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¿Pepe Juan por Pedro?

¿Pero qué pasa en el Cabildo, muchacho? (VI)

¿Pepe Juan o Pedro? A esa pregunta se ha reducido el debate que afrontan los partidos políticos que quieren desbancar al nacionalista Pedro San Ginés de la Presidencia del Cabildo aprovechando que se encuentra con un gobierno en minoría ( 9 consejeros de 23). Después de montar la mesa de partidos para encontrar una vía para la moción de censura, los partidos llamados progresistas ( PSOE (5), Podemos (3) y Somos (2)) más Ciudadanos (1), 11 de los 23 consejeros, tratan de ponerse de acuerdo y que, finalmente, se sume Manuel Cabrera Cabrera y su PIL al proyecto de derribo del gobierno que conforman CC (7), NC (1), PIL (1).

La cosa de esta alternativa, además de que suman 11 y Manuel Cabrera (PIL) se marea cada vez que se acerca a tanta progresía y discursos floridos, es que el candidato del PSOE, fuerza mayoritaria del círculo "todos contra Pedro", no es bien visto por los Podemitas, que han criticado su longevidad política, sus formas y maneras de gobernar y sus relaciones con ciertos empresarios mientras gobernó Tías durante 16 años, primero con el PSOE sólo, después de socio con el PIL, y finalmente, con CC, hasta que en 2011 el PP de Pancho le puso un concejal por arriba ( 8 PP, 7PSOE) y desde San Borondón llegara Jerónimo Robayna para mandarlo literal y fehacientemente a las listas del paro hasta que Manuel Fajardo le consiguió un sueldo mayor como director del ISTAC, en el pacto de nacionalistas y socialistas del Gobierno de Canarias.

Los Podemitas creen que ellos, como fuerza emergente y amantes de regenerar la vida política, no pueden columpiarse de esta manera por muchas ganas que tengan de cortarle el cordón umbilical a Pedro con la Presidencia del Cabildo. Saben, sobre todo Meca, que si atienden sólo al pragmatismo, y se olvidan de los principios y su razón de ser, el verdadero beneficiado será el PSOE y los viejos partidos. Ya, con este paso, todos somos iguales. Todos vamos por el sillón y todos somos no ya Polo Díaz sino Maquiavelo donde los objetivos justifican  los medios. Cualquier medio, hasta poner de presidente a otro que, posiblemente, sea de principios e ideas tan endebles como las de Pedro y, encima, su capacidad de gestión es ninguna frente al actual presidente.Pepe Juan y Ariagona, la duda socialista de Podemos

 Meca, con esa llamada a las bases, aunque sea de forma telemática, lo que está poniendo en riesgo no es la cabeza política de Pedro San Ginés o de Pepe Juan Cruz. No, que no se equivoque. Está poniendo la suya mismamente. ¿Qué pasa si los inscritos en Podemos votan en contra de Pepe Juan? Pues poca cosa. Podemos sigue con su canción "Pepe Juan no" y la pelota estará en el tejado del PSOE que si quiere que la jugada prospere hasta la próxima posición tendrá que sacar del banquillo a Ariagona ( ¡cuidado, cuidado, con las expectativas falsas!)  y mandar al vestuario a Pepe Juan, que nunca ha sido de correr mucho. En esta circunstancia, Meca sale reforzado. Las bases le dan la razón y vence su planteamiento de Pepe Juan como miembro del contubernio judeo masónico lanzaroteño de empresarios corruptos y de políticos maleables.

Pero, ¿y si pasa lo contrario? ¿Si las bases votan a favor de que censure a Pedro para poner a Pepe Juan? ¿Puede seguir Meca liderando el proyecto cuando, precisamente, en la principal maniobra política que lleva a cabo es desautorizado por los seguidores de Podemos? A mí, sinceramente, me parece que no. Si las bases de Podemos dicen sí a Pepe Juan, que sería gracioso que la izquierda apoyara a Pepe Juan, que sus propios compañeros ponen en el grupo de los más escorados a la derecha, (al mismo que Carlos Espino no quería llevar de candidato al Cabildo porque, precisamente otra vez, sería un obstáculo para llegar acuerdos por debajo del paralelo de la socialdemocracia", están diciendo no a Carlos Meca. Así de sencillo, Sí a Pepe Juan es no a Carlos Meca.

