El ruido, los botellones y los conductores bebidos centran la actividad policial nocturna

La Policía Local de Arrecife realizó durante el pasado fin de semana un total de 26 intervenciones por ruidos en domicilios particulares y en la calle. Ante la denuncia previa de los vecinos afectados, los agentes municipales se personaron en el lugar de los hechos para requerir a los supuestos infractores a que evitaran los ruidos excesivos a altas horas de la madrugada. Del mismo modo, también se llamó la atención a las personas que estaban en la calle haciendo ruido por la noche con el consiguiente perjuicio para el descanso de la ciudadanía.

Asimismo, y como viene siendo habitual en los últimos fines de semanas, y dentro de la campaña contra el consumo de alcohol en la vía pública que realiza la corporación capitalina, la Policía Local formuló, durante las madrugadas del viernes y sábado, 28 denuncias por botellón.

Los agentes municipales procedieron, además, al control de 117 vehículos que circulaban por las calles de la capital, de los cuales 66 conductores habían ingerido alcohol y 21 de ellos dieron positivo en las pruebas de alcoholemia, pasando a disposición judicial, muchos de ellos  por triplicar la tasa de alcohol permitida.

Los infractores rondaban una edad entre los 21 y 66 años, siendo tres de ellos, mujeres, y el resto, hombres. Según fuentes de la Policía Local, uno de los conductores fue detenido por negarse a hacer la prueba de alcoholemia, mientras que otro fue conducido a las dependencias judiciales por carecer de carnet de conducir.

Incumplimiento de 5 locales

A lo largo de las intervenciones del fin de semana, también se procedió a la denuncia de 5 locales de ocio nocturno por el incumplimiento en el horario de cierre. En este sentido,  los agentes municipales contaron con la colaboración de la Policía Nacional, la cual, en algunos casos, llegó a entrar en los locales para controlar la presencia de menores en los mismos.

Por otro lado, los agentes asistieron a 15 vados que habían sido ocupados irregularmente. Al parecer, son constantes las llamadas de los propietarios de estos vados a la Policía Local ante la imposibilidad de entrar o salir a sus garajes, debido a la ocupación del vado por parte de los vehículos.

Hay que tener en cuenta que la infracción por aparcar en un vado asciende a 200 euros de multa más el gasto que ocasiona la grúa, que supone 80 euros más.