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¿Quién gana? (III)

En el anterior capítulo, acabé destacando lo importante que es tener un buen candidato en Arrecife para amarrar mejores resultados en el Cabildo y el Parlamento. Y también para posibles componendas. Sabemos que en el Ayuntamiento de Arrecife y en el Cabildo no van a haber mayorías absolutas.

Eso está demasiado claro como para apuntármelo como un descubrimiento de última hora.

 Hay tres elementos básicos que se pueden conseguir en Arrecife: concejales, consejeros y una posición determinante para negociar gobiernos. Hay que tener algo que intercambiar, que poner sobre la mesa, y hacerlo de forma decidida. Por ejemplo, el PSOE siempre ha puesto más interés por presidir el Cabildo que por tener alcalde en Arrecife. Además, sus candidatos, los que mandan en el partido, siempre están en aquella lista insular.

 

En esta ocasión, en Coalición Canaria pasa lo mismo. Los que mandan están en el Cabildo. El PIL, que siempre ha jugado a lo contrario, en dejar el Cabildo en manos del socio, del PSOE, y quedarse en el Ayuntamiento, porque su líder estaba en prisión, ahora, con Fabián, tiene a su principal baluarte en la corporación insular. Además, es el único hombre del PIL que apunta maneras, aunque su talón de Aquiles está en los juzgados. No sólo por cuestiones familiares sino también por los del propio partido. Esa debilidad puede hacer que tenga que ceder sus expectativas para reconciliarse con el poder.

 

El PP, en su caso, siempre ha sido un mero añadido, con representación insuficiente para cerrar acuerdos entre dos partidos. Pero esta vez, cuando el primo Zumosol socialista unió a casi todos los partidos en su contra, pescó a río revuelto y sacó la Alcaldía para Cándido Reguera. Y, a partir de aquí, la cosa puede cambiar. El PNL de Pedro de Armas corre el riesgo de ser absorbido por esa subida esperada del PP y Alternativa Ciudadana no sabe/no contesta porque se desconoce las posibilidades reales que tienen y también si abandonarían su determinada posición de oposición o se atreven a jugar en este tablero donde la partida tiene como premio Arrecife y el Cabildo, con reintegro en el Parlamento.

 

El PSOE, que parte realmente mal, tiene el hándicap de encontrarse con las elecciones en el peor momento del partido en las encuestas nacionales y eso siempre influye. Los socialistas en la isla se han tirado demasiadas piedras en su propio tejado en sus dos años de gobierno y, además, no tienen candidatos de solvencia que quieran encabezar alguna de las dos listas mencionadas. Asimismo, tienen un secretario general que lejos de poder encabezar una lista, estudian la manera de meterlo en una sin que se note demasiado. Objetivo difícil, imposible. Es más fácil impedir que un pupuso (abubilla para los nuevos residentes) se cague en la puerta del nido que mantener calladito a Espino toda una campaña electoral. Y si el pupuso se caga, malo; si Carlos habla, peor.

En Arrecife necesitan a alguien que tire, que sume a la base sólida de votos que tiene en en la capital  pero bastante rígida a la hora de subir. Un Manuel Fajardo, por ejemplo, descartado el secretario general para estos menesteres, sería un candidato tentador. Pero Manuel quiere seguir viviendo tranquilo, que él ya no está para sustos. Si quieren, hará el esfuerzo de ir al Parlamento. Por el bien de partido, claro. Y ya para de contar. No hay más. Aunque están los que apuestan por hacer una lista joven con los Víctor, Montelongo y compañía. Y también los que quieren que encabece Manuela, que después de todo llegó al PSOE con la intención de ir al Ayuntamiento y, por una cosa u otra, ha estado en el Cabildo y en el Parlamento y no se ha rozado por el Ayuntamiento. El Partido socialista lo tiene difícil pero no es el único. Pero de eso ya les hablaré otro día. Buenas noches y buena suerte.

 

         

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