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¿QUIÉN QUIERE LA CABEZA DE RAMÓN BERMÚDEZ?

La frivolidad llega a la política lanzaroteña para instalarse durante este año preelectoral que busca más siglas en un espectro ya saturado. La principal víctima de las aspiraciones de unos y otros ha sido el presidente del PIL, Ramón Bermúdez, que recibe estopa del sector que quiere un PIL controlado por Manuel Cabrera para sumarlo a la causa socialista y contra Pedro San Ginés. Operación a la que el consejero Manuel Cabrera se ha sumado como si fuera su único salvavidas para seguir en política. La sinrazón ha llegado hasta el punto a que un día y otro también se esté cuestionando la actuación de la mayoría del partido, refrendada en su máximo órgano, y a la situación del propio ramón. Lo peor de todo es que los mismos que quieren dar la sensación de que Manuel Cabrera se está escondiendo saben perfectamente que el actual líder del PIL está pasando unos momentos difíciles familiares que le hacen replegarse y estar junto a la misma por razones de enfermedad. Pero está claro que antes las ansias de poder no se respeta absolutamente nada. Parece que están convencidos de que todo vale por garantizar la continuidad en la vida política. Esperemos que lo tengan igual de claro cuando cambien las tornas y sean ellos las víctimas de los atropellos. Porque está claro que estás circunstancias se retroalimentan y no acaban nada bien para ningunos.

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