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Un traspaso ejemplar

Una señora, de unos setenta años, afligida, con lágrimas en los ojos, se acerca a la excaldesa y parlamentaria Gladys Acuña nada más acabar la sesión de elección del nuevo alcalde. Gladys le sonríe, la abraza y le dice que hoy es un día para estar contenta, "que tenemos nuevo alcalde en el municipio". Sin dejar de sonreír, y dándole cariñosas palmaditas en la espalda, la llama por su nombre, y la manda a felicitar a Óscar, su lugarteniente estos 7 años atrás en el Ayuntamiento de Yaiza, que acaba de recibir el apoyo de los ocho concejales de su partido, Unidos por Yaiza (UPY),  y del edil del PIL, José Daniel Medina Déniz, para convertirse en el quinto alcalde del municipio de este periodo democrático.

Antes, Gladys había subido al estrado, lugar en el que se encuentra la mesa de plenos y donde se ven mejor las piernas que las caras de los representantes públicos, nada más finalizar la sesión, para abrazar a su pupilo aventajado y felicitarle. Los dos estaban muy emocionados. Y se nota la química que les une y el respeto mutuo que se tienen. Y no es para menos. Sin Óscar Noda, informático de 36 años de edad, Gladys Acuña, abogada, no hubiese podido transformar la ruina de ayuntamiento que se encontró en el municipio prometedor actual. Tampoco, Óscar, sin Gladys, hubiese escapado de su destino profesional entre cables, bit y redes sociales. No cabe duda de que ha sido el mejor encuentro binario de ellos y de la política insular actual.

Con una sala de plenos completamente llena, mayoritariamente cercana a UPY y PIL, donde destacaban las familias emocionadas del nuevo alcalde y de la alcaldesa saliente, ambas por sus propias razones, la sesión comenzó con la jura de sus cargos de los nuevos concejales de UPY, Omaira Yasmina Umpiérrez Fernández y Marcial Viñoly Camacho, que sustituyen en la corporación a Gladys y José Antonio Rodríguez Martín, Tato, inhabilitados por sentencia no firme todavía por el caso Stratvs, que espera revisión en el Supremo, con un voto particular del presidente de la Sala del TSJC condenatoria, que les llena de esperanza y que les hace llevar la sentencia con entereza.

Y después llegó la votación, donde sin lugar a las sorpresas, los 8 UPY  y 1PIL cerraron la cuestión numérica con una mayoría absoluta de 9 de 16, al faltar al pleno el concejal  de San Borondón, Juan Francisco Monzón Rosales, por encontrarse de viaje desde hace una semana fuera de la isla, aprovechando el parón laboral de estas fechas de carnavales. Después de la larga ovación, José Daniel Medina (PIL) le entregó el bastón de mando al nuevo alcalde, en una escenificación que no sólo recoge la tradición del traspaso municipal sino que realza, también, en el momento procesal oportuno, la aportación imprescindible y decidida del PIL para que el UPY al borde de la mayoría (8 de 17 concejales) traspase ese límite y gobierne con estabilidad y seguridad.

Y empezó el rezado de cada portavoz, todos dando la bienvenida a los dos concejales nuevos y deseándole suerte al nuevo presidente de la corporación. Pero sólo el de Ganemos Lanzarote (Podemos), el único concejal que tiene en Yaiza, Ramiro Muñoz Hernández, atacó el recuerdo de la exalcaldesa, vanagloriándose de que por fin la corporación municipal se conformará sin ningún imputado. Hasta la concejala del PSOE, María del Carmen Gaudalupe García, sin esconder los encontronazos políticos, "no hay que olvidar que somos partidos distintos", agradeció a Gladys el trato recibido a lo largo de estos años en el Ayuntamiento y resaltó que no tenía sino palabras de reconocimiento a la buena relación institucional que mantuvieron. Tampoco Angel Jesús Domínguez (CC) hizo el más mínimo atisbo de recriminar nada a la alcaldesa y prefirió centrar toda su intervención en el alcalde entrante al que le deseó suerte y le recordó  "lo diferente que es ser concejal a ser el alcalde", como si estuviera recordando su propia historia personal, cuando sin dejar de ser concejal por el PNL, se convirtió en el alcalde en sustitución de su mentor, José Francisco Reyes, también condenado, al igual que el mentor de este, Honorio García Bravo, al que sustituyó después de ser durante muchos años su teniente de alcalde. Las palabras de Domínguez puede que fueran pronunciadas sin más intención que avisar de la diferencia administrativa de ser del Califa a ser el Califa, pero si se quiere se puede encontrar en ellas, también, un aviso a navegantes, en el que se recomienda cuidado para no acabar como han acabado todos, por el momento, menos él.

Especialmente emotiva fue la intervención del joven concejal del PIL, José Daniel Medina, en la que no ahorró reconocimientos y agradecimientos, a partes iguales, a la alcaldesa saliente, con la que ha gobernado en este mandato y con la que ha aprendido a moverse en la administración pública. Más como un compañero del grupo de gobierno que como un concejal de otro partido, Medina Déniz, se emocionó ante la despedida de Gladys  y reconoció estar triste por la misma, a la par que manifestó su apoyo y su confianza en Óscar Noda. Mensaje que fue recibido por la parroquia con una cerrada ovación y con Gladys visiblemente emocionada. Porque si, por una parte, era previsible el agradecimiento del nuevo alcalde, nada hacía prever que, al margen de sentir un apego y respeto hacia ella, los concejales de otros partidos manifestaran públicamente palabras tan elogiosas y sentidas, que la reconfortan en un momento especialmente duro y que reconocen su altura de miras y respeto al debate democrático político municipal. No todos pueden irse, ni se han ido, de este ni de otros centros de poder, con ese reconocimiento.

Mientras entre el público, al lado de la exalcaldesa y su marido,  en primera fila, el líder de Nueva Canarias, Román Rodríguez, y el diputado Luis Campos, seguían también emocionados la sesión, el nuevo alcalde apenas contenía las lágrimas al agradecer a su familia el apoyo que le brindan diariamente, "pilar fundamental para aceptar este reto". Tampoco escatimó palabras de reconocimiento para la que nombró como su mentora y de la que dijo que si le hacían elegir entre ella y él para presidir el Ayuntamiento, él la elegiría a ella. No se olvidó tampoco de Tato, apartado también del ayuntamiento, al que le agradeció su trabajo y entrega de estos años.

Óscar Noda, mientras hablaba y agradecía el apoyo del PIL, miraba de reojo sus referentes que se encontraban en el público. Y vio a Gladys, sí, pero también tenía en primera fila, otros dos alcaldes, el de Tías, José Francisco Hernández, y  el de Teguise, Oswaldo Betancort, con los coincidirá ahora en muchas reuniones y con los que tendrá que compartir reivindicaciones y proyectos. Aunque, al finalizar la sesión, sólo tuviera para ellos, al igual que para el resto de las autoridades presentes al acto, entre los que se encontraba la plana mayor del PIL, incluido Manuel Cabrera, palabras de agradecimiento por estar allí, a su lado, desde el primer día. Un día lleno de esperanza pero también cargado de melancolía.

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