PUBLICIDAD

CAMELLEROS AL SOL

Más que una imagen, parece una estampa. Una postal de esas que se nos quedan para siempre. Hace años, pero es una imagen atemporal. Parece más el profundo Oeste americano que el Vallito de Uga. Son camelleros con estilo de cowboys, Sus camellos, que en orgullo no les ganan ni los caballos pura sangre, miran a la foto con desconfianza y pose. Dejando el cuerpo fuera de la foto, pero mostrando la esbeltez clásica de cuello largo. Ellos, los hombres, los dos, en el centro de la imagen. El de la izquierda parece que ha salido de la sesión de tarde del cine El Canario en su etapa más pistolera. Bota alta, marrón,  un pie sobre el muro recién encalado, la misma pierna recogida, con las manos apoyadas en la rodilla, resaltando su perfil de película. El otro, de frente, también con sombrero negro de ala, con la camisa desabotonada hasta lo más hondo de su masculinidad, sentado sobre el muro con las piernas abiertas, que no quiere dejar nada sin mostrar. Son un homenaje a ese trabajador infatigable que convive con el camello entre miles de turistas que usan sus servicios en las Montañas del Fuego. Son camellos y más camellos cargados de turistas en una oferta de ocio que ha mantenido la cabaña camellar en Lanzarote más allá de las arduas tareas del campo. Son estampas de Lanzarote, reales, de camelleros al sol, de muchachos unidos a sus animales, en un estado de simbiosis, que les garantiza la comida a ambos. Son los "camelloboys" de esta fauna turística que nos pide servicios y les dan un respiro a nuestras  necesidades.

  

Comments are now closed for this entry