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Marcos versus Dolores

Con las cosas al aire (VII)

Apenas quedan 9 días, con sus respectivas noches, para que los socialistas de Lanzarote se dirijan al pesebre, perdón, a las urnas para elegir entre Marcos Francisco Hernández Guillén, pedagogo, cuarentón, de Tinajo, y  María Dolores Corujo Berriel, psicóloga, cuarentona también, pero unos años más joven que su rival, de San Bartolomé, a su próximo/a secretario/a general. Vamos, que entre Marcos, 12 años concejal en Tinajo y poco más de un año de alcalde de este municipio,  8 años de senador y 5 de parlamentario regional, y Loli, concejala de San Bartolomé durante 11 años, alcaldesa de San Bartolomé por 6 y parlamentaria regional con Portavocía del  Grupo Socialista en plaza se juegan liderar el partido.Marcos Hernández, en el momento de presentar sus avales ante el miembro del Comité organizador del Congreso, Tomás Silvera, en compañía del representante de su candidatura, Zebensuí Rodríguez.

Al principio, cuando el Comité Insular del PSOE abrió el periodo electoral y colocó con suma facilidad al incombustible  Andrés Stinga, al "Sí, wuana, José Juan" Tomás Silvera y al flechazo Inodelvia Torres, todos ellos tres incondicionales de la Lola de San Bartolomé y sus lugartenientes, en el Comité Organizador del Congreso parecía que estábamos ante un paseo militar, que el proceso electoral no iba a reflejar ni la importante controversia insular que se venía gestando ni iba a dar respuesta clara y pública a ese mismo enconamiento interno. Pero no, no hay paseo militar. Y ya Loli, además de sus sonrisas y abrazos, ha tenido que sacar artillería pesada en sus novedosas visitas a las distintas Casas del Pueblo de los afiliados que son las agrupaciones locales.

Primero fue la recogida de avales. Una batalla más cruenta de lo que pudiera parecer. Afiliados que denuncian presiones para que les firmen la relación de nombres y DNI o la lista de la compra, por aquello de las repetidas advertencias de "tú sabrás lo que haces", "si juegas con ellos está claro que no eres nuestro" , "Coño, compadre, no me digas que no, con todo lo que he hecho por ti". Una recogida de avales que se desvirtúa porque los candidatos no sólo buscan el apoyo necesario del exigido número de afiliados sino que quieren también dar una señal de franca ventaja frente a su rival y ante los electores. Ejercer otra presión más sobre las mentes presas de los afiliados. Todo ello se acabaría con una simple actuación por parte de los comités organizadores. Simplemente diciendo qué precandidatos pasaron el corte y son ya aspirantes a secretario general y se prohibiera hacer público el número de apoyos de cada uno. Su trascendencia oficial es ninguna, mientras se supere el corte.

Lejos de hacer eso, lo que sí hizo este comité organizador, con "Sí, wuana, Pepe Juan" a la cabeza, fue impedir que los representantes de la candidatura de Marcos Guillén, Zebensuí Rodríguez y Begoña Hernández, estuvieran presentes en el recuento y comprobación de los avales de las dos candidaturas. Es verdad que tampoco estuvieron los dos representantes de la de Dolores Corujo, la cabildicia y fallida senadora Ariagona González y el recambio de San Bartolomé, Alexis Tejera. Pero a Loli ni falta que le hacía. Allí, en el Comité organizador, de tres, tres eran de ella. ¿Se ven ustedes a Silvera, Stinga y Torres haciendo algo en contra de mamá Loli?¡Nada! ¿Y de Marcos? ¡Bufff! Es verdad que había un cuarto hombre, enviado por la Comisión de Ética y Garantías Regional, el veterano Francisco Ramos Camejo, pero con el interés del trío, la edad del cuarto y las relaciones de Loli con las alturas, casi se hacía obligatorio estar allí por parte de los representantes de Marcos. Por nada, aunque sólo fuera para evitar estos comentarios jocosos después. Pero puestos a evitar, está claro que prefieren evitar otras cosas.

Desde el mismo momento que Ariagona y Alexis presentaron los avales de la candidatura de Dolores Corujo al Comité organizador saltó la alarma. Sobre las seis de la tarde del pasado viernes, 6 de octubre, último día de marras para los avales, saltaron las alarmas. Tomás Silvera dijo en aquel momento, delante de los representantes de ambas candidaturas, que los avales aportados eran 314, dato que trascendió de la Casa del Pueblo para llegar, incluso, a esta redacción que los público en primicia junto con los 240 que llevaría una hora más tarde la gente de Marcos. Apenas 74 avales de diferencia, con todo el poder que tiene Loli, controlando los gobiernos socialistas, el propio aparato y el Cabildo.

