EL MOSQUEO DEL PIL

El Comunicado del PIL en forma de galimatías apenas unas horas después de que se firmara el acuerdo de CC con el PP para su incorporación al gobierno ha dado la nota negativa de lo que se entendía que se hacía con conocimiento de todos los que conforman el gobierno. Pero parece que no es así.  Y, sobre todo, parece que es un último intento de Manuel Cabrera para que Pedro San Ginés no firme el decreto en el que le pasa a ser, de nuevo, vicepresidente segundo, dejando la primera para Saray Rodríguez, al tener el PP tres concejales y el PIL. Y el PIL, a pesar de que nos consta de que no es una reivindicación y que es más cosa personal de Manuel Cabrera que ha contagiado al partido, ha salido con todo a presionar. Y recordarles a sus presuntos socios que ya no están, como antes, de añadidos innecesarios en el gobierno, sino que son imprescindibles para tener mayoría y hasta para evitar una moción de censura. Quedarse fuera por esto, no dice nada bueno ni le viene nada bien al PIL, que tiene que empezar a pensar de qué forma afrontan las primeras elecciones sin los Martín Martín, que estos resultados que hoy disfrutan se los trabajaron también aquellos.