El “… Y tú más” de Dolores Corujo

La presidenta del Cabildo de Lanzarote, la secretaria insular del PSOE, María Dolores Corujo Berriel, ha perdido una oportunidad histórica de dar un salto cualitativo en el comportamiento político al uso en esta isla. Pero ha preferido, claramente, instalarse en el ya tradicional  “… Y tú más” que tanto escarnio ha significado para el erario público. Tampoco Juan Félix Eugenio Rodríguez, que sigue de baja del PSOE por una imputación, ya superada, por el caso de la “la gasolinera de Playa Blanca”, se lo ha puesto fácil.

En esta ocasión, al revés que en las tres ocasiones en las que sí lo ha hecho a lo largo de su dilatada trayectoria en cargos públicos remunerados, no ha querido conjugar el verbo renunciar o dimitir, aunque sea la única en la que está más que justificada.

Juan Félix dimitió en el año 2000 de su cargo y acta de consejero de Asuntos Sociales y Transportes, de forma irrevocable, porque exigía que le pusieran dos asesores y le quitaran la responsabilidad de Transportes. A los pocos días, renunció a la renuncia  al saber que no podría ser liberado en Tías, donde también era concejal de Hacienda, según se comentó en aquella época. En enero de 2005, volvió a dimitir, en esta ocasión  de su cargo de concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Tías, porque, según se dijo, le agobiaba que el alcalde cobrara casi el doble del sueldo por dietas de viaje y él estuviera todo el día, todos los días, en el Ayuntamiento llevando la carga municipal y con el sueldo pelado. Juan Félix volvió a dimitir en 2012, de portavoz del PSOE en la Oposición en el Ayuntamiento de Tías, al sustituir a José Juan Cruz, que aprovechó la primera oportunidad para garantizar sueldo en el ISTAC, porque no le dieron la opción de compatibilizarlo con el cargo de asesor en el Cabildo, donde ya gobernaba el PSOE con la CC de Pedro San Ginés, a pesar de toda la guerra de guerrillas previa. Desde 2012 hasta ahora, Juan Félix se ha dedicado a trabajar en su asesoría fiscal, en Tías, donde también labora en estos últimos años su pareja, y a intentar una y otra vez volver a la política, sin demasiada fortuna. Quizás por eso se explique que haya aceptado un cargo como el actual, de alto riesgo para él, y también que no dimita.

Pero una cosa es la voluntad o no de Juan Félix, que puede ver este cargo como una oportunidad para volver a la política remunerada, y otra la de la presidenta y secretaria general, que ilusionó a la población de Lanzarote con dar un giro hacia la transparencia y las buenas prácticas. Y todavía más increíble es que no haya un sector interno, próximo a ella, que le explique la situación con meridiana claridad. En estas situaciones, al igual que con la virginidad, solo hace falta una vez, la primera, para dejar de ser lo que se era, para empezar a ser otra cosa.

Las vagas respuestas del grupo de gobierno del Cabildo, donde el  PP se ha contagiado hasta con cierto entusiasmo de la sinrazón del PSOE de mirar para otro lado, con la nariz tapada, no soportan el mínimo análisis. Dicen, como manto protector, que hay otros proveedores que también mantienen deudas con los CACT como la empresa Customer Travel, S.L, de la que es socia al 50%  Carolina Batista, pareja del nombrado consejero delegado y gerente, Juan Félix Eugenio Rodríguez. ¿Qué quieren decir exactamente? ¿Que hay otros políticos cuyas empresas de sus mujeres deben dinero a los CACT? ¿Que se han nombrado consejeros delegados de los CACT a maridos  de propietarias de empresas que han dejado pufos de más de 400.000 euros  en la entidad pública? ¿Que da igual que la deuda sea de un particular que de la mujer de un consejero que está en activo cuando se consuma la mayor parte de la deuda? ¿Que es normal en Lanzarote que la mujer de un político consiga crédito para su empresa en una entidad de la corporación en que esta su marido de consejero? ¿Respalda el PSOE de Lanzarote, el PSOE de Canarias, el PSOE de España, y el PSOE del Mundo este tipo de actuaciones y compatibilidades?

La presidenta del Cabildo, la secretaria general del PSOE de Lanzarote, la Comisión Ejecutiva Insular de Lanzarote, el propio Juan Félix Eugenio, el secretario de organización del PSOE, y principal apoyo de Juan Félix para aceptar este cargo, saben perfectamente que este nombramiento es incompatible con la ética, la estética y el sentido común.

Sin ir más lejos, pongamos por caso que la empresa de la que es social al 50% la pareja del consejero delegado haya actuado de forma fraudulenta (es sólo una hipótesis) y haya que ir en contra de los administradores solidarios por la vía penal. Pensemos, dentro de esa hipótesis, que mientras no se pagaba esa deuda con los CACT, que crecía sin control, los administradores, o la administradora, tuvieran o tuviese un ritmo de vida no ajustado a la también hipotética mala salud de hierro de la empresa,  y disfrutará del uso de coches de alta cilindrada, cruceros por fiordos, comidas y comilonas, fiestas sin parar  y proyectos inmobiliarios en primera línea de playa. Todo esto va en la hipótesis, para buscar el absurdo del nombramiento, sin necesidad de que coincidan con el comportamiento real. Si fuera así, y tratándose de una empresa pública, de dinero público, ¿no tendría que ser el consejero delegado de los CACT quien solicitara al consejo de administración explorar la vía penal para ir en contra de los administradores por presumibles delitos societarios? ¿Iría Juan Félix contra su pareja, entre otros, para recuperar los 570.000 euros que ya se le adeuda a los CACT y castigar el comportamiento presuntamente ilícito de los administradores?

Esa actuación judicial entra en las obligaciones que debería desarrollar un gerente o consejero delegado llegada esa situación. Tener un consejero delegado al frente pensando más en el daño que le va a causar a su pareja y a sí mismo no es suficiente garantía para preservar el bien nombre y los cuartos de los CACT, del Cabildo y de todos los lanzaroteños. Eso lo sabe cualquiera. También la propia presidenta. Pero siempre le queda el “… Y tú más”.