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Seis señales que nos indican que nuestro perro puede estar teniendo (mucho) frío

Algunos perros son más sensibles al frío que otros debido al grosor y la longitud del pelo, la edad, la salud y el peso de la mascota

Temblores, bajada en la temperatura corporal, lloriqueos o gemidos son algunos de los indicadores que, si no se atienden adecuadamente, podrán derivar en complicaciones de gran relevancia para la salud del perro

 

El frío ha llegado para quedarse y las mascotas más propensas a padecer las bajas temperaturas en los paseos diarios, como son los perros de pelo corto, razas pequeñas, cachorros, los perros mayores o con problemas de salud, empiezan a sufrir las consecuencias. Estornudos, secreción nasal y ocular o debilidad física son algunos de los síntomas que nos indicaran que nuestra mascota acusa una exposición prolongada al frío exterior, que puede incluso derivar en hipotermia en algunos casos. Algo que, según afirma Ana Ramírez, directora técnica veterinaria de KIVET, la red de centros veterinarios de KIWOKO, "puede poner seriamente en riesgo la salud de nuestro peludo".

"Y es que la tolerancia a la temperatura varía en cada animal. Por lo que es importante conocer los signos que muestra un perro cuando está pasando frío y puede estar llegando al límite de su resistencia", ha afirmado la experta veterinaria. En ese sentido, desde KIWOKO, el mayor grupo de tiendas especializadas en el cuidado de mascotas de Iberia, enumeran el listado de signos que nos darán una pista de si nuestro perro está pasando frío y que conviene prestar atención.

Escalofríos o temblores visibles. Al igual que nosotros, los perros reaccionan al frío con estos movimientos repetidos que funcionan como reacción natural para mantenerse caliente.

Oídos o cuerpo más fríos de lo normal. Sentir las orejas de tu perro es una buena manera de saber su temperatura. Si las orejas están frías, particularmente en los bordes, indican que nuestro perro está sintiendo frío. Lo mismo ocurre con su cuerpo, si se ha quedado más frío de lo habitual, es probable que tu perro tenga demasiado frío y requiera de una capa extra que le ayude a mantener el calor.

¿Se acurruca, en forma de bola, o se encorva con la cola metida entre las patas y temblando? Si esto ocurre, es muy posible que lo haga en un intento de calentarse con el calor de su propio cuerpo.

Lloriqueos, quejidos y sonidos poco habituales. Si tu perro se siente incómodo, puede tratar de hacértelo saber quejándose, lloriqueando o ladrando, una de las razones es que tenga frío y requiera de atenciones por parte de su familiar.

Respiración lenta y somnolencia. En el caso de percibir que nuestro perro relaja su respiración de modo inusual puede ser también un signo de que tiene frío. Esto suele ocurrir con mayor frecuencia después de comidas copiosas o de hacer mucho ejercicio.

 

Rigidez muscular. Otro síntoma es cuando el animal tiene los músculos muy rígidos. En ese momento, será clave fijarnos en el movimiento de sus articulaciones o masajearlos de forma regular para descubrir si mantiene su tonalidad muscular.

"Si tu perro muestra alguna de las señales mencionadas arriba, toma precauciones para mantenerlo caliente. En este sentido, si tienes un perrete que es más sensible al frío, arrópale con un jersey, chubasquero o abriguito para perros; unas botas para mantener caliente las patitas cuando lo saquemos en condiciones extremas de frío y humedad; o una caseta bien aislada térmicamente si nuestro perro necesita estar al aire libre durante períodos de tiempo prolongados. Y, por supuesto, recuerda vigilar de cerca a tu mascota durante las temperaturas extremas", concluye Ana Ramírez.

 

 

elperiodicodelanzarote.com