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Otro alcalde para Arrecife

El lunes, Arrecife tendrá un nuevo alcalde. Apenas nueve meses después de las elecciones, los concejales vuelven a decidir quién es el alcalde. Tienen todo el derecho a hacerlo. Además, son los únicos que eligen alcalde. Sí, los únicos. Los ciudadanos, por ley, eligen sólo a concejales. Pero la democracia que nos dieron los padres de la Constitución y sus herederos universales, por gracia de los electores, sigue después de ese acto tan propio de domingo y que se repite como los años bisiestos cada cuatro años. Pero que sea así, no significa que el abuso no sea censurable.

Nadie ha dado una razón lógica para echar a Cándido Reguera de la Alcaldía de Arrecife. Nadie. Lo que no significa que no las haya; seguro que hay muchas, estoy convencido de ello. Pero lo estoy más de que no se ha puesto ni una sobre la mesa. Por ninguno de los 25 concejales que conforman la corporación municipal.

 Entiendo que Manuel Fajardo quiera ser alcalde y que sus seis compañeros concejales de CC le prefieran a él que a Cándido. Faltaría más. Entiendo que Alternativa Ciudadana y sus dos concejales prefieran que Cándido no siga de alcalde de Arrecife. Entre otras cosas, porque ya estaban en contra de ello hace nueve meses y mucho más tiempo. Entiendo que Pedro de Armas prefiera navegar por los mares del sur de América lejos de la debacle de su PNL y las conspiraciones tan poco productivas para sus intereses partidarios de Arrecife. Del PIL y de sus dos concejales entiendo menos porque no sé con certeza dónde están, si realmente están, si son dos, ni cómo van a salir de separados o juntos con estos movimientos capitalinos.

 Estos doce concejales han estado en la oposición estos meses; algunos pudieron estar en el gobierno, la mayoría de ellos, pero los caminos inescrutables de la política y el interés hicieron que fueran otros. Nada que ver con Arrecife. Han estado en la oposición, pero ni tan siquiera su actitud crítica, bastante normalita y hasta fofa, explica este ajuste de cuentas.

 Porque es un ajuste de cuentas. Especialmente eso. El lunes, doce, a las doce, estos doce concejales se separarán. Nueve de ellos disfrutarán de las mieles del poder. Los siete de CC y los dos de AC-25m. Los otros tres seguirán, por el momento, ahí, sin saberse ya, o sí, si son dos más uno o tres por separado. En apenas ocho meses habrán formado parte del gobierno veintidós de los veinticinco concejales electos. No dudo que son todos ellos ciudadanos que de forma desinteresada dedican su tiempo a la vida política. Sin pretensiones espurias ni afanes de poder. Por ello, me encaja todo menos. A pesar de que lo entiendo.

 Además, sorprende más cuando no son estos doce los que, a las doce del día doce, conquistan el gobierno con el apoyo de un díscolo del gobierno ya roto. No, no es así. Son cinco del actual grupo de gobierno los que apoyan a Manuel Fajardo para que, con la inestimable ayuda de AC-25m, sustituya a Cándido Reguera y derribe el poder del PP en la capital. Es el PSOE quien mejor evidencia esa falta de razón en el cambio. No hay razones locales en este movimiento. No las hay. Aunque hay miles de razones para echar al PP del gobierno de Arrecife y de otros muchos sitios, en este movimiento de concejales sólo hay una: quitar a Cándido porque así se ha ordenado.

 Casi se me saltan las lágrimas al ver a la alcaldesa accidental, Nayra Callero, decir, acongojada, que todavía estaba esperanzada con ver de alcalde al socialista José Montelongo, que abandona los brazos del PP para caer en los de CC con tan pocas ganas como motivos. Pero él sabe que lo hace por imperativo regional. Aún así, ha visto como ha pasado de sacar sólo cinco de los veinticinco concejales su lista electoral a poder ser incluso alcalde, y no por no darle un disgusto a Nayra, sino porque los alcaldes los eligen los concejales y él, ahora, tiene trece que piensan que es la persona adecuada. Hay ocho concejales del PP que quieren que sea alcalde y él sabe que los cinco de su partido lo prefieren a Manuel Fajardo, al igual que piensan que gobernar con el PP es mucho más seguro que gobernar con AC-25m.

 Entonces, yo no entiendo nada. Si el pueblo elige los concejales y los concejales al alcalde, por qué no es alcalde Montelongo si lo apoyan trece concejales? Y si hay trece concejales que apoyan a Montelongo, ¿por qué el PSOE no exige la Alcaldía en este pacto con CC que, además, reforzó la Presidencia de CC en el Cabildo cuando Pedro se cansó de Astrid, que se quedó también desesperanzada? Tengo la impresión de que a este nuevo alcalde ni lo eligió los ciudadanos, como a ninguno, ni tampoco los concejales, como a todos. Me da que a este lo eligen dos partidos para castigar a otro partido. Que Arrecife es sólo una batalla residual de una guerra regional que entorpece la credibilidad de los ciudadanos y la motivación de los políticos locales.

 A pesar de ello, nada nos dice que el nuevo vaya a ser peor que el que se va. Nada. Puede ser un buen alcalde, mejor que Cándido y que Montelongo. No tengo ninguna predilección. Pero las cosas como son: la jugada “magistral” me parece bastante burda para una ciudad que aspira a sacar la nariz de la ciénaga política de Arrecife. Cuando se pierde la estética, la ética también se quebranta.

 Hace falta algo más, porque ni tan siquiera hubo desamor en el grupo de gobierno. Y por eso, Cándido dimitió. Sabe que los rescoldos del amor pueden prender de nuevo cuando empiecen los primero roces entre los casados por interés. Por decisión de partido. Quedan más de tres años de mandato y en Lanzarote nunca se sabe. Suelen pasar cosas paradójicas: suelen cambiar de presidente o alcaldes más de una vez en un mandato pero siempre son los candidatura cc arrecifemismos los que están gobernando. Más que paradójicas, absurdas. Así nos va.

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