La caja de herramientas
Feliz navidad, felices fiestas, feliz año nuevo, te deseo lo mejor para el año que viene, felices reyes, paz y amor, etc., son algunas de las múltiples frases que oímos a lo largo de un mes (comprendido entre los meses de Diciembre y Enero).
Llegó la Navidad (en latín: nativitas, ‘nacimiento’), también llamada coloquialmente «pascua», es una de las festividades más importantes del cristianismo, junto con la Pascua de resurrección y Pentecostés.
Al margen de dicha definición, que considero sería cuestión de un debate en torno a las creencias de cada uno/a, y su práctica, es decir, de seguir una religión o no y todo lo que ello conlleva, quiero céntrame en algo.
Tú eres una caja de herramientas, eso quiere decir para mí, que tienes en tu poder muchos valores, principios, creencias, emociones, conductas, habilidades, cualidades, en definitiva, herramientas, que hacen posible que esta tradición este siempre presente, independientemente del entorno. Su base es el amor. Tu esencia es el amor.
Durante la navidad, se despierta en muchos un “espíritu navideño”, dícese de aquel, en mi opinión, que tiene que ver con la esencia de las personas, aquella parte primitiva y directamente emocional, en la que cada persona saca lo mejor de sí. Se despiertan muchas emociones, como la nostalgia, tristeza, rabia, alegría, sorpresa, etc., por conservar lo que tienes y quieres en tu vida, por anhelar aquello que quieres y no tienes en tu vida (todo hemos vivido las paces en estas épocas, saludos inoportunos no dados el resto del año, o encuentros inesperados, entre otros sucesos…).
Las personas, se expresan más sensibles, amables, sinceras, puras, fieles, esperanzadas, ilusionadas, etc. Digo se expresan y no se vuelven, porque creo fielmente que todas esas capacidades/herramientas están dentro de todos/as y que tan sólo hace falta creer que las podemos poner en práctica en cada momento de nuestras vidas, independientemente de la festividad, estación, época, clima y momento.
El entorno ayuda a la expresión, los anuncios de televisión y radio, árboles, luces, regalos, cenas, encuentros, personas, etc. La motivación surge del interior, es tu percepción de lo que te rodea y no las circunstancias las que hacen que expreses eso que llevas dentro, esas herramientas. Siempre depende de tu persona, expresar lo mejor ti al margen de las circunstancias.
La pregunta que realizo es ¿quién es la Navidad? Para mí, la Navidad eres tú. ¿Te atreves a ser quien eres en Navidad todos los días de tu vida? Tienes las herramientas y la capacidad de construirlo que quieras con amor cada momento de tu vida.
Mis mejores deseos para ti en cada momento de tu existencia, y deseo que tus sueños se hagan realidad.
Victoria Camejo. Psicóloga Habilitada Sanitaria
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