¡Qué falta nos hace ahora un Cocelan de verdad!
Hay cosas que no te gustan, otras que te cabrean; pero, por encima de unas y otras, están las que te indignan. Yo, que fui testigo de la ilusión con que muchos lanzaroteños, el Cabildo y muchos empleados públicos, se entregaron para crear en los años 70
Dicen desde la directiva que han bajado las ventas en un 20,88% con respecto a 2010. ¿Pero se refieren a los productos alimenticios, los productos básicos, que fue para lo que fue creada, o en la venta de electrodomésticos y otras mercancías incorporadas por esa misma directiva? ¿Hasta que punto se debe esa caída de ventas y el cierre de Cocelan a la situación del mercado y no al comportamiento de la directiva y sus decisiones? ¿Se va a investigar cómo se cierra Cocelan mientras hay pequeños supermercados que sobreviven en Lanzarote gracias a los abusos a los que someten al consumidor los dos grandes monopolios de la alimentación? El cierre de Cocelan está claro que perjudica a los consumidores, pero se sabe a quién beneficia. ¿Todos aquellos socios que crearon la cooperativa en su día saben exactamente cuál ha sido el recorrido de aquel Cocelan que funcionaba a este que se cierra? ¿Se puede cerrar porque sí, enajenar sus propiedades y no pedir más responsabilidades? Sinceramente, me quedo boba. Cuando más se necesita un centro de estas características, se cierra y sus responsables, que no eran sus propietarios, se van de rositas. ¿Se puede considerar otro Bankia a la lanzaroteña? Vamos a ver lo que dice la concursal, pero, de momento, hay que ir a comprar a los de siempre para que se sigan forrándose mientras el pueblo mal come, malvive y se aguanta sin ni siquiera recibir las correspondientes explicaciones.