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El silencio de Bisbal  

 

Hoy se despide el Carnaval en Arrecife con el entierro de la sardina. Nos toca llorar un rato y quemar lo malo, en espera de que don Carnal marche para Teguise.

Y hablando de lo malo, ¡cuánta falta hace acabar con la opacidad que practica el Gobierno de nuestro Municipio!

Primero denuncié el ocultamiento durante casi un año de la sentencia del contrato de basura (“Así no, Oswaldo” lo titulaba), y el pasado domingo revelaba otra que condena al Ayuntamiento a devolver casi 800.000 euros por la anulación de una licencia en años de incumplimiento de la normativa urbanística.

Quizás pensaron que hasta después de mayo podrían los vecinos y partidos esperar, otro ejemplo de una mala política más propia de tiempos pasados.

Y por si fuera poco, setenta y dos horas después de revelar la devolución de casi 800.000 euros, el todavía alcalde no ha aclarado nada. Será por mala suerte, por la burocracia o por falta de tiempo, pero las muchas cuestiones a responder esperan:

¿Por qué no fue recurrida la sentencia?

¿Cuánto suponen los intereses legales a pagar?

¿Y la condena en costas?

¿Afectará a los presupuestos de 2019?

¿A las inversiones previstas?

¿Es posible la compensación de créditos?

¿Nos llevaremos más sorpresas?

Sigan en la estrategia de callar que ya hablará el pueblo de Teguise pronto. Ya romperá con ese silencio tan grande, tan vacío y tan muerto que cantara Bisbal, que ejerce el alcalde y su grupo. Porque no callan ante la oposición, sino ante los vecinos, como ya hizo, por cierto, con la suspensión de las clases de la Escuela de Música de Teguise, asunto en el que cada día que pasa sin informar desespera más a los centenares de afectados.

Continúen dando razones para el cambio en Teguise.

Mientras llega, acudiré al entierro de la sardina para que la opacidad pase a mejor vida en nuestro Municipio, para que se alumbre uno de mis compromisos para el nuevo tiempo que vendrá en mayo: la transparencia.

Y vayan preparando la máscara que pronto comienzan los Carnavales en Teguise. Antes, tenemos el 8 de marzo y el Desafío Octava Isla, casi nada.

elperiodicodelanzarote.com