PUBLICIDAD

Homenaje a Ismael y Marcial Brito

Ismael Brito, luchador del Arrecife en los años 80 del siglo pasado.

Mañana viernes, día 23 de agosto, a partir de las 20:00 horas,  el terrero de la Ciudad Deportiva Lanzarote acogerá la interesante luchada que enfrentará a las selecciones de Lanzarote y Tenerife de lucha canaria. Las tradicionales luchadas de San Ginés han sido desde siempre un plato fuerte de las fiestas de la capital y los lanzaroteños teníamos la oportunidad de ver a los mayores exponentes de la lucha canaria en el mundo entero y verlos, además, enfrentarse a nuestros luchadores locales.

Hubo épocas donde las competiciones no existían y las luchadas de San Ginés se esperaban como agua de mayo.  Tengo innumerables recuerdos de los luchadores de aquí y de allí de esas luchadas. De noches mágicas que eran tema de conversación en la isla durante meses. No eran, obviamente, una sola luchada, sino que se aprovechaba que se traía un equipo de fuera, cuando no estaba la bonificación del 75%, y se le sacaba el máximo jugo a los luchadores. Dos y hasta tres luchadas seguidas con potentes equipos, reforzados los de aquí, que acudían en modo casi de selección, con otros luchadores que pudieran hacerle frente a los hercúleos puntales del equipo visitante. Disfruté mucho viendo luchar a Vicente Alonso, a los hermanos Cano, a Parri II, a Melquiades, a Valencia, a Palilla, a los hermanos de la Rosa, Tonono, y a un sinfín de luchadores, apretujado entre miles de aficionados en los distintos terrenos habilitados de aquellas épocas.

 Ahora, mañana, tenemos una buena luchada, una selección de Lanzarote contra una de Tenerife, equiparadas por las exigencias de un equipo. O sea, Tenerife puede tener muchos puntuales A, pero tiene elegir entre ellos a uno que se enfrente al único que tiene Lanzarote, Kiren González. Y así hasta la cola. Se puede ver una buena luchada, pero me gusta porque yo estoy empeñado en que Lanzarote haga un equipo de Primera, para competir en esa categoría a nivel regional, con una  selección de luchadores de la isla. Y este encuentro nos puede dar una idea del potencial y del atractivo que tiene.

Pero antes de que comience la lucha, por eso les recomiendo que vayan pronto, se les tributará un merecido homenaje a dos luchadores muy queridos y admirados en sus tiempos de brega. Se trata de Marcial Brito “El Salao”, hijo de una estirpe de luchadores de alto nivel, entre la que incluimos a sus dos hermanos, e Ismael Brito, un estilista de genio que encandilaba con su espectacular forma de luchar. Ambos eran luchadores en Arrecife, aunque representan dos estilos distintos, pero los dos exitosos.

Marcial Brito "El Salao", de pie, el segundo por la izquierda, alineado en el equipo U.Lanzarote en los años 70 del siglo pasado.

 Marcial, mayor que Ismael (aunque son Brito los dos, no son hermanos), estuvo durante dos épocas bien diferenciadas, primero en los años 70 del siglo pasado, en el U. Lanzarote, una selección de Lanzarote, donde estaban recordados luchadores como Antonio Bermúdez, Camurria, los hermanos Pérez, entre otros muchos, y después, ya metido en años, volvió a mediados de los años Ochenta del siglo pasado. Hombre fuerte, con pachorra consentida, sumaba a su saber luchar y su fuerza, su enorme temple. Su tranquilo caminar, su calva pronunciada, su forma de recogerse el pantalón, todo hacía presagiar que sería carne de cañón, en su segunda época, del brioso luchador joven que le esperaba en el centro del terrero desde hacía no se sabía bien cuánto tiempo. Pero él llegaba, se agarraba y ya hacía sentir a su contrario que aquella pinta de viejo, extraviado en el tiempo, escondía al propio Sansón. Su brazo pesado caía sobre la espalda rival como si le hubiese echado un ancla a los sueños del contrario, que sorprendido se enredaba en amagos y luchas impropios de su categoría hasta que “El Salao” le amargaba la noche con una levantada rematada de una falsa burra. Aplausos desenfrenados de la afición capitalina mientras Marcial, con la sonrisita en los labios, comenzaba su regreso a su bando, con la misma parsimonia con la que se citó en el centro del terrero.

Ismael Brito era todo lo contrario. Ismael era maña, movimiento, espectacularidad, estudio del contrario y combinación de técnicas. Era una máquina de hacer luchas. Pardeleras, garabatos, medias caderas y una enorme capacidad para contener al contrario. Al lado de hombres corpulentos como Ramón González o Ángel García, con los que compartió equipo en Arrecife y éxitos, parecía poca cosa en la alineación inicial. Pero desde que salía al terrero, el público le seguía con un fervor especial. Era valiente, decidido, humilde, todo un gran luchador. Pero las frecuentes lesiones le obligaron a retirarse antes que los de su propia generación. Incluso así, siempre fue un fiel seguidor del Arrecife, al que le unía una amistad con todos los luchadores y mandadores. Era, además, una buena persona, un buen compañero que en los entrenamientos te intentaba enseñar lo mucho que sabía él. Tuve la oportunidad de pertenecer a ese equipo y de entrenar con él y con su hermano Gelo, un enorme luchador también que nunca dio en los terreros todo el potencial que tenía porque se ponía nervioso, le superaba el miedo escénico del público. En cambio, entrenando desplegaba tal variedad de técnicas y saber que no podía negar ser hermano de Ismael.

Vale la pena acercarse al terrero de la Ciudad Deportiva de Lanzarote mañana para disfrutar de esa luchada de San Ginés entre las selecciones de Lanzarote y Tenerife. Pero también vale la pena llegar temprano para homenajear con un fuerte aplauso a estos dos héroes del terrero. Especialmente, las miles de personas, de lanzaroteños y lanzaroteñas, que disfrutamos viéndoles luchar. De biennacidos es ser agradecidos. Y, como luchadores, Ismael y Marcial se merecen nuestro aplauso fuerte en reconocimiento a esa emoción que nos transmitieron.

Comentarios

#2 El Cotorro 22-08-2019 13:11
Un gran acierto el reconocimiento a Ismael. Un prototipo de un gran luchador.
" El Salao " fue uno más en conocimientos luchísticos, Siempre le valió, su envergadura y el pelo que fue tomando con los años.
#1 Ismael Pérez 22-08-2019 10:50
Excelentes semblanzas; mejor anecdotario. Magnífica efeméride. Inmejorable propuesta...

Comments are now closed for this entry