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Estimado Héctor (I)

En primer lugar, nada que objetar a su valoración personal de sí mismo. No cabe duda que la  forma más objetiva de valorar una actividad es la que hace el propio afectado. En cambio, su regodeo sobre qué me lleva a decirle a usted lo que piensan quienes le rodean, sí tiene un repaso. Es verdad que ya no me queda tiempo en este año, dentro de mi programación, para un partido de tercera división. Pero le prometo pachanga para enero, donde pondremos sobre el campo los ingresos familiares de usted y míos de la SPEL, con dietas, regalos y sueldos incluidos y quién ha visto multiplicado por tres los mismos gracias a quien preside el Cabildo. Eso de reclamar rigor con semejantes patinazos, sólo me confirma lo que ya me llega de su entorno.

Sé que le hace muy feliz eso de ser un hombre del presidente, hasta el punto de olvidar esa excelencia profesionalidad que se autoconcede para acudir a mostrarle pública y sumisamente su apoyo  y consideración. Cosa que es de reconocer, que de bien nacido es ser agradecido. Y hay quien por la gracia ajena, encuentra trabajo y hasta familia.

No es este tiempo de guerras, así que descanse en paz estas fechas y en enero entretenemos al personal con nuestras fintas. Por cierto, no estaría de más que comparase la facturación de este medio con las del medio en las que usted publica la "defensa" que firma, ya que su "valentía" no le ha permitido hacerlo llegar hasta allí donde dice que se le ofende y con quien no tiene y no quiere relación alguna, a pesar de que no ahorra piropos, todos tan inmerecidos como innecesarios.

Haga cuentas, Héctor, y piense si realmente no hubiese quedado más guapo limitándose a denunciar lo que consideraba una injustica, con todo su derecho, en lugar de embarcarse en acusaciones que lejos de ser una ofensa o injuria encajan perfectamente en la calumnia. Por su cargo, conoce exactamente que no soy de los que va por departamentos buscando plata, cosa que sí posiblemente hagan otros para "fitures" y frituras y no siempre son desatendidos. Y algo se ve que sabe de la cosa, porque, cuando necesita darle salida a un desvarío, allí acude. En cambio, aquí le hemos publicado lo que ha querido, a coste cero. Es verdad que no sólo publicamos lo que usted nos manda, ni siempre lo que a usted le gusta, pero la defensa de la libertad de expresión empieza por uno mismo.

 Si de verdad  quiere cambiar las cosas, en lugar de casarse con unas y perseguir a otras personas, gestione con la corrección que se espera de una persona que consiguió trabajo en la Escuela de Turismo, ¡oposiciones tremendas!, me imagino,  y después fue elegido por el amigo Pedro para formar parte de su leal pandilla.

Si se lo permite la exquisita valoración que tiene de sí mismo, mire a su alrededor, a compañeros y trabajadores, y haga una valoración por qué piensan así de usted, a pesar de sus carreras, y verá que las cazas de brujas no son precisamente las mías.

Y, por cierto, el resto de damnificados seguro que piensan igual, pero son más listos y han preferido que salga usted a cambio de una palmadita. me los imagino ahora descojonados de la risa.

Disfrute de estas fiestas y que tenga muchos regalos. Ya sabe que nuestra relación no da ni para intercambiar alguno ni en el amigo invisible, pero quién sabe si va a servir para que después de los Reyes se sepa con qué generosidad el presidente le agradece la lealtad a sus hombres.

Sea feliz y siga leyéndome con esa dedicación y valoración. Ya verá que no le defraudo con los datos objetivos que usted puede contrastar y si fuera capaz de empatizar  con su entorno más inmediato  se hubiese dado cuenta que eso que pongo está perfectamente justificado.

Un exquisito abrazo de este "admirado" suyo, quedamos citados para enero, antes de que se vaya usted a FITUR, que siempre es bueno tener tema de conversación en los vuelos con quienes le acompañan con gastos subvencionados. ¡Feliz Navidad!

 

P.D.: He respirado hasta diez veces, pero es que lo que huele mal, señor presidente, huele mal, ayer, hoy y mañana.

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