EDITORIAL Sí, al petróleo; no, a los canarios

La decisión del Consejo de Ministros español de aprobar hoy las prospecciones petrolíferas en las costas enfrente de Lanzarote y Fuerteventura se vive como “una declaración de guerra” por parte de los colectivos sociales, políticos, culturales y económicos de estas dos islas.

Lejos de amilanarse ante la presión popular e institucional de estas islas, que cuentan también con el apoyo del Gobierno canario, ha acelerado la marcha para conseguir lo que verdaderamente le interesa a Repsol, al Estado español y al ministro José Manuel Soria.

El gobierno español ha dejado claro, de esta manera, de tan mala forma, que es innegociable la extracción del petróleo, en caso de que se confirme su existencia bajo las aguas canarias, y que todo lo demás es secundario. Sí al petróleo; no a los canarios parece que es lema con el que se puede resumir una actuación gubernativa que aplica su rodillo en las aguas de ultramar. Un futuro realmente negro.

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