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UNA AMBULANCIA Y SANITARIOS EN LAS LUCHADAS, ¡POR FAVOR!

Me cabrea enormemente. Cada vez que veo un luchador dolorido en el terrero después de una mala caída, me duele a mí también todo el cuerpo. Y en las dos últimas luchadas, campeonatos por categorías, en San Bartolomé, la pasada semana, y primera luchada del Torneo Fundación La Caja de Canarias, enfrentamiento Unión Sur Tías contra el Unión Sur Yaiza, anoche, en Tías, he visto como un luchador en cada una se dolía sin recibir ese primer contacto con un médico y tener que esperar a que llegará la ambulancia tirado en la grada durante demasiado tiempo.  Vamos para detrás, penosamente.

 Ya desde los años ochenta del siglo pasado, no empezaba una luchada sin los sanitarios de la Cruz Roja y con una ambulancia en la puerta, además de una pareja de la policía local en primera fila. Seguridad sanitaria y seguridad ciudadana. Ahora, la segunda se puede entender que no esté siempre porque no va la misma cantidad de público, pero la primera es ineludible porque siguen siendo los mismos 24 luchadores y los mismos riesgos de resultar lesionados en un deporte de contacto, donde los luchadores pueden caer unos encima de los otros, sufrir roturas en garabatos, pardeleras y otras técnicas o en levantamientos forzados.

Hay que garantizar la seguridad de los luchadores por encima del propio espectáculo. No se entiende que el Cabildo de Lanzarote prefiriera intentar comprar la voluntad de los directivos de los clubes ofreciéndoles diez mil euros más por club, a cargo de los CACT, en lugar de invitar al ente público a hacerse cargo de los gastos ocasionados para garantizar que un médico y un enfermero especializados estén unas dos horitas, tres veces a la semana, durante unos meses al año, en primera fila del terrero para prestar sus servicios en caso de necesidad y una ambulancia durante ese tiempo en la puerta del terrero.

No esperemos, por favor, a que se produzca una desgracia para entender algo que ya sabemos desde hace muchísimo tiempo. ¡Por favor, unos sanitarios y una ambulancia! Son apenas dos horitas. ¡Anda, dime que sí!

elperiodicodelanzarote.com