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UN SISTEMA EDUCATIVO DE ÉXITO PARA CANARIAS

 

 UN SISTEMA EDUCATIVO DE ÉXITO PARA CANARIAS 

BASES PARA UN ACUERDO SOCIAL Y POLÍTICO

 

 

 Un sistema educativo de éxito garantiza una amplia igualdad de oportunidades, facilita la participación social, promueve la eficacia en todos los centros para atender a las necesidades educativas del alumnado y alcanza los mejores resultados en el aprendizaje.

 

   

Índice

 

 

Introducción…………………………………………………………………..4

 

Finalidad y características……………………………………………..5

 

Proceso de elaboración………………………………………………….7

 

 

 

 Introducción

 

Tenemos el convencimiento de que superar lo grandes retos que la educación tiene en Canarias es algo que está a nuestro alcance. Podemos construir un sistema educativo de éxito si nos apoyamos en nuestras fortalezas para superar las debilidades. Creemos que juntos lo haremos mejor, y que la unidad nos dará la fuerza necesaria para reducir las distancias que en estos momentos nos separan del resto del España y de Europa.

 

Nuestra esperanza está depositada en una espléndida realidad: la capacidad que vienen mostrando algunos centros y algunas comunidades educativas del archipiélago para superar los condicionamientos derivados de su estatus socioeconómico general y particular, logrando que su alumnado alcance mejores resultados de los que cabría esperar a tenor de esos condicionamientos.

 

La adquisición de valores y conocimientos, a través del proceso educativo, sigue siendo la más efectiva garantía para que los pueblos alcancen un progreso efectivo y sostenido. La educación es el único camino para lograr una realización personal basada en la autonomía y la dignidad que todos merecemos, y es el único muro que nos protege de los múltiples y variados intentos de instrumentalizar a las personas y conculcar sus aspiraciones.

 

Vivimos tiempos económicos complicados. Pero si precisamente lo que queremos es cambiar las circunstancias adversas de este presente, el debate sobre la  sostenibilidad de las cuentas públicas debe evitar la confusión existente entre el gasto que nos podemos permitir y la inversión que no podemos soslayar.

 

Por eso, porque la educación nunca es un gasto y siempre es una inversión, creemos que es el momento de aunar todas las voluntades posibles para reivindicar su valor y protegerla de las amenazas que se ciernen sobre ella. 

 

Ahora más que nunca, necesitamos construir un sistema educativo de éxito. Un sistema educativo que preserve la dignidad de las personas y les ayude a crear sus propios proyectos de vida. Si todos estamos de acuerdo en este fin, es obligatorio también que alcancemos un consenso respecto a los medios que se necesitan para alcanzarlo. Necesitamos un sistema educativo fortalecido en sus cimientos por un gran acuerdo social y político.

 

Impulsar un gran acuerdo social y político por la educación constituye uno de los objetivos prioritarios del Gobierno de Canarias para esta legislatura. Creemos que esta decisión obedece a una necesidad sentida, desde hace bastante tiempo, por toda la sociedad y por sus representantes políticos. Es verdad que tan loable propósito no ha podido alcanzarse anteriormente, pero eso debe alentarnos en vez de desanimarnos. El terreno recorrido y los fracasos anteriores deben marcarnos el camino que recorreremos en los próximas meses para hacer feliz realidad un gran acuerdo.

 

 

Si esas comunidades educativas demuestran que hay compromiso, capacidad y creatividad suficientes para vencer las circunstancias más adversas, también debemos confiar en nuestra propia capacidad para romper la dinámica perversa que transforma la desigualdad social en desigualdades educativas, y éstas, de nuevo, en exclusión social. Si cada uno de nosotros piensa en lo que puede aportar, más que en lo que puede recibir, entre todos y todas lograremos romper esa espiral indeseable en todo el sistema educativo y crear un nuevo circulo virtuoso.

 

 

Finalidad y características del acuerdo

 

El acuerdo social y político por la educación en Canarias tendría como finalidad alcanzar un amplio consenso sobre todas aquellas acciones que podrían contribuir a  facilitar la convergencia de Canarias con el resto de España y con la Unión Europea, creando un sistema educativo de éxito.

 

En consonancia con esta finalidad, creemos que el acuerdo debería articularse alrededor de tres grandes objetivos, y cuatro grandes ámbitos de actuación.

 

Objetivos

Ámbitos de actuación

  1. Reducir el abandono escolar temprano
  2. Aumentar las tasas de titulación en todos los niveles educativos
  3. Mejorar el rendimiento escolar en pruebas autonómicas, nacionales e internacionales
  4. Gestión del sistema educativo
  5. Gestión de los centros y servicios educativos
  6. Mejoras en la enseñanza
  7. Mejoras en el aprendizaje

 

Consideramos necesario desarrollar acciones encaminadas a renovar prácticas educativas, actualizar los objetivos de aprendizaje y fomentar proceso de evaluación y mejora continua en todas las organizaciones y servicios.

 

Para evitar planteamientos generales y evitar que un acuerdo sobre esta cuestión quede limitado a una aspiración colectiva, creemos que el acuerdo debería contener las siguientes características:

 

 

  1. 1.       Un acuerdo amplio en cuanto al respaldo social, pero concreto en cuanto al problema o problemas que pretende contribuir a resolver.

