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Las "24 horas de balonmano"  

 

El 19 de marzo de 1975 estaba yo en Gran Canaria, en la Universidad Laboral de Las Palmas estudiando COU, en régimen de interno. Estando allí me carteaba, además de con mis padres, con mi hermana Rosario y con Margot. Ambas jugaban en el equipo de balonmano que había dejado hecho, con niñas de mi barrio, Titerroy, desde el curso anterior 1973/74.

Por las cartas de mi hermana y de Margot supe que ese miércoles de marzo, que por entonces era festivo, la Delegación Insular de Balonmano, que por entonces llevaba Guillermo González Raviña, organizaba un torneo "doce horas de balonmano". Según las cartas se celebró en la cancha del Instituto Agustín Espinosa.

Ahí quedó y al regresar a Lanzarote, tras finalizar el curso, de inmediato me involucré en el entonces incipiente San José Obrero.

Al margen de que durante todo el verano de 1975 el "San José" se fue consolidado, ya entrados en 1976 éramos todo un club, con equipos en todas las categorías.

Por lo que fuera, al acercarse las Fiestas de San José Obrero, las de Titerroy, recordando las "Doce horas" de Guillermo González y que dado que en el 75 Don Francisco González, el párroco del Santa Coloma, había organizado un torneo de balonmano; se me organizar un torneo de balonmano que durara 24 horas.

Para ello era necesario una cancha en la que jugar durante la noche. En aquel tiempo la única cancha de balonmano con luz era la del polideportivo Avendaño Porrúa, la que hoy es el pabellón cubierto de la Ciudad Deportiva Lanzarote.

Había que hablar con Román Cabrera, que entonces vivía en la calle La Niña, al lado del Colegio Benito Méndez. Román, tras un buen rato discutiéndolo que no se trataba de una locura, accedió a dejarnos jugar durante la noche.

Durante el día queríamos jugar en nuestra cancha, la del Colegio Sanjurjo Maneje. Le presentamos la idea a Doña Emilia Trujillo, entonces directora del colegio y, lo mismo: tras convencerla de que no se trataba de una locura, tuvo a bien cedernos el uso de la cancha, con solo una condición: que no se jugara durante la celebración de la Santa Misa en honor a San José Obrero, que, si no recuerdo mal, se celebró a las seis de la tarde.

Las canchas, que era lo imprescindible, estaban. Siendo así, el sábado 1 de mayo de 1976, en la cancha del Colegio Sanjurjo Maneje (hoy CEIP Titerroy), a las 9 de la mañana, comenzó a jugarse el I Torneo "24 horas de balonmano" que organizaba la Asociación Juvenil San José Obrero. A las 17 horas para de jugar y sobre las 19 horas se reanudaron los partidos en la "raposa del Poli" (cancha polideportiva del Avendaño Porrúa). Sobre las 7 de la mañana se jugó la última semifinal senior masculina, cerramos la puerta del Poli y nos fuimos a desayunar con churros de Casimiro. Sobre las 10 de la mañana se empezaron a jugar las finales, de nuevo en la cancha del Sanjurjo.

 

Un grupo de jóvenes de Santa Coloma, hoy Titerroy, habíamos demostrado que no estábamos locos. En Canarias se había jugado el primer torneo de balonmano durante 24 horas seguidas. Desde entonces, nunca se ha dejado de celebrar.

Este año 2020 toca celebrarse el XLV Torneo "24 horas de balonmano", si el Coronavirus lo permite.

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