Un secreto demasiado largo
Este mes de abril, el día 19, se cumplen dos años del inicio de
Todavía tenemos grabadas las imágenes de aquellos dos lunes, el del 25 de mayo de 2009, y el del 19 de abril de 2010, en el que se pusieron patas arriba el Ayuntamiento de Arrecife y el de Yaiza y
Tres años después, el proceso nos ha dejado un sabor agridulce. Aquella investigación que desplegó importantes recursos y medios, que mantenía bajo vigilancia a los sospechosos, que espiaba su vida diaria, pinchaba sus teléfonos y los detenía con el despliegue impresionante de casi una docena de agentes de
Hace meses que la nueva jueza del Juzgado nº5 de Instrucción de Arrecife, María Lucía Barrancos Julián, trabaja denodadamente entre los miles de folios del expediente del caso y busca darle salida a la causa. Las piezas separadas, que ya apuntábamos por aquí desde el principio para no convertir el caso en un macrojuicio enrevesado y estéril ni mezclar presuntos corruptos con otras cosas que se encontraron los investigadores al pasar por allí, parece ser una buena solución para descargar peso del sumario y acelerar el proceso.
Todavía está bajo secreto sumarial la mayor parte de esas investigaciones. Tuvimos acceso a unos diez mil folios de
Hay cerca de un centenar de imputados, personas de diferente procedencia social y responsabilidad pública y privada y han pasado casi tres años unos y dos años otros cargando con la pena añadida de ser apuntados con el dedo sin recibir la sentencia que les quite de presuntos o los convierta en culpables. Demasiado tiempo para ellos. Y también para la sociedad que ve como pasa el tiempo y la justicia no pone las cosas en su sitio. Temen, además, que estas dilaciones se puedan convertir en claves para que lo que se puede demostrar no se pueda condenar por vicios en el procedimiento.
Es la hora de conocer qué se sabía para actuar con la contundencia que se hizo y de sentar ante un tribunal a los imputados. Previamente, el secreto sumarial deberá levantarse. Seguro que ya queda menos.