Esta visión del acuerdo sobre asuntos concretos, tangibles y evaluables respecto a su consecución ayudaría a concentrar los esfuerzos de toda la sociedad, permitiría obtener resultados a corto y medio plazo y, sobre todo, evitaría la sensación de otorgar el consentimiento a todas y cada una de las acciones del gobierno.

 

  1. Un acuerdo basado en tres componentes:

 

a) una visión compartida de la situación actual del sistema educativo en Canarias, forjada en el Parlamento, con la participación de los distintos agentes sociales y educativos y con la colaboración de distintos estudios técnicos.

 

La senda de este componente del acuerdo ya se ha iniciado gracias a la creación de una Comisión de Estudio sobre la situación de la educación en Canarias, en el seno de la Comisión de Educación del Parlamento. La finalidad de esta iniciativa, conviene recordarlo, es lograr un amplio consenso sobre la situación actual del sistema educativo de modo que toda la sociedad pueda reconocer tanto nuestras fortalezas como nuestras debilidades.

 

b) una interpretación actualizada de la misión que todos los agentes educativos tenemos asignada y, asociada a ella, la reiteración del profundo sentido de la responsabilidad personal y de la corresponsabilidad institucional.

 

El quehacer educativo, cualquiera que sea el ámbito en el que se desarrolle, tiene como finalidad esencial contribuir al desarrollo humano entendido en la triple dimensión de educación personal, educación ciudadana y educación profesional. Este quehacer se caracteriza, además, por la transformación de la cultura y el conocimiento, considerados socialmente necesarios, en capacidades y competencias que amplían el saber y el poder de las personas hasta alcanzar su plena dignidad y autonomía.

 

 

c) un conjunto bien definido de compromisos asumidos por todos los agentes educativos, en consonancia con su ámbito de responsabilidad.

 

El pacto tendría pues que incluir un conjunto bien definido de acciones que los agentes se comprometen a desarrollar para alcanzar los objetivos y la finalidad general. Estos compromisos podrán llegar a concretarse en todos y cada uno de los centros educativos a través de sus consejos escolares.

 

Parafraseando a Kennedy, no se trata de identificar lo que el sistema educativo puede hacer por nosotros, sino de mostrar aquello que cada uno de nosotros podemos hacer por él, por mejorarlo. El acuerdo debe expresar sin ambigüedad el compromiso que cada actor de la comunidad educativa está dispuesto a asumir para hacer el mejor sistema educativo posible, para construir un sistema educativo de éxito.

 

 

  1. 3.       Un documento final claro y sencillo

 

La expresión final del acuerdo social y político por la educación será un documento claro y sencillo, como corresponde a un acuerdo de mínimos comunes. El documento podría tener los siguientes apartados:

 

  • Finalidad

 

  • Objetivos

 

  • Compromisos y agentes responsables

 

  • Indicadores de valoración

 

  • Dispositivos de control y revisión.

 

 

 

 

Proceso de elaboración

 

Generar un acuerdo social y político, sea cual sea su contenido, requiere de una gran capacidad de diálogo y de una firme voluntad de entendimiento. Las actuaciones desarrolladas en esta legislatura, desde el Gobierno de Canarias y, especialmente, desde la Consejería de Educación, Universidades y Sostenibilidad constituyen una prueba de nuestra voluntad de consenso y nuestras capacidades para poder desarrollar un proceso abierto y participativo.

 

Queremos definir un proceso de construcción del acuerdo que sea algo muy distinto a la simple elaboración de un documento que, con las matizaciones o añadidos que se propongan, deriva en la adhesión al mismo. Por el contrario, lo que queremos es que cada letra de ese acuerdo esté escrita después de su discusión y no antes. Aspiramos a lograr que el acuerdo sea la expresión de aquello que las organizaciones firmantes nos comprometemos a realizar para alcanzar unos objetivos y una finalidad común.

 

Confiamos en que un proceso construido desde el debate y el contraste de propuestas nos permitirá una acción concertada que reforzará y multiplicará el efecto de cada una de las acciones. Les propongo escribir el guión de nuestras propias actuaciones. Por eso, hemos iniciado este proceso con un documento que defina la finalidad, las características y el proceso. Este documento deberá alumbrar otro de compromisos concretos que todas y cada una de las organizaciones asumiremos como propios para hacer realidad los objetivos acordados.

 

El proceso de construcción social del acuerdo debe ser progresivo, pero debe culminarse en un proceso razonable de tiempo. Las vías de participación serán múltiples, pero deberemos asegurar avances sucesivos sin retrocesos. El proceso debe estar basado en el reconocimiento mutuo y en la sinceridad de los distintos agentes. Si aceptamos esas premisas, el mismo proceso, antes aún del acuerdo, reforzará la confianza en el conjunto del sistema educativo. Asumamos todos la fuerza de nuestros propios argumentos, y asumamos la capacidad de convencer y ser convencidos. Asumamos que siempre hay un punto de acuerdo en el que pueden encontrarse hasta las posiciones más enfrentadas. La sinceridad y la confianza no suponen la renuncia a  visiones propias, suponen simplemente el reconocimiento de una visión común y de una responsabilidad compartida, el compromiso de todos con la mejora de la educación. Si somos capaces de conseguirlo, estaremos dibujando el mejor futuro para nuestros hijos. Y no debiera existir obstáculo alguno que pueda impedir ese proceso.

 

 

 

José Miguel Pérez García

Consejero de Educación, Universidades y Sostenibilidad

  

 

Las Palmas de Gran Canaria de 26 de marzo de 2012

 

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