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En busca del Icono perdido

Resulta ser que nuestro ínclito primer edil, el cándido don Cándido, el mismísimo que se puso a los mandos de una gigantesca máquina excavadora, para hacerse la fotografía e  inmortalizar así el histórico momento de iniciar el derribo de las instalaciones  industriales de La Rocar; ha decidido sin encomendarse a Dios y al Diablo, dar graciosamente el indulto a una de las naves que por lo visto; por inspiración divina es el icono buscado, el paradigma de la arquitectura industrial de todo el archipiélago canario y si me apuran un poco de toda la Macaronesia conocida.

 

 Tomando al pie de la letra la opinión de algún asesor bien provisto de grandes dosis de necedad manifiesta, le indicó a don Cándido que el total derribo de aquella vergüenza, sería  el más deleznable atentado acaecido en Canarias, desde el derribo del Cine Díaz Pérez. Otra hipótesis que se me antoja, sería que algún que otro foráneo e iluminado artistilla, (de siempre hemos sido propensos a poner en un altar a lo foráneo y despreciar al nativo) le pudo indicar que aquellos restos estéticamente inaceptables, podrían integrarse en el futuro complejo que se hiciera en aquel maltratado litoral. El plegamiento a esta genial decisión, es sin duda obra de una nueva versión de La Conjura de los Necios, conjura que parece haber tomado carta de naturaleza en esta sufrida isla, y que como penúltima hazaña nos quieren dejar esta vergüenza de ruinas como monumento imperecedero a la propia estupidez y a la memez más supina que en el mundo ha sido.

Esta tropa de indocumentados e inútiles salvaruinas que tanto perjuicio han hecho a los habitantes de este indolente y resignado pueblo, seguirá campando a sus anchas con el acojono de nuestros politiquillos. Seguirán  pisoteando los derechos de los ciudadanos, ¿O no es pisar estos derechos  el declarar bien de interés cultural las ruinas de todo un barrio? Pero; ¿Qué broma es esta? Digo yo emulando a un famoso articulista y tertuliano de la radio, ¿Se le puede seguir tomando el pelo a la población con esta impunidad manifiesta? Pues parece ser que sí. Ajos y agua compatriotas. Como pregunta final: ¿Le descontarían al Ayuntamiento del costo total del derribo, lo no derribado? ¿O lo donará la empresa derribadora a las víctimas de la asbestosis por el amianto cemento?  

 

 

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