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La reconquista de Pepe Torres y su PMH

Recorrido electoral  (38)

 Desplazarse de Arrecife a Punta Mujeres,  para acudir a la presentación de una candidatura al Ayuntamiento de Haría,  la de la Plataforma Municipal de Haría (PMH), sin ser parte política interesada, puede parecer una locura producida por la fiebre del sábado noche.  Pero si te gusta el Madrid y, además, te encanta el paisaje de Lanzarote, es sólo un instante de disfrute.  Consiste, simplemente, en dejarte llevar por la fuerza arrolladora, y goleadora, de Ronaldo y dejar que tus ojos, sin  perder de vista la carretera, capte la hermosura de una tierra que se resiste al hombre a pesar de todas las cosas, de todas las agresiones ,  detrás de casas, gasolineras y olvidos, nos va sorprendiendo con sus colores, con  sus montañas, sus tuneras  y, finalmente, con sus playas. y cuando te das cuenta, ya tienes a Pepe Torres y su bigote delante de ti, en pleno Centro Sociocultural de Punta Mujeres. Si no fuera porque no estaba María Teresa Campos, pensaba que el que estaba allí era Bigote Arrocet.

Por dos veces se le quedó pequeño el salón al indomable Pepe Torres, candidato a la alcaldía de Haría por quinta vez, segunda con las siglas de PMH, después de presentarse la segunda, tercera y cuarta por CC. En la primera ocasión, finalizado el partido, acudió a un salón preparado con prudencia por parte de Pepe Torres.  Apenas puso 11 filias de sillas de 11 sillas cada, parece que quiso alinear los asientos con el mismo esmero y número que Carlo Ancelotti crea sus equipos. El objetivo era llenar, que es lo que resaltan los de la prensa pero la partida le salió el doble de bien. No sólo llenó sino que delante de un par de cientos de personas, él personalmente amplió el local, recogiendo la mampara de separación con el local contiguo, desplazó hacia el fondo la pancarta-idea fuerza "Garantía en la defensa de lo nuestro", puso tres hileras más de sillas y aún así tres de las cuatro paredes sostenían a algunos de los invitados sin silla. Y eran gente de allí, del municipio, mayoritariamente, aunque no faltó esa veintena de activos militantes y acompañantes del Frente Amplio, como llaman ellos al experimento de Nueva Canarias, en el acto.

Había que estar allí. Pepe Torres es todo un personaje de estas elecciones y posiblemente el político con más experiencia y garra de los que siguen en liza. Es el único lanzaroteño que ha presidido un partido nacional, o canario, si se quiere, y es capaz, además, al más puro estilo de Paulino y el Sauzal de convertir el municipio menos poblado de Lanzarote en protagonista político.  Es verdad que lleva mucho años, que ha tenido un recorrido cuestionable, desde sus orígenes en el PSOE de los ochenta, su creación de la PMH a finales de los noventa, su entrada en Coalición Canaria a principios del 2000 y vuelta, ahora, a PMH, sin olvidarse nunca del PSOE, su principal aliado en estos años de turbulencia, ruidos mediáticos y cueva de los pleitos.

Además, sabe hablar. Y eso, aunque parezca una obviedad, en la política lanzaroteña es todo un potosí. Pepe es garantía, si se controla, que estuvo hablando cuarenta minutos, y ya se sabe que hasta lo bueno en exceso repite, de entretenimiento, con su mezcla de ironía, rotundidad y creatividad no  siempre llena de verdad pero sí de credibilidad. Se quedó con su parroquia, es verdad que es la suya, pero les trasmitió un mensaje creíble, usando elementos comprensibles y riesgos posibles. Les habló de la Cueva de los Verdes, faltaría más, pero también de los riesgos de que el municipio desaparezca en esa política de austeridad que reina en España por sus pequeñas  dimensiones poblacionales y sus dificultades de financiación.  Deslizó en medio del discurso la deslealtad de aquellos que siendo de Haría y estando en el Pleno del Cabildo votan en contra de los intereses del municipio. No mencionó a su hasta poco compañero en CC, Marciano Acuña, ahora, candidato opositor en las filas de los nacionalistas, ni tampoco al escudero de Pedro San Ginés, al que volvió a recordar que estaba nominado para abandonar la Casa del Gran Hermano en la que ha convertido el Cabildo, Luis Arráez.  Ni falta que le hizo por las risitas que les vi en la cara a dos viejitos que estaban cerca de mí. Hasta "Maía" (¡Jesús, María!),  el hermano enriquecido de los Pérez, sonreía desde la puerta, sin entrar, que ya se sabe que Mario sigue en CC. Tampoco faltó la alusión a esos medios de comunicación que se inventan una realidad distinta para atacar a Haría y defender a Pedro. Fue un discurso bien construido, no leído pero tampoco nada improvisado. Se permitió, eso sí,  el lujo de leer dos veces su última frase en la que venía decir que se corría el riesgo de añorar lo que no defendió cuando se pudo. Una versión edulcorada de aquel "llora como un niño lo que nos has sabido defender como un hombre", que marcó el desalojo musulmán de la Granada reconquistada.

Pepe Torres comienza la campaña fuerte. Desde un partido pequeño, su PMH, con el apoyo logístico y algún euro de Nueva Canarias Frente Amplio, pero con el bagaje y la fuerza que le da su propia experiencia. Si por un casual, que no hay que descartar, Pepe Torres conquista seis de los once concejales en juego en Haría, o los reúne con sus artimañas de negociador entre el 24 de mayo y el día de la toma de posesión,  y retiene en bastón de mando y, además, entra, como número dos de NC, en el Cabildo, no habrá quien lo aguante. Especialmente, los nacionalistas no sabrán donde meterse. Al margen de otros resultados, si eso es así, las alas que toma Pepe Torres le convertirán en el Pelayo lanzaroteño que comienza su reconquista desde el pequeño y montañoso municipio de Haría y más de uno irá  a postrarse ante la bella representación de la virgen de la Encarnación que hay en Haría, emulando a los astures ante la Santina, su adorada Covadonga. ¡Qué gran nombre Covadonga! Qué gran nombre Encarnación!

 A tres semanas vista, justitas, 21 días quedan, eso es lo que lo hay. Hasta más ver.

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