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Un nuevo escenario político (I)

Sorteo Nacional de Escaños (IX)

Estas elecciones generales, las que huelen a champán y polvorones, que son un adelanto del Sorteo Nacional de Loterías para políticos, con premios que van desde un sueldazo durante cuatro años con privilegios de personalidad política incluidos a  la posibilidad de pillar gobierno y todo lo que eso conlleva, se han definido de muchas maneras y hablan de cambios inminentes. El primero, para mí, ya se ha producido. hay un cambio de escenario político claro. Circunscribiendo la cosa a una nuestra isla, es indudable que estas elecciones son muy distintas a las celebradas hasta ahora. En las elecciones al Senado, por ejemplo, nada tiene que ver este panorama( político, no entro en el social que es más obvio) con el que se encontró  Rafael Stinga en 1977  y 1979, donde gana por diferencia considerable.

En aquellas ocasión había uno partido estatal, la UCD, que tenía una posición hegemónica frente al resto. Lo mismo pasó en 1982 y 1986, con el PSOE, cuestiones que beneficiaron a la elección primero de José Ramírez Cerdá y después de Juan Ramírez Montero. Tampoco tiene que ver la situación actual nada  con la realidad política de las isla entre 1989 y 2000, donde había un líder político, Dimas Martín, que directamente él, o a través de sus mariachis, ganaba el Senado elección tras elección. Y, tampoco necesita mucha explicación que se acabó con el reparto bipartidista del representante en  la Cámara Alta entre el PSOE y el PP, dependiendo de sus olas y reflujos, durante este siglo XXI. Ahora hay otra cosa.

A estas elecciones al Senado, por Lanzarote, se presentan diez candidaturas. Están los tres partidos que gobiernan la mayoría de las corporaciones en Lanzarote, PSOE, PP y CC; los dos partidos emergentes, Podemos y Ciudadanos; la candidatura de Unidad Popular, con Izquierda Unida como referente y las cuatro  restantes ( Partido Comunista del Pueblo Canario (PCPC), Partido Animalista contra el maltrato Animal (PACMA), Recortes Cero- Grupo verde y Unión Progreso y Democracia (UPyD), que hacen de convidados de piedra para tener a quién votar  ellos mismos y unos muy pocos más.

Lo de menos es cuántas formaciones concurran a las elecciones. Lo importante es si cuentan con expectativas de votos. Por ejemplo, en el 2008 se presentaron 18 candidaturas, y solamente tres sacaron más de 1500 votos, las mismas tres que superaron los diez mil votos y concentraron el 87% de los emitidos. El PP, el PSOE  y CC volvieron a ser en el 2011 las únicas tres fuerzas políticas que superaron los 1500 votos, volvieron a superar las tres los diez mil votos y se volvieron a quedar con el 86% de los sufragios emitidos, a pesar de que hubo seis puntos más de abstención.

Esa situación de concentración y reparto de la inmensa mayoría del electorado en tres fuerza en Lanzarote es la que se cuestiona en el panorama actual con la participación de Podemos y Ciudadanos, que nadie duda que entrarán a formar parte, como mínimo de las candidaturas que sacarán más de 1.500 votos, con lo que ya tendría su impacto en las otras dominantes. Además, hay un antecedente inquietante. En las elecciones de 2004 al Senado, Alternativa Ciudadana que había nacido un año antes como partido alternativo y en contra de las formas y manera de hacer política, con una candidata joven,  Emilia Morales, que llevaba sólo un año de concejala en la Oposición en Tías, se empaquetó el 13,5%  de los 40.041 votos emitidos, alcanzando la nada despreciable cantidad de 5.358 sufragios.

Y ahí lo dejo por hoy.   

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