¿Por qué nosotros casi miramos para otro lado con los nuestros?

"Nosotros no defendemos nuestros referentes. Gracias a Dios, Paulino Rivero nos hace un poco más de caso, pero con anterioridad no se nos ha tomado en cuenta. Los políticos de turno prefieren mirar para otro lado. Sin embargo, cuando hemos ido a competiciones internacionales con el resto de las luchas del mundo siempre hemos dejado el pabellón bastante alto".

 

¿Como seleccionador internacional de Lucha Canaria, qué se puede aprender de esas luchas?

"Son diferentes, aunque parezcan muy parecidas. Por ejemplo, con respecto a lucha coreana la gran diferencia es la preparación física. Ellos son equipos que van concentrados dos o tres meses para entrenarse. No es como aquí que se entrena y luego cada luchador se va a su casa".

 ¿Se ha mejorada en Canarias en cuanto a la preparación de los luchadores?

"Hoy para estar en la élite de la Lucha hay que entrenar. Ahora el que no entrena no puede ir al terrero y ya está. Antes un luchador que llevaba mucho tiempo sin entrenar se ponía la ropa de brega y podía tirar a cualquiera. Eso ya no es así. Ahora la gente está muy bien preparada. Quizá con tanto gimnasio se ha perdido un poco la plástica de la lucha. Las mañas son menos estilistas, puesto que al ser la gente más fuerte se practican menos mañas".

 Siempre se ha pensado que el peso del luchador es fundamental...

"Lo más importante es saber luchar. Hay gente que tiene mucho peso y que no sabe luchar, que tira a los rivales solo porque es muy fuerte. La Lucha es muy bonita cuando vez que se tira al contrario sin hacer fuerza. Eso es lo que la afición aplaude y lo que quiere".

 Ese exceso de peso acaba con agarradas separadas...

"Claro. Eso aburre. Si vez luchar a hombre de 90 kilos como el Pollo de la Candelaria, Carmelo del Toro o Medianito es más dinámico. Cuando los que luchan tienen mucho peso todo es lento, y están más esperando el resultado. Eso es lo que echa al público de los terreros".

 

La Lucha la mueve el dinero

 Gran Canaria tiene bastante afición a la Lucha y resulta que ahora hay más equipos de Primera en Tenerife. ¿Cuál es la razón?

"La Lucha la mueve el dinero. Si no tienes patrocinador que te aporte suficiente dinero para mantener un equipo, no hay nada que hacer. Muchos luchadores de Gran Canaria se vienen para Tenerife. Si estuvieran bien remunerados en su isla se quedaría allí. Eso era lo que pasaba antes. En general, la situación es difícil para todos. Los deportes están cogidos con pinzas y están teniendo muchas dificultades para conseguir subvenciones y patrocinios".

 ¿Son conscientes las instituciones del volumen de aficionados que va a los Terreros?

"Desde luego que no. Sobre todo porque en la mayoría de los deportes compiten en su Isla cada quince días. Sin embargo, todas las semanas hay lucha y eso es mucha gente".

 ¿Qué representa la Lucha Canaria para usted?

"Yo la vivo con algo más de distancia que mi padre y mi hermano. Quizá es que acabé algo desengañado. Cuando uno se dedica tantos años a la Lucha no es como en otros deportes que recibe todo tipo de reconocimientos. En la lucha no es así. Si alguien se dedica a jugar al fútbol muchos años, tienes un reconocimiento... Yo fui puntal A dos años, puntal C diez y puntal B hasta que me retiré, pero a esa trayectoria no se le da la importancia que tiene".

 ¿Se aprecia más la Lucha fuera de Canarias?

"Pues sí. Cuando llegas allí piensan que te van a derrotar, pero luego ven que nosotros poco a poco podemos con ellos. Para mí, el luchador de Lucha Canaria, acostumbrándose a cualquier otra modalidad, puede hacerlo tan bien como el campeón de esa otra lucha".

 ¿Es el caso de Juan Espino, El Trota?

