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Guante blanco para puños rojos

Con las cosas al aire (IX)

Apenas una hora de debate fue suficiente para dar otra imagen distinta del PSOE. Durante toda la campaña de Primarias, los candidatos, Marcos Hernández y Dolores Corujo, se miraban de reojo y se cuestionaban comportamientos desde la lejanía. Tanto que el Comité organizador, escorado descaradamente hacia los propósitos de Loli, ni se planteaba hacer un debate. ¿Para qué? ¡Esto se hace para que nos reelijan, lo demás sobra!

En cambio, un debate a la prisa, sin demasiado fundamento y hecho porque la parte de Marcos lo exigió al Comité, dio otro tono a la campaña. Los candidatos, ambos, no quisieron hacer sangre del rival. Ni sangre, ni nada. Hablaban de lo suyo sin entrar mucho en lo del otro. Sorprendió que Marcos se dejara arrastrar por estos vericuetos, cuando él es el aspirante y a Loli se le pueden cuestionar cada una de las propuestas que hace Marcos para mejorar el partido. Entre otras cosas, porque ha hecho todo lo contrario. Ella quiere un partido fuerte, y lo dijo; y él quiere un partido más participativo, y también lo dijo. El quiere que las decisiones se tomen con los afiliados, de forma colectiva; ella, en cambio, reivindicó el ordeno y mando desde los órganos del partido. Que los afiliados respeten lo que dicen los órganos, reclamó Loly; Que los órganos hagan lo que aprueban los afiliados, incluidos estatutos, reclamó Marcos. Pero cada uno por su lado, nunca como respuesta al otro y sin mentar al rival.

Se notaba la tensión pero también el esfuerzo que hicieron los dos por aparentar camaradería y juego limpio, incluido abrazo y besos sonoros al final. Saludaron juntos, como siempre hacen los socialistas, aplaudiendo a la militancia que se dio cita para seguir en directo, en persona, el debate.

En las formas, en los gestos, en la rabiosa búsqueda de la empatía con tonos melosos y fingidos sentimientos, y llamamiento al regusto de ser socialista, le ganó por goleada Dolores a Marcos, que estuvo un tanto nervioso en el inicio de la brega. En contenidos, en mensaje mejor armado y más profundo, con guiños a la pobreza a erradicar y a la potenciación de la participación de los afiliados no hubo color. Marcos se trabajó mucho más el contenido mientras que Dolores dejó su fortuna en manos de su cuestionable fortaleza escénica.

Quien quiera un líder fuerte, que le mande con estilo y que apenas le consulte, votará convencido a Dolores Corujo Berriel. Quien busca más protagonismo y sentirse parte del proyecto desde la agrupación lo hará por Marcos Hernández Guillén. Pero quien lo hago por las prebendas que cada uno de ellos le haga llegar, le trae sin cuidado los mensajes, los gestos y los debates. Ese lo tiene claro desde hace tiempo. ¿Serán mayoría?

Me gustó el debate. Sobre todo el hecho de que se celebrase. Me hubiese parecido un inmenso error que compitan dos parlamentarios por esta secretaria general y que estuvieran dispuestos a hacer de todo ( incluido llamadas a horas intempestivas a afiliados) y no se atrevieran a parlamentar entre ellos.

Suerte el domingo a ambos, que gane el que quieran los afiliados.

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