Y es que tiene tela que Podemos (3), Somos (2) y Ciudadanos (1), los seis consejeros que decían que venían a regenerar la vida política y a acabar con la vieja política, a la primera oportunidad sirvan de apoyo al PSOE (5) para aproximarse de nuevo al PIL (1) y pactar. Sabiendo, además, que lo hace con ellos, después de intentarlo con el PP (3). Que para el PSOE, es lo mismo los tres consejeros del PP que los tres de Podemos. Que su objetivo único es quitar a Pedro y ponerse ellos. No se les conoce ningún proyecto, ni ellos lo han hecho público, que no pudieran desarrollar estando en el gobierno con CC (7), en el que se negaron a entrar primero, un año al pairo, al que entraron después sin dar demasiadas explicaciones y del que se fueron dando la impresión de que tenían atado y bien atado un ataque de acoso y derribo a Pedro San Ginés en toda regla.

Por el momento, sigue siendo un canto de sirena, que defiende con especial vehemencia Carlos Espino, que trata a Carlos Meca, tanto en público como en privado, como si fuera él el gran maestro y el otro el mal alumno. Y lo gracioso es que el Meca de Carlos recibe las reprimendas de su tocayo como si fuera él el que está imputado, el que hizo una gestión de los CACT de vergüenza, llevara a su partido a una derrota histórica en 2011 y acabará su liderazgo en el PSOE sin llegar a agotar su tiempo. Tanta caricatura, tantos bemoles y después claudica ante alguien que no lleva precisamente dos días en política y que no representa a nadie. Es verdad que Manuel Cabrera no lo hace mejor frente a Espino, pero eso no tiene que ser un consuelo para Meca. Para Armando, el asalariado de NC (-1), eso es lo de menos. "Na, tengo, na pierdo", dice Armando mientras aplaude a rabiar a Espino como ya hiciera hace unos años al populal y pepero Soria, cuando ser progresista era ser del PP en Lanzarote, en Fuerteventura y donde hiciera falta.¡ Que hay que comer, Quillo!

Aquellos que quieren echar a Pedro para poner a Pepe Juan por su trato a sus consejeros, por sus formas y que quiera hacer lo quiera al margen de ellos, deberían preguntarle. al estilo Julio Iglesias,  a los concejales que tuvo Pepe Juan en Tías cómo era él. No voy a decirlo yo, que no quiero. Pero los que estén interesados le podrían preguntar a los que estuvieron con él en sus grupos de gobierno. Les propongo  consultar a Yolanda Rodríguez, Yazmina Pérez, Dunia Hernández y hasta al propio José Antonio Gutiérrez, entre otros. Si están muy interesados, podrían hasta preguntarle a Juan Félix por qué dimitió cuando abandonó el Ayuntamiento y se quedó sin cargos. No le pregunten cómo o cuánto lo sintió después, que eso ya rozaría la maldad.

Pedro es como es. Y si lo sabe debería cambiar, o aceptar que hay sitios en los que no se puede estar si uno es como es. Pero es como aparenta ser. En cambio, Pepe Juan aparenta ser un beato, de toda procesión y misa donde él crea que pueda ganar un voto, preocupado por los demás y sensible con las necesidades, respetuoso con los compañeros y buen chico, y después es como es. No transparenta lo que es ni lo que realmente quiere. Y esconde sus intenciones en una alocución más propia de loro entrenado que de hombre de izquierdas con bagaje de ideas y obras. En ese aspecto, Pedro le gana en sinceridad pero Pepe Juan guarda mejor las formas y protagoniza muchas menos polémicas. Puede que sea por puro miedo y con el objeto de autoprotegerse, pero de hecho es así.

Si realmente se busca un presidente eficiente, los años de gobierno de pactos en Tías, y si me apuran mucho incluyo los dos últimos mandatos, es un ejemplo de todo lo contrario. Pepe Juan se fue de Tías con el Ayuntamiento hecho trizas. Es verdad que se fue en medio de una crisis tremenda y que todos los ayuntamientos estaban fatal, pero en capacidad de gestión, responsabilidad con la inversión y liderazgo entre su gente, Pedro, con todos sus defectos, muchos y variados, por cierto, vapulea al candidato que vino de Mácher. Y, sobre todo, será un desastre total en un gobierno con cinco partidos más y él entregado al asesoramiento de Carlos Espino.

Sinceramente, si todo el arco político de Lanzarote se mete en una operación de estas características, especialmente los nuevos partidos, este movimiento es, sobre todo, el mejor indicador de que esta isla no tendrá solución ni una política como es debido nunca en la vida, cristiano. Se los digo en serio, sólo la ofuscación de algunos hasta el paroxismo puede explicar lo que a todas luces es una locura más, un rebufo de las décadas pasadas donde lo de menos era la política y el pueblo de Lanzarote y lo importante eran los políticos, sus prebendas y puestos. A mí me parece que, si se quiere cambiar esto, van, claramente, en sentido contrario. Todos kamikazes. ¡Todos! ¡Qué peligro!    

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