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Unos trabajan, otros sólo firman

altTras ocho años de retrasos, el Gobierno de Canarias por fin ha dado vía libre al proyecto de ampliación del Club La Santa, lo que supondrá la creación de numerosos puestos de trabajo para Lanzarote y una mejora sustancial de la oferta alojativa de la isla.

En su momento, el proyecto no se ajustaba a la Ley de Directrices de 2003, que sólo permitía la construcción de nuevas plazas hoteleras relacionadas con el turismo deportivo o de salud.

 Sin embargo, todos los partidos políticos con representación en el Parlamento de Canarias, tanto PSOE como CC y PP, veían adecuado el proyecto. Por ello,  bajo mi responsabilidad como consejera de Turismo regional intenté no hacer de cada cuestión un problema, sino que intenté facilitar los trámites para el visto bueno a la mencionada ampliación.

 Existían medios para resolver este asunto y los aplicamos, gracias al excelente trabajo de los técnicos de la Consejería de Turismo y del secretario general técnico, aunque hayan sido otros los que con su firma se han llevado el mérito de nuestro esfuerzo. Lamentablemente, la política es demasiado a menudo el arte de traicionar los intereses reales y legítimos.

 Por ello, desde mi convicción de que Lanzarote necesitaba un proyecto como el de La Santa, lideré una modificación de la Ley de Turismo, que fue recurrida por el PSOE, el desarrollo de un  reglamento al respecto en la Ley de Medidas Urgente y la redacción del Decreto 142/2010 del Reglamento de Actividad Turística.

 En ocasiones resulta difícil hacer compatible lo que es correcto con el interés general, como en el caso de la construcción de un complejo turístico que ha sido un constante generador de empleo para la zona y que seguirá siéndolo en el futuro.

 Tras conocerse esta magnífica noticia para el desarrollo de la isla de Lanzarote, parece que lo único que importa es quién es el ganador, ya que a todos los demás se les considera perdedores.

 Sobre papel todo nuestro trabajo sólo ocupa una frase, pero la realidad es que la dispensa al Club La Santa supuso una ardua labor de casi dos años. Ahora les toca el turno al Cabildo de Lanzarote y al Ayuntamiento de Tinajo.

 Cuando alguien persigue unos objetivos es consciente de que asume riesgos. Es por ello que puedo decir con la cabeza bien alta que todos mis esfuerzos y los de mi equipo al frente de la Consejería de Turismo regional valieron la pena. Sin embargo, lamento profundamente que otros traten de sacar rédito político del fruto de nuestro trabajo.

 Me gustaría felicitar a los propietarios del Club La Santa, a los que les queda por delante una ilusionante y ambiciosa labor de mantener los estándares de calidad por los que es conocida la oferta alojativa de la Isla de los Volcanes.

 

(*) Rita Martín, ex consejera de Turismo del Gobierno de Canarias

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