Políticos (I)
A lo largo de los casi treinta años de profesión, he tenido la oportunidad de conocer a muchos de los políticos de esta isla de Lanzarote. Con unos he tenido más confianza, con otros menos, pero a la gran mayoría los he seguido con interés a través de los periódicos, revistas, radios o televisiones en las que he trabajado desde los años ochenta hasta la actualidad.
El hecho de que haya tenido también cierto nivel de responsabilidad en algunos medios, y que me haya dedicado al análisis político, me ha permitido tener un contacto cercano con los primeros espadas, entendiendo como tales a los líderes insulares de los partidos, presidentes del Cabildo, alcaldes, parlamentarios, senadores, diputados y cargos del Gobierno de Canarias. Ahora quiero hablarles de ellos, de los que me acuerde y como me acuerde, en una serie de artículos que empiezo hoy y que llevará por título “Políticos” y su correspondiente número dependiendo de si es el primero, segundo, tercero o trigésimo. Será larga la serie, pero todos los artículos serán por sí mismos completos. Con un contenido que no exige continuidad para saber de qué va.
Ha habido muchos políticos en Lanzarote a lo largo de estas tres décadas. Unos siguen en activo, a pesar de ya estaban aquí en los años ochenta y otros son de reciente incorporación. También ha habido bajas significativas por muerte y otros que se han retirado o los han retirado los electores o sus propios compañeros. Hay de todo: altos, bajos, guapos, feos, simpáticos, trincones, generosos, casi analfabetos, licenciados, listos, espabilados… Como en la sociedad misma. Es verdad que puede que haya predominado un político más interesado en su posición personal y en las prebendas del cargo que el entregado ciegamente al interés público. Que haya habido más interés personal que vocación pública. Pero también hay personas que han aportado buenas cosas a lo público, con las ya conocidas carencias generales. Tampoco es fácil acercarse a un periodo y a unos políticos que están bajo sospecha judicial, que están pendientes del macrojuicio del caso Unión para que las sospechas desaparezcan o les conviertan en delincuentes. También sabemos algo de qué se hacía y cómo se hacía. Esta serie de artículos da para mucho, vamos a ver qué sacamos.
Hay historias realmente llamativas y personajes muy mediáticos. Y también da juego para descubrir las operaciones de marketing que han hecho que políticos que han actuado de una forma proyecten y se crean una imagen de sí mismos que nada tiene que ver con la realidad.
Afrontamos esta serie como un reto donde pretendemos aportar datos que sirvan para conocer mejor esta pequeña y reciente historia política de Lanzarote. A lo mejor ayuda hasta para hacer las cosas de otra manera y romper los vínculos con formas y modos que eran objetivamente malas pero que se han colado en nuestros recuerdos como cosas positivas. Tampoco en la política la nostalgia es buena consejera. Aunque ya hablaremos de consejeros, consejeras, ediles, diputados, senadores, alcaldes y alcaldesas con más dedicación en los próximos capítulos. Sirva este de mero prólogo y presentación.
