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¿Transparencia o propaganda?

La presidenta del  Cabildo de Lanzarote, María Dolores Corujo, ha contratado a un buen profesional, a Carlos Hidalgo, como jefe de prensa, que trae desde la Península expresamente para cubrir este cargo que ella crea ad hoc. Además, la presidenta ha venido anunciando al mismo tiempo que quiere “los mejores equipos” para gobernar el Cabildo y  que quiere hacerlo con transparencia, en contraposición a la que ella considera una etapa oscura e indigna, la década de gobierno de CC presidida por su denostado Pedro San Ginés. Y, la verdad, es que los primeros nombramientos que ha hecho ponen en tela de juicio que realmente esté buscando a los mejores  para cubrir esos puestos de responsabilidad. Valoración de la que exceptuamos al propio Hidalgo, al que no conocemos lo suficiente y presumimos que algo debe de tener cuando, por encima del montón de periodistas y comunicadores en general que viven en Lanzarote, la presidenta decidió irlo a buscar para ejercer de jefe de la mayor redacción de Lanzarote, que es, indudablemente, el bien nutrido gabinete del Cabildo, con redactores también en algunas de sus entidades dependientes.

En los nombramientos de Carlos Espino y Juan Félix Eugenio,  compañeros consejeros bajo la presidencia de Manuela Armas, también premiada con cargo, pero en el Gobierno de Canarias, que los unió y de qué manera, no se ve la excelencia por ningún lado. Especialmente porque ninguno de ellos no es que no sean los mejores del ramo es que ni siquiera figuran en el mismo. El propio Juan Félix Eugenio, que es Economista de formación y asesor fiscal el poco tiempo de su vida que no ha estado en un cargo público remunerado, nunca ha dirigido una empresa ajena (ni propia, si exceptuamos su pequeña asesoría) y la relación que ha tenido con alguna del ramo turístico más vale obviarla para no complicar más la situación. Si de verdad quería poner un profesional y no un político al uso, o al desuso, que es lo que es Juan Félix Eugenio después de 20 años de concejal y consejero remunerado, a veces, incluso, los dos cargos a la vez, tendría que haberse apostado por el perfil de un gerente con experiencia en empresas similares. Pero, simplemente, se ha apostado por tirar del político disponible, que venía desde hace tiempo presionando para aterrizar en algún cargo público porque parecía que tenía mono de las prebendas que eso conlleva.

 ¿Y la transparencia, se ve la transparencia por algún lado? Nada. Ni mucho menos. Se celebró el primer pleno del mandado después de constituida la corporación y no hubo ni una simple nota de prensa del mismo. ¿Ganas de pasar desapercibida? No lo parece si nos atenemos al montón de notas que ha mandado de sus reuniones propagandísticas con los trabajadores de los CACT, con el comisario de la policía canaria,  de su visita a los bomberos e incluso, de una cosa que debe producirse de corpus a ramos, que es una reunión con sus propios consejeros, incluidos los no electos, que también tienen pinta de ser los mejores especialistas posibles para las áreas que van a llevar a las órdenes de la señora. Entonces, si hay tantas notas y tantas fotos, ¿por qué no se sacó una mísera reseña de ese pleno? Sencillo, era el pleno en el que la señora presidenta y sus queridos consejeros se subían el sueldo un 6,37%  y un 5% respectivamente, y eso parece que no le debe de interesar a los ciudadanos. ¿O no le interesa a la presidenta que lo sepan los ciudadanos? ¿Entienden dónde radica la diferencia entre transparencia y propaganda?

 El pleno de la vergüenza, como lo califican algunos, no tuvo eco oficial. No se le quiso decir los sueldazos que cobraban cada uno, que encima lo deciden ellos sin contar con nadie, ni las dietas ni la subida que se habían hecho. Creen que se pueden poner el sueldo que quieran sin contar con nadie y sin decírselo a nadie. Esas son de las cosas que no interesa decir, porque es bueno que la gente piense que están ahí por el amor al arte, al arte político. No quieren, con actitudes como estas, que los ciudadanos sepan casos como el de aquel político lanzaroteño que iba a Cuba a entregar 300.000 pesetas de solidaridad y se gastaba un millón de pesetas en el viaje y, además, después de pegarse allí quince días a cuerpo de rey, con funcionario canario a su servicio incluido, venía con más dinero que si hubiese estado trabajando. El afortunado no solo seguía cobrando el sueldo íntegro sino que además se sumaba las cuantiosas dietas de viaje internacionales como si hubiese estado trabajando realmente y no departiendo felizmente con las curiosas cubanas. El caso es real pero los hay más sangrantes todavía.

No les interesa tampoco que se sepa que tendrán tres consejeros liberados al 90%, cobrando más de 3000 euros mensuales, 14 pagas, para que puedan seguir llevando sus negocios, sus panaderías cafeterías o sus despachos a pleno rendimiento. Son tan generosos que no quieren perderse, ni aquí ni allí, un euro. Y después se atreven a hablar de redistribución de la riqueza, cuando ellos ansían quedarse con toda. Con la pública y con la privada, y no precisamente por necesidad. Me imagino que Andrés Stinga (PSOE), Nerea Santana (PP) y Rosa Mary Callero (PSOE) estarán muy a gusto con un pacto PP y PSOE porque sus comportamientos, obviamente, no guardan ninguna diferencia. Vergüenza ajena. En cambio, la podemita Nona Perera no sólo ha criticado la subida salarial y dejado claro que parte de su sueldo se destina a donaciones sociales por imperativo de Podemos, sino que aclara públicamente que su sueldo del 98% es realmente una dedicación en exclusividad y que actuará en consecuencia. Explica la conocida arqueóloga, doctora en Prehistoria y Premio Extraordinario de Doctorado que renuncia a ese 2%  para salvar su actividad investigadora en los yacimientos históricos de Lanzarote que está llevando a cabo. Con lo que su actitud, no sólo no se le puede reprochar sino que hay que aplaudírsela porque esas investigaciones tienen un enorme valor para nuestra comunidad y su excelencia profesional recomienda que sea así. Es la diferencia entre unos y otros. Los primeros quieren hacer caja, cuanto más mejor, y la segunda reclama poder seguir investigando para beneficio de la sociedad y su propio desarrollo profesional.

Nos podríamos quedar con que todos los ayuntamientos de la isla han tenido el mismo comportamiento que el Cabildo. Que todos han ocultado su sueldo porque saben que está muy por encima del que reciben los votantes, y muy por encima del que ellos mismo se merecen o han ganado alguna vez. Pero no sería cierto. Sí hubo un ayuntamiento que mandó nota con todos los datos de ese primer pleno, con todos los sueldos, con todos los liberados, con las características de los asesores. Fue el de San Bartolomé, el que preside, por primera vez el socialista Alexis Tejera, que no solo ha sacado más votos que Dolores Corujo en el municipio sino que, además, no esconde lo que él y sus compañeros cobran por prestar sus servicios a los vecinos de San Bartolomé. Todavía queda esperanza.

Transparencia es mucho más que decir lo bueno de mil maneras. Es, sobre todo, dejar que los demás tengan libre acceso a la información para hacerse una composición de lugar sin intermediarios que decidan qué debes saber y qué no me interesa que sepan.

   

 

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