Las papeleras para el carril bici

Las obras que adjudicó el Cabildo de Lanzarote en las inmediaciones de la Escuela de Pesca, en Arrecife, y su amueblamiento urbano son todo un ejemplo de cómo se pueden hacer las cosas sin el menor sentido. En primer lugar, hacen el carril bici con adoquines, a pesar de que se le pide que no lo haga así porque el adoquín no sirve para estos carriles. Se ha visto así, en la Avenida de Matagorda, donde pusieron adoquines, encima cruzados, y los ciclistas van por fuera del carril, por el borde, que es de pizarra, para evitar el castigo al que le somete los saltitos que va dando la bici. Pues debe de ser que ninguno de los políticos y técnicos del Cabildo tienen bici. Que puede ser. Pero ya sorprende más que todos sean sordos y no hayan oído las quejas de los que sí tienen bici. Y puestos a seguir con los disparates, ponen las papeleras de esa zona y acaban al lado del carril bici para que el peatón que necesite tirar algo, pongamos por ejemplo la caquita de su perro, tenga que invadir él  con su animal el carril y poner en riesgo su integridad y la del ciclista. ¿Pero tan difícil es hacer las cosas con un poco de fundamento?