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Readmisión de Wilfredo, ya

El nuevo consejero delegado de los Centros Turísticos ha declarado que, en el caso de Wilfredo Toribio, dejará que la decisión final sobre su readmisión o no la tome el Grupo  de Gobierno del Cabildo y no el Consejo de Administración de los propios Centros que, a mi entender es el órgano directivo más apropiado. Bueno me imagino que en el caso de decidir el despido, la culpa se repartirá entre muchos, y así, él y Dña. Astrid, su mentora, saldrán mejor parados.

En todo caso, espero que el Equipo de Gobierno esté a la altura de las circunstancias y termine de una vez con esta lamentable y desproporcionada situación de un trabajador que solo defendió, quizás con alguna contundencia verbal, sus derechos junto a más de cincuenta compañeros.

 Creo que el refrán de “no hay mal que por bien no venga” pueda tener una aplicación práctica en la resolución de este problema ya que algunos de los miembros del Grupo de Gobierno, a mi parecer, no aceptarán ser cómplices de ninguna patraña y se posicionen en el raciocinio y la justicia.

 Creo que de forma objetiva deben valorar, a la hora de decidir sobre la futura situación de un trabajador y su familia, algunas de estas premisas:

 En primer lugar, Wilfredo quiere seguir trabajando y no desea ninguna indemnización millonaria, alrededor de los 60.000€.

 En segundo lugar, tendrán que valorar el coste que ha habido con este caso. Ya se celebró un primer juicio que dictaba despido o readmisión. Luego los recursos interpuestos que corroboran la primera sentencia, despido o readmisión. Ambos han costado bastante dinero. Si se opta por el despido, habría que añadir los 60.000€ antes citados. Los Centros ya están económicamente como están para estar con estas alegrías dinerarias para salvar, exclusivamente, el “orgullo dañado” de la consejera de los Centros del momento, Dña. Astrid.

 En tercer lugar, el agravio con otros casos de disciplina en el Cabildo y los Centros con iguales circunstancias y distintas resoluciones: Uno que insultó durante su jornada de trabajo a otros trabajadores, apercibimiento. Otra que está pendiente de la sentencia del recurso interpuesto por el Departamento de Personal, sigue trabajando y cobrando hasta que se dicte la misma. Otro de los Centros, con sentencia del recurso idéntica, readmitido.

 Mientras, Wilfredo realizó sus “insultos y amenazas” fuera de su jornada laboral, en medio de una manifestación y nadie, ni la policía presente, lo denunció inmediatamente. Ganó un primer juicio. Se quedó en casa sin cobrar un duro más de un año hasta que salió esta última sentencia del segundo juicio y, ahora, su readmisión depende de la ecuanimidad de los miembros del Grupo de Gobierno del Cabildo.

 Por último, valorar la situación familiar del trabajador. Un año y pico después, es hora de cerrar y readmitirlo, es lo más barato y justo. En todo caso, si se hubiese merecido una sanción por los “insultos y amenazas” que le inculpan, después de todo este tiempo de angustia, ¿no estaría suficientemente castigado?

 

 (*) Ginés de Quintana Cabrera es consejero y portavoz de Alternativa Ciudadana 25m en el Cabildo de Lanzarote

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