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El "granero de votos” vira a la derecha

El PP consiguió romper las murallas del “granero de votos” del PSOE y firmar una mayoría absoluta histórica en las elecciones andaluzas. No es la primera vez que el PP le gana al PSOE en las elecciones de la Comunidad de Andalucía, ya lo hizo en 2012, cuando sacó 50 parlamentarios frente a 47 del PSOE. Pero ahora es otra cosa. Es un claro punto de inflexión que obligará al PSOE a reinventarse y dará al PP las mieles de un triunfo extraordinario después de tres años y medio gobernando de la mano de Ciudadanos, el partido que desaparecerá del arco parlamentario andaluz, dejándose en el envite los 21 diputados obtenidos en 2018, incluido el acta de su presidente Marín. De vicepresidente a la calle, los pactos son así. Como la vida misma. El pez grande se come al pequeño.

El PSOE se empeñó tanto en la campaña en dar como inevitable que el PP tiraría de Vox para gobernar si no sacaba la mayoría absoluta que parece que convenció al electorado para que, o se quedara en casa, o evitara esa exaltación radical apoyando al Juanma Moreno y su PP. Otra lectura no cabe cuando vemos los resultados. El PP ha pasado de 26 diputados a 58, 32 más, mientras el PSOE  se apunta una derrota histórica consiguiendo sus peores resultados de todas las elecciones andaluzas y quedándose con 30 parlamentarios, 3 menos que en las anteriores. Peor les fue a las izquierdas, se dejaron 10 diputados por el camino y de los 17 que sacaron juntas en 2018, descienden a 5+2, repartidos de esa manera entre la plataforma hecha a última hora con el nombre de Por Andalucía y la Alternativa Andaluza de la anticapitalista Teresa Rodríguez.

¿Y Vox? Sigue subiendo, sacó 2 más y ya tiene 14, pero el éxito popular ralentiza su crecimiento en el sur y le deja sin ninguna clave o llave y sin vicepresidente. Ya veremos si Olona deshace la maleta o se vuelve a la central para participar en el futuro cercano en batallas más apasionantes que la que le espera en Andalucía.

Está claro que convencer a los andaluces de que viene el lobo cuando el PP lleva más de tres años gobernando en Andalucía sin grandes problemas es muy difícil. Pero el PSOE seguía creyéndose que podía convencer a los electores con su palabra más que los populares con sus hechos. Y no fue así. Los andaluces posiblemente no vean a Moreno como un cordero, aunque por los resultados casi podría decirse que no le tienen miedo alguno, pero ya no le ven como un lobo.  Así que toca cambiar de cuento. Y de cuentista: a Juan se le cayeron las espadas.

 Pero los que miramos para Andalucía desde fuera de Andalucía nos preguntamos más cosas. ¿Será esta la señal que estaba esperando el PP para volver a la Moncloa? ¿Tendrá algo que ver? Mire usted, claro que tiene que ver. Otra cosa será lo que finalmente pase o deje de pasar cuando se convoquen las Elecciones Generales pero, por el momento, y hasta nuevo aviso, el viento sopla a favor del PP de Núñez Feijóo, que cierra con victoria historia las elecciones andaluzas y la caja de truenos del debate de Vox. No le pudo salir mejor. Para entenderlo, solo basta hacerse a la idea de qué hubiera estado pasando hoy si la subida del PP hubiese sido más pequeña que la de Vox y necesitara a estos para gobernar sí o sí. En fin, el PSOE sin granero y Vox enjaulado, como para negarle al PP lo evidente.

elperiodicodelanzarote.com