La señal de los avales no sería determinante, como buscaban Loli y los suyos. Parecía que a la Lola de San Bartolomé le había afectado el mismo virus que a su idolatrada Susana en su fallida intentona de conquistar Ferraz. Además, se desvanecía el rumor de que Dolores quería conseguir avales por la mitad más uno o superior de los afiliados con derecho a voto para trasmitir una señal de fortaleza a la Ejecutiva Regional que al día siguiente la iba a elegir portavoz del grupo socialista en el Parlamento. Con esos avales, y dando por hecho ( ¡una quimera!) que aval del viernes 6 de octubre es igual a voto del domingo 22 de octubre, ya tenía la renovación de la secretaría insular en el bolsillo.

Después de los tiras y aflojas de los representantes de la candidatura de Marcos para estar en el recuento y  el "no, no, no, no" del trío agua pal porrón de Loli, los números oficiales decían otra cosa, más parecida a la que buscaba Dolores: 356 avales para ella; 238, para Marcos. Más de la mitad más uno para ella, si consigue que le voten todos sus avales, será secretaria general al margen de lo que hagan los que avalaron a Marcos y los raquíticos 106 que quedan sin manifestarse. La diferencia es favorable a Dolores por 118 afiliados. ¿Puede torcerse? Difícil, muy difícil, pero no imposible. Depende de la dignidad de esos que se quejaban de haber avalado la candidatura de Loli por el trabajito, por el contratito, por el plan de seguridad, por el carguito prometido o por vaya usted a saber qué.

Esos son los únicos que pueden cambiar esta historia. Si realmente son verdaderos los 356 avales, que yo no tengo por qué dudarlo. El resto de los apoyos de Loli, muchísimos de ellos, tienen que ver más con que están en un cargo, tienen un contratito o están arregostados a vivir cerca y bien del poder, que porque entiendan que la Lola de San Bartolomé es mucho mejor que Marcos el de Tinajo para seguir liderando el partido. Pero esos no han sido presionados, no han sido perseguidos ni provocados, Todo lo contrario, esos iban dos y más veces adónde estaban la candidata y sus apoderados a rendir pleitesías y sentir de cerquita que ellos estaban allí y que no se les iba acabar la golosina. Así es, así es, pero no sólo esta vez ni en el PSOE sólo ni en Lanzarote únicamente. Pero que se dé con frecuencia, que los políticos estén arregostados a ello, no les quita un ápice de veracidad ni de trascendencia.

Pero ya se acabó la recogida de avales y ya están en plena campaña electoral. Marcos versus Dolores. Dolores versus Marcos. ¿Habrá debate? No lo sé. Pero yo creo que debería haber uno ( no seis, como dice Zebensuí, que no sé donde se cree que está) abierto a todos los medios de comunicación, en la  Casa del Pueblo y abierto a la retransmisión televisada. Exactamente igual que como se hizo en las primarias regionales del partido. Es de justicia. Además, lo ganará, en contra de lo que piensa Marcos, que es mejor demagogo que pedagogo (le ha dedicado mucho más tiempo a lo primero que a lo segundo), lo ganará Dolores, porque tiene más fondo, más labia, más espontaneidad y mejores asesores. Seguro que estos le ajustan un poquito el acelerador verborreico que le sale a veces, le ponen frenos ABS ( Antes Bien que Sencilla) en su mala leche y la dejan sonreír con encanto. Desde el mismo momento que lo acepte, Dolores ya lo ha ganado. Una cobarde, una conservadora que se llevara por el estilo José Juan Cruz, no plantearía batalla por innecesaria. Pero no es innecesaria, es una oportunidad de llegar a toda Lanzarote. Eso sí, es innecesario para ganar las primarias, pero no para subir un peldañito en su popularidad insular, necesaria para ir fajándose para ser candidata al Cabildo en el 2019 y sellar la denigrante etapa de su secretario de organización al frente de las huestes socialistas en la Casa Amarilla II.

Dolores va a dejar que Marcos lo pida una cuantas veces más y después, al estilo campero de Rosana, le dedicará la última canción triste.  Además, ella sabe que un debate aquí no decidirá nada en las primarias. Estás se amarran en el cuerpo a cuerpo, con las visitas a las casas, los encuentros en los bares y los recordatorios de favores varios. Lo otro es poesía para los medios.

 

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