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¿Qué problemas queremos solucionar?

Arrecife se rompe (II)

Me parece que esa tiene que ser la pregunta. ¿Qué problemas queremos solucionar? Lo demás, todo lo demás, es simple pasteleo de mucho interés en casa del político en cuestión y sus allegados o mantenidos pero de muy poca transcendencia colectiva  positiva. De negativa, toda. Pues más o menos como ha sido hasta ahora.

Esa es la pregunta que se tiene que hacer, con honestidad, la alcaldesa de Arrecife, Eva de Anta, que está dispuesta a atrincherarse en Arrecife con sus seis concejales socialista (incluida ella) y dos del PIL. Esta dispuesta a gobernar en minoría, con 8 de 25 concejales, y su partido le anima a  hacerlo. Cuenta con la complicidad de la parte progresista del pleno, Somos  (2), Ganemos (Podemos, 2)  y Ciudadanos (2) y con la anulación de los derechos de Andrés Medina para estas operaciones por encontrarse fuera del partido con el que concurrió accidentalmente a las elecciones (Somos).

 Los concejales del PP (5) y de CC (5) no encuentran la manera, todavía, por lo menos, de conseguir que uno de esos partidos, preferentemente Ciudadanos, se sume a la moción de censura, a la que se sumaría el PIL para completar la mayoría absoluta necesaria para poder presentar la moción de censura. Sabedores de esta situación, y de la voluntad de muchos de esos pequeños y nuevos partidos de no censurar pero tampoco de subirse a un gobierno con De Anta que promete quemarlos, los socialistas plantean el gobierno con ocho concejales e intentar aprobar el presupuesto incluyendo partidas en los mismos con nombres y apellidos en la oposición.

Evidentemente, no es nada nuevo mantenerse en el gobierno en minoría. Ni en la política insular ni tampoco en la propia corporación capitalina donde, sin ir más lejos, nacionalistas y socialistas gobernaron el pasado mandato sin mayoría absoluta desde que Alternativa Ciudadana se fue del Gobierno. Es verdad que eran más concejales, y que tenían en la oposición a unas muy serviciales Emilia Perdomo, que se desvivía por apoyar a su primo el alcalde, y a Nayra Callero, que lo daba todo por echarle una mano a Montelongo y al PSOE, partido en el que milita actualmente. No es la situación de ahora exactamente igual. Ni cuantitativa ni cualitativamente. Ni Eva es Manolo Fajardo, ni el PIL es CC, ni el PSOE es el mismo PSOE, a pesar de que aquel tampoco era nada del otro mundo. Ni se tiene el mismo número de concejales ni se tiene el mismo liderazgo. Con todas las reticencias que yo pongo al liderazgo de Fajardo Feo, no puedo sino reconocer que él llevaba el timón del ayuntamiento con todos sus tripulantes en sus puestos y Eva de Anta, a estas alturas de la película, sigue con el curso del titulín. La embarcación es demasiado grande, las aguas están demasiado revueltas y la tripulación excesivamente inexperta. En plata, lo tienen todo en contra.

Además, los concejales de Arrecife del PSOE ya han dado claras muestras de agotamiento e ineficacia en sus áreas a lo largo de este año y medio. El meterle más responsabilidad a cada uno, el darle más carga al cargo solamente va a servir para atormentarles más y evidenciar mejor su poca destreza y capacidad resolutiva. No hay sino que ver Arrecife y acudir a la hemeroteca del último año. Eso es así. Sí, así. Aceptado eso, el planteamiento de un gobierno en minoría debe ser armado con dos cosas básicas, esenciales en cualquier proyecto, pero que se suele olvidar casi siempre en la actividad política, donde se prioriza lo que el amigo quiere y se contrata al compañero que lo necesita y que se le necesita para los arreglitos en el partido.

Hace falta definir los objetivos de una forma clara y publicitarlos para que la ciudadanía conozca hacia dónde se va. Y armar un equipo alternativo, que funcione como segunda línea de los concejales, que afronte los proyectos a desarrollar con la aquiescencia del edil de turno. Sin esa mirada crítica de lo que tienen en el Ayuntamiento y sin la necesaria voluntad de marcar objetivos realistas en este año y medio, con un equipo que pueda conseguirlos, todo es un brindis al sol que acabará llevando al PSOE de vuelta al año 2011. Dónde lo dejó Espino, desprestigiado, sin cuadros y como tercera o cuarta fuerza política.   

Afrontar un gobierno en minoría con la dinámica que tiene el grupo de gobierno actualmente, o hasta aquí, es apostar por el suicidio lento. Embobarse con la droga del poder hasta el punto de perder el poder. Si el PSOE no puede comprometer a esos dos o tres partidos de la oposición para que suban al barco y remen con ellos, no queda más remedio que adquirir un fueraborda, darle potencia a un grupo que ya no tiene brazos y nunca tuvo competencia de gestión.

Miren qué quieren hacer y lleven a los mejores (no a los amigos, no a los compañeros que piden un sueldo como única argumentación para su contratación) y pónganlos como puntales de esos concejales que todos sabemos que no van a dar más de sí. Cándido, en su momento, creó un grupo de trabajo paralelo, o en sintonía, si se quiere, con los concejales, a pesar de que tenía más ediles que los que tiene Eva ahora.

No se queden por quedarse, por la plata y por lo otro, toca arremangarse y trabajar. Hagan un plan de actuaciones realista para año y medio y busquen el equipo. Sustituyan y amplíen asesores de propaganda y pacotilla por personas capaces y resolutivas y vendan esa gestión de forma pausada. Mañana empiezan a funcionar los semáforos con regularidad, pasado se mejora el alumbrado, dentro de dos meses se inaugura aquella obra que sólo falta darle el último empujón y en las fiestas se sueltan el pelo para que vean que también saben organizarlas. Y así con todo. No es difícil, pero, claro, hay que trabajar.

Y si no están dispuestos a trabajar como un equipo, Eva, ( trabajar, digo, no irse al Charco de jiji, jojo y juju) lo mejor que puede hacer es dejar de gobernar. No porque la echen, no porque la censuren, simplemente, porque usted se merece un respeto también. Y no debe dejar que su partido la obligue por no sé qué cantinelas a representar un bodrio de gobierno del que se avergüenzan cada vez más los socialistas de bien de esta isla, al margen claro del cabreo que se generaliza en la población.

Sinceramente, quiero pensar que si se quedan en un gobierno en minoría es porque están dispuestos a buscar una alternativa real a los problemas de la capital. Aunque sólo sea a la rutina. Me cuesta mucho pensar que están dispuestos a secuestrar durante un año y medio más el futuro y presupuestos de esta ciudad para mantener sueldos, prebendas y una filosofía política tan rancia como mezquina con los ciudadanos.

Apuesto porque tiene una alternativa. Si no es así, Eva, por favor, váyase. Para no hacer nada, están todos mejor en casa. Arrecife les quedará eternamente agradecida.

  

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