POLEMIZAR CON UN BIC

El pueblo de Haría vive un tanto revuelto estos días. La tramitación de la declaración del casco histórico como Bien de Interés Cultural (BIC), lejos de ser una medida defendida por todos, se ha convertido en un tema fuertemente polemizado, donde los distintos partidos políticos han metido la patita no para buscar la mejor solución sino para intentar rédito político. Lejos de ver las ventajas que tiene una protección que busca conservar la zona de la plaza, la iglesia y el ayuntamiento, el casco histórico, vamos, algunos se dedican a asustar a los vecinos para que se reviren contra el ayuntamiento y su grupo de gobierno. Mala praxis. Claro que es legítimo que cada uno intente acercar al ciudadano a su candidatura, de eso van los procesos electorales. Pero la política es mucho más que eso. Y el fin último es encontrar las mejores soluciones para los problemas de los vecinos. Y Haría tiene un problema de despoblamiento importante que se agravará si se pierde el atractivo que tiene uno de los pocos cascos históricos de Lanzarote. Hay que conseguir que los vecinos vean las ventajas y criticar que no se busquen subvenciones o ayudas especificas para su gestión y mantenimiento. Pero dedicarse sólo a desprestigiar la norma es una ruindad que nada tiene que ver ni con la política ni con las buenas intenciones.