PUBLICIDAD

Oswaldo y sus circunstancias...

Eso es lo que hay (Elecciones locales) (VI)

Oswaldo Betancort  (43 años. Tahíche) no nació alcalde pero sí queriéndolo ser. Aunque estudió Derecho me da que nunca quiso ser abogado, con despacho y toga. Se metió en CC, agarró el Comité Local y saltó al Ayuntamiento, destapándose a finales del mandato, en 2010, cuando maniobró para que Rita Hernández se fuera al Gobierno de Canarias, a Turismo ( y de turismo) para él entrar en el Ayuntamiento y sustituirla de concejal. Llegó, le pidió libertad absoluta al alcalde de aquel entonces, el compañero Juan Pedro Hernández, para llevar sus áreas y perras para un fotógrafo que le seguía y le fotografía en todas partes. Y ahí sigue en el ayuntamiento. Desde el 2011 como alcalde, desde 2015, con mayoría absoluta, y siempre con su guardia pretoriana pegada a él, para defenderle y hacerle grande.

 Como hombre todoterreno, Eugenio (Eño, para los amigos) Robayna Díaz; al frente de las finanzas municipales y temas delicados (en este mandato, Urbanismo y Policía Local) el leal Miguel Angel Jiménez Cabrera; Nori Machín lidiando con la Tercera Edad y para Fiestas, Cultura,y protocolos varios la dicharachera Olivia Duque. Un paso más atrás, está Antonio Callero Curbelo, hombre íntegro y más exigente que los anteriores con el cabeza de lista, al que asiste ahora también desde la secretaría del Comité Local. Y pegadito a este, desde La Graciosa, se suma Alicia María Páez Guadalupe, que le ha puesto la gran mayoría de los votos de la Octava isla de su parte. Son todo un equipo, quizás el mejor equipo de todos los ayuntamientos de Lanzarote. Estos seis, incluyendo al líder, son la base del proyecto de CC en Teguise. Los demás concejales vienen y se van, sin pena algunos, sin gloria otros. Son además, la primera generación de políticos de CC que gobiernan Teguise. Antes gobernaba CC, pero con los hombres venidos del PIL. Y ellos han transformado el granero de votos del partido que creó Dimas en su fortín.

Oswaldo Betancort, hombre madrugador y ambicioso, está siempre un paso más allá del que le toca en el presente. Y organizó su vida política como una partida de ajedrez sin resistencia posible.  Lo primero fue despistar a los viejos tiburones del Comité para colocarse de candidato, cuando muchos de ellos ansiaban la plaza, convencidos de que aquel chico, de 33 años de edad, se conformaría con ser concejal e invertir en su futuro político. Se colocó de candidato, se rodeó de un grupo de gente, los citados y otros cuantos más, de su generación y ganó las elecciones. Pactó primero con los populares, pero contra su voluntad tuvo que romper el pacto y acabar gobernando con el PSOE que lideraba en la zona el también concejal José Domingo Morera.

 Sufrió en un gobierno donde todos no hacían lo que él decía. Y no sólo los concejales socialistas, también Echedey Eugenio se le plantó un par de veces y se ganó su expulsión a la lista del Cabildo, donde ha congeniado con Pedro San Ginés y da ahora el salto al Ayuntamiento de Arrecife, como candidato a la Alcaldía. Entonces, se puso como objetivo la mayoría absoluta. Arriesgar en la convivencia diaria con el PSOE, para vender mejor que nadie, y como propia, toda la gestión municipal. Y tuvo el premio en 2015. 12 concejales de 21. La única nueva mayoría absoluta en suelo de Lanzarote y su subida al olimpo. El próximo paso estaba claro: saltar al Cabildo, favorecer la salida de Pedro San Ginés de la Presidencia del Cabildo, hacia el Ayuntamiento de Arrecife, donde reforzara una plaza donde CC muestra debilidad, o hacia el Parlamento, para acabar en el Gobierno de Canarias, después de 10 años de presidente insular. Pero no salió así, fracasó por primera vez.

Y el malestar que le ha agriado a Oswaldo su carácter es ese. El incumplimiento de su hoja de ruta. Una derrota que se cuece en los interiores de CC, y que tiene a David de la Hoz, que fue secretario general antes de que llegara Migdalia Machín, la actual, como principal responsable. Las fintas de buen jugador de balonmano de David, al servicio de Pedro San Ginés, su amigo y valedor, y compañero de pelotas (balonmano) dejaron a Oswaldo sin la suficiente influencia en la organización para favorecer un cambio en el tablero. Ni en la insular, ni en la nacional. Después vino lo de las encuestas y demás estudios demoscópicos para decidir candidatos. Pero todo estaba bien controlado y bien atado por San Ginés y su “compi” De la Hoz.

 No había nada que hacer. Y Oswaldo se percató de ello. Y entonces lanzó el órdago del Parlamento. No de ir en la lista, sino de encabezarla y volvió a sacar las encuestas. Nadie estaba mejor valorado que él para conseguir la cabeza. Ni De la Hoz, que vive fuera y tiene niveles de popularidad muy bajos, ni menos Migdalia Machín, que hasta llegar a secretaria insular, ocupó plaza de segundo nivel como consejera del Cabildo. Las encuestas y las amenazas. “O voy al Parlamento o me marcho”, se le oyó decir. Y ganó la batalla. Pero no se iba a quedar ahí, quería llevar de dos a Gladys, que era tanto como decir que salieran de los puestos de salida de la candidatura al Parlamento, de un plumazo, la secretaria insular y ex secretario insular. Y se le dibujó en sus comisuras una sonrisa malvada. La venganza se estaba ejecutando con parsimonia china. Y lo consiguió porque está vez el jefe supremo, el Clavijo Fernando, compartía estrategia con él porque la jugada significaba más parlamentarios, más apoyos para su investidura.

Y David de la Hoz, segundo, y Migdalia Machín, tercera, se refugiaron en la lista del valedor, del presidente que aspira a serlo cuatro años más, para completar una inédita senda en democracia de catorce años. Oswaldo había ganado el pulso. O eso se creía hasta que empezó la crucifixión de Gladys en la Junta Electoral. Su victoria depende de lo que diga el Tribunal Constitucional. Si vuelve Gladys a la lista, sonreirá feliz. Sacará un buen resultado, y liderará el grupo de diputados de Lanzarote. Si se queda David de la Hoz, se arriesga a convertirse en un diputado de segunda, compartiendo su tiempo con la Alcaldía de Teguise, mientras David se pavonea durante todo la semana por el hemiciclo en la capital tinerfeña.

Pero si la cosa se cierra mal, la venganza de Oswaldo puede tomar forma en el Cabildo. Con Gladys enormemente herida, sin Parlamento, si saca Lanzarote Avanza representación en la institución insular y son necesarios para gobernar, me da que Pedro San Ginés va a sufrir un montón para llevar a la realidad las cuentas que hace en su celular para garantizarse el gobierno del Cabildo y hacer realidad su sueño. Gobernar cuatro más el Cabildo, cerrar un ciclo de 14 años de Presidencia del Cabildo de Lanzarote.  De hecho, hasta el mismísimo momento del juicio final por la noche, o sea, en las negociaciones que se abrirán después de la noche electoral, no se sabrá si San Ginés se ha salido con la suya. O, al revés, si Oswaldo se deja el camino libre para recuperar, cuatro años más tarde, su hoja de ruta. En fin, Oswaldo Betancort y sus circunstancias…   

Comments are now closed for this entry