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El poema del PSOE en Arrecife

¡Comienza el baile! (II)

Les escribía ayer, convencido que no apasionado, que la caminata era el mejor ejercicio para combinarlo con la reflexión política. La cuestión la resumo en el hecho de que la reflexión política tiende a producir dolor de cabeza y el senderismo dolor de pies y piernas. Ante ello, no parece alocado concretar que la interferencia es mínima e, incluso, ayuda, para no obcecarse en ninguno de los dos dolores. Pero también puede pasar lo que me pasó ayer: que de tanto pensar y tanto caminar acabé con dolores de los pies hasta la cabeza. Y sigo sin saber qué parte fue la que contagió al cuerpo entero. Aunque pudiera ser que los pies, después de 40 kilómetros de caminata por terrenos tan variados como el jable y el arcilloso del Risco, y alrededores, y subidas tan engañosas como la de la ermita de las Nieves y bajadas tan pronunciadas como las del Malpaso, Máguez y Los Lajares, mandaran desconcierto a diestro y siniestro a un cerebro preocupado por otras cuestiones, yo estoy por pensar que todo fue culpa de la dichosa política. Porque, en definitiva, el caminar, al margen de cuestas, curvas, terrenos arcillosos, de jable o piedrilla, todo iba envuelto en la simpleza de recorrer el GR131 de Tías a Órzola, perfectamente señalizado y humanizado. Pero, chico, la política es otra cosa y si hablamos de Arrecife son otras muchas cosas más.

Si queremos hacer una proyección electoral en Arrecife, sin apoyo de estudio sociológico ni una simple encuesta, tendremos que tirar de indicios y comportamientos pasados normalizables, mezclando gestión, debate orgánico de los partidos y manifestaciones cruzadas entre ellos y respuestas valorables de eso que llamamos pueblo y que rara vez pasan de ser grupos de presión perfectamente localizados y dopados. Así que no es fácil, por muy sencillo que les  parezca a los que opinan manifestando sus deseos por encima de toda lógica o estudio.

 En estas condiciones, lo mejor es hacerse preguntas e ir contestando. Por ejemplo, ¿El PSOE volverá a ser la fuerza más votada en Arrecife? Pregunta tramposa. Porque conlleva respuesta vinculada y compleja. Para que sea la fuerza más votada no es necesario, si quiera, que aumente ni mantenga sus votos actuales. Basta con que el resto de los partidos no saquen más votos que ellos, para lo que no haría falta tampoco que aumentaran sus votos si una hipotética caída del PSOE mayor que la propia. Situación tampoco rara en un escenario político ya muy atomizado, que lo estará más todavía, con las nuevas apariciones y crecimiento de los pequeños. Así que mejor nos hacemos otra pregunta más sencilla, relacionada con el PSOE, que fue en las últimas elecciones la fuerza más votada.

¿Crecerá en votos ( no entremos en variaciones censales, partamos de la premisa de misma cantidad de electores, votos relativos) el PSOE  en Arrecife? Sinceramente, no hay ninguna razón para pensar que sea así, si exceptuamos la voluntad de flagelarse por parte del electorado. Por una parte, la marca del PSOE no experimenta revalorización en el panorama político nacional, con lo que el comportamiento intermareal, que tanto se recreaba entre el PP y PSOE antes, ahora no tiene influencia. Más bien, todo lo contrario.  El refortalecimiento de la marca  Ciudadanos, que también pesca en el caladero tradicional del PSOE, y la resistencia de la de Podemos, que no suelta al electorado socialista captado desde su nacimiento, parece que debilita las expectativas del PSOE en la isla de subir por serlo. Perdida la batalla de la marca, centrémonos en el comportamiento orgánico.

Las primarias, congreso insular y asambleas locales, celebradas el pasado año, han evidenciado importantes diferencias entre personas destacadas de la organización, hasta el punto de que la secretaria insular cosechó un 58% de los votos para su reelección en su batalla contra la candidatura de última hora de Marcos Guillén para sustituirla. Resultado que está muy por debajo de las pretensiones de la propia Loli Corujo y muchísimo más para el que se esperaban sus propios simpatizantes. Y a quien más daña esa división es a la asamblea de Arrecife, que todavía hoy se desangra en forma de decenas de abandonos de afiliados detrás de la estela de quien fue secretario local y alcalde de Arrecife, José Montelongo, hasta que el grupo del Charco, principal valedor de Loli en Arrecife, y quien atesora todo el poder socialista actual, tanto en la Agrupación como en el Ayuntamiento. Así que el PSOE en Arrecife tiene menos afiliados, ha perdido familias enteras y se ha encerrado más en un grupo más pequeño, con un alto componente familiar, con ramificaciones muy cortas, y con un coste político muy elevado por su larga e interesada presencia en el partido.

Pero, desgraciadamente para el PSOE, no sólo pierde afiliados o mantiene un número significativo de descontentos, sino que, además, de su costilla se crea otro partido en Arrecife. Como si de un corte de pelo se tratase, en pocos meses, el ex alcalde y su entorno, arropado por el peluquero de José Luis Rodríguez Zapatero en Lanzarote, y amiguísimo del histórico local Andrés Fuentes (que sufre convulsiones cada vez que ve, aunque sea en pintura, a Corujo), Pablo Eugenio y la sempiterna Paca Toledo, que lo mismo se mete en Tías, en Arrecife o sale por el Cabildo, han revuelto el cotarro y ha creado la Agrupación Socialista por Lanzarote en un santiamén, con afiliados del propio PSOE. Con lo que no sólo los pierden, sino que los van a tener enfrente criticándoles con información más que sensible y cuestionando cada uno de sus pasos. Mal asunto.

Pero, bueno, no hay que olvidar que el PSOE gobierna Arrecife y en un Ayuntamiento en sus manos puede ser todo un potosí para engolosinar a electores despistados y fáciles de contentar. Pero, claro, visto lo visto, tampoco parece que el grupo en minoría que mantiene en el Ayuntamiento bajo el mando de la alcaldesa, Eva de Anta, presumible candidata, y los auspicios de David Duarte, secretario local y concejal multifunciones, en compañía de los desorientados concejales del PIL, les esté dando rédito político reseñable, al margen de las nóminas de los ediles y asesores. Aunque ha impedido que salga una moción de censura de los 17 concejales que se entretienen en la oposición mientras desgobiernan los otros 6 (PSOE) más 2 (PIL), manteniendo el poder, son incapaces de controlar el pura sangre que es el Consistorio capitalino.   El Ayuntamiento va a su aire,  apagando y encendiendo los semáforos al tuntún, sólo apagando las farolas, perdiendo subvenciones de todo tipo y con todos los colectivos a la greña y a la gresca por ese sentimiento de orfandad que sufren por el abandono municipal. Mucho tendría que cambiar la cosa en este año para que la presencia en el gobierno del PSOE deje de ser una carga para convertirse en una fortaleza del partido para conseguir nuevos cargos.

Ahí se queda eso. Mañana más. Ahora toca hacer un poco de bici para desentumecer los huesos y analizar mañana al resto de partidos del municipio de Arrecife, antes de desembarcar en la señorial Villa de Teguise, dominio de nacionalistas e insularistas desde que Dimas Martín se reveló y se rebeló en 1983.

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