"Sí, el practica con éxito muchas luchas, pero eso le perjudica a la Lucha Canaria. Si Juan no se dedicara a tantas variedades de lucha, tiraría a más rivales. El problema es que tiene fallos en el terrero porque se le pegan cosas de las otras luchas".

 

Luchadores en Juegos Olímpicos

 ¿Puede un equipo de Lucha Canaria competir en otras luchas en los Juegos Olímpicos?

"Un equipo es muy difícil, pero algunos luchadores sí podrían. De hecho, ya ha pasado. Por ejemplo Santiago Ojeda, Suso Montesdeoca...Lo que tienen que hacer es aprender las prácticas de las otras luchas y llevar a ellas los conceptos de la Lucha Canaria".

 ¿Qué se puede hacer para que la Lucha Canaria sea atractiva y reconocida?

"La lucha es atractiva siempre que sea rápida. La pasividad y la gente que se separa es lo que echa a la afición del deporte. Cuando uno va a un terrero y ve una luchada en la que no hay separadas y se termina en una hora, uno dice qué cosa más bonita. Cuando se lucha por títulos es más difícil porque todos vamos buscando no perder. Lo que cuenta es el resultado. Es el mismo caso que cuando juegan el Barcelona y el Madrid. El Madrid no juega y el Barcelona juega. El partido aburre a los espectadores".

 ¿Hay que cambiar entonces el sistema de luchar?

"No. Hay que cambiar la conciencia del luchador, que es más difícil. Si uno habla con los luchadores siempre te dicen yo fui, yo luché, yo tiré. Eso fue. Hay que pensar en el hoy. Por ejemplo, la última lucha bonita que vi fue la del Adargoma y el Maninidra. Fue una lucha espectacular, que cualquier persona querría ver".

 ¿Qué les diría usted a jóvenes luchadores que despuntan como Miguel Hernández, Alejandro Afonso y Eusebio Ledesma?

"Les diría que lo están haciendo bien; que sigan así, pero yendo a tirar a la gente y que se olviden del resultado. Yo también hacía locuras al principio, hasta que un día un presidente de club me dijo 'muy bien, Emilín, pero no lo hagas más'. Si se lucha solo por el resultado se acaba incluso con las ganas de luchar. Lo bonito de la lucha es disfrutar, así el resultado es óptimo. Cuando luchas sufriendo es mejor que no estés ahí".

 

Busco a los mejores

 ¿Qué busca en los luchadores cuando hace la selección? ¿Cómo los busca?

"Yo convoco a los que creo que son los mejores de ese año y luego durante los entrenamientos voy observando la actitud de cada uno de ellos. Fundamentalmente, me fijo en si puedo contar con esa persona, en lo que me puede dar y hasta dónde puede llegar. Si llegas a un entrenamiento como si no fuera contigo o sabiendo sin saber, esas personas no caminan conmigo".

 ¿Son disciplinados los luchadores?

"Hay de todo. Los hay que entrenan, que engañan al entreno y también los hay que te quieren engañar a ti y lo que hacen es que se engañan ellos. Todas las convocatorias son muy trabajadas por la Federación de Lucha Canaria y no solo por mí. Se convocan entre 15 y 20 luchadores, dependiendo de la lucha en la que vayamos a competir. Suelo convocar tres por peso y luego selecciono al más disciplinado".

 ¿Qué tal se le da a los canarios la lucha celta?

"Pues bastante bien. El problema es que hay que entrenar. Es que alguna de estas lucha dura entre cinco y siete minutos y la preparación de la Lucha Canaria es para dos minutos y medio. Si tienes que luchar siete minutos y no estás preparado, fracasas. Es difícil, muy difícil".

 ¿Qué es más necesario para la lucha que las instituciones tomen conciencia o que los luchadores vayan a tirar?

"Las dos cosas son importantes, pero además tanto las Federaciones insulares como la regional deberían trabajar conjuntamente por la Lucha Canaria y olvidar las tiranteces. Todos deben tirar para el mismo lado, que es el de la Lucha Canaria. Tenemos que estar todos unidos para hablar con instituciones y sacar nuestro deporte para adelante. Primero hay que pensar en la Lucha".

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