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Ganemos con Leti

El pleno del Ayuntamiento de Arrecife es la imagen perfecta de una metáfora  de sociedad con plena integración femenina.  Hay muchas mujeres, de todas las ideologías y diferentes proyectos de vida. Las hay solteras, casadas, jóvenes y menos jóvenes,  preparadas y sin formación, guapas y menos guapas, altas y más bajas.

Las hay que son de Arrecife, otras que viven en la capital, alguna que se viene a vivir a Arrecife por exigencias del guión y las que sin ser ni vivir en Arrecife disfrutan como nadie siendo concejalas. En fin, que es una representación, en ese sentido, bastante ajustada a la complejidad de la sociedad de Arrecife.  Eso sí, el más del cincuenta por ciento del electorado que no participa, que se abstiene elección tras elección, queda exento de estas comparaciones, al igual que aquellos que por razón de edad, menores, y de procedencia, los que no tienen derecho a votar, tampoco pueden penetrar la rendija popular en los alumbrantes/ deslumbrantes comicios locales.

No me refiero sólo a que  12 de los 25 concejales sean mujeres. El protagonismo de la mujer en la sesión plenaria no es presencial, nominal, de acompañamiento, o de complicidades innombrables o innobles, como lo han llegado a ser en ocasiones que ahora no quiero recordar. En este caso, en las sesiones plenarias actuales, la voz femenina, sin llegar a monopolizar el discurso, que creo que no sea tampoco el objetivo en una sociedad igualitaria (aunque penosamente sí hemos tenido circunstancias, y muy numerosas, donde ha estado monopolizado por hombres, y encima hombres lerdos y zafios), domina el discurso político. Por un lado, el acento peninsular aprendido en los alrededores de Madrid de la alcaldesa Eva de Anta, que tanto me hace recordar el de María José Docal en sus momentos de consejera del Cabildo.  A la socialista, que lidera el grupo con más mujeres y diversas, cuatro de seis, que mueve el pleno con cierta soltura y estilo, le remueve su alma y sus cimientos el torrente parlanchín de Astrid Pérez que locuta los intereses del PP en los momentos estelares, dejando la rutina y el trabajo más machacón para Dácil Garcías (con s, pero no de segunda), que también es mujer y abogada.

Coalición Canaria, ya se sabe, es cosa de hombres. Así  el peso del grupo lo llevan SamuelJacobo y Rafael, aunque este pierde fuelle ante el cuerpo que están tomando los otros dos. Tanto María Ascensión Toledo como Carmen Delia Delgado están pero no consiguen el desarrollo todavía de los otros partidos, aunque se puede entender por la salida del Ayuntamiento de María Teresa Lorenzo, que era la número dos de la lista, pero cambió el lastre por el brillo. Y Mariate ahora es toda una mujer consejera en el Gobierno de Canarias, no vayan a creerse del todo aquello de CC es sólo para hombres.

Las mujeres del  PIL, María Isabel Mesa, y de Somos Lanzarote, Coralia Lobato, descansan en paz de esos tejemanejes y bastante hacen con estar una en el grupo de gobierno y la otra en la oposición. Mujeres, como hombres, hacen falta para todo. Ni todos príncipes (princesas), ni todos mendigos (mendigas). Aunque en la sesión plenaria con más liberados de la historia hablar de mendigos/as, aunque sólo sea en imágenes retóricas,  suena a poco serio.

Más atrevida, sin duda, se muestra la ciudadana Delia Hernández que no ahorra en versos ni ripios cuando hay que lavarle la cara al grupo de gobierno.  Es más contundente que retórica, con una oratoria que encuentra más el símil en el sonido de un cachetón que en la desparramada exposición de un mitinero al uso. Seguro que es lo que busca, para distanciarse de esos políticos que tanto le disgustan.

Dejo para el final, intencionadamente, a la francesa de nacimiento, a la compañera de partido de Daniel Cabecera, a  la mujer de Ganemos Lanzarote (Podemos) en el Ayuntamiento que vino de Marsella. Se llama Laetitia Christelle Padilla, pero, aunque me gusta llamar las cosas por su nombre, en este caso, prefiero quedarme con el Leti con el que ella se presenta.  No es una desconocida, aunque tiene cargo público, y electo, por primera vez. Leti estuvo ya en asociaciones  de consumidores y fue "miembra" de la Ejecutiva del PSOE cuando Carlos Espino era el secretario general . Leti fue la primera en darse cuenta de los modos y maneras del asesor de cabecera actual de Loli Corujo y Eva de Anta y se mandó a mudar con la misma libertad con la que entró.

A pesar de ser madre de familia numerosa, o quizás por eso, a pesar de rondar ya los cuarenta, o quizás por eso, a pesar de no ser de Lanzarote, o quizás por eso, demuestra más pragmatismo y entusiasmo en resolver las cosas que muchos de sus compañeros de partido, que se pierden en divagaciones teóricas mientras el pueblo demanda soluciones ya.  Es capaz, junto a su compañero de pupitre y partido, de ganar protagonismo desde su concepción de izquierdas pero también desde sus propuestas. Critica y critica y critica. Pero da argumentos y alternativas. O sea, tiene las fuerza de las que buscan la utópica pero el sentido común de quien sabe que los niños tienen que comer todos los días, que lo niños son maravillosos pero que lo que viene en el pañal cada tres o cuatro horas no son exquisiteces de pastelería francesa. Y lo sabe por francesa, por madre  y por realista entusiasmada en el cambio.

Que una francesa se exprese mucho mejor que concejales que tienen la nacionalidad española desde su nacimiento ya es de reconocer. Que alguien que está liberada al 50% se exponga a la crítica fácil para denunciar el paripé del grupo de gobierno que permite la liberación de Jacobo Medina al 50% sin bajarle la de Dácil al 50% del 80% actual, tiene mérito. Que peleé los temas en la dinámicas de los mismos sin caer en los tópicos generales y en los ataques sanguinolentos de otros, hay que aplaudirlo. Y, especialmente, hay que quitarse el  sombrero (que yo sí uso) ante su sensibilidad con los temas.

Si se trata de maltrato animal, allí está Leti. Si se trata de un desahucio, allí está Leti. Si se trata de criticar la corrupción, allí está Leti . Si aparece un francés por el ayuntamiento,  porque daba la vuelta al mundo en bici y llega a Lanzarote sin nada, porque le han robado hasta su medio de transporte, allí está Leti para, de su dinero, contribuir a pagar su estancia y acompañarle a buscar el sustento en las asociaciones de Lanzarote que se dedican a estas cosas.

¿ Que le gusta el protagonismo, me dices? ¿Y a qué político no le gusta, te pregunto yo? ¿ Que le gusta más un megáfono que comer? Pues ya estoy tan cansado de los políticos a los que sólo les gusta comer ellos ( y beber) a cuenta de todos que hasta me parece mejor que prefiera un megáfono a las comilonas que se gastan otros.

¡Chacho, que es de Ganemos/Podemos! ¡A mí, como si es francesa!

En fin, mujeres.

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