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EL BAJO PERFIL POLÍTICO DE ALFREDO MENDOZA CREA INCERTIDUMBRE EN SUS ÁREAS

Se sabe que José Alfredo Mendoza llegó al Ayuntamiento de Arrecife cuando él pretendía ir al de Teguise, a petición de su amigo Marcos Bergaz.

No es un secreto que acabó siendo primer teniente de alcalde de Arrecife porque el PSOE, a petición del PP, obligó a Eva de Anta, la cabeza de la lista socialista, a hacer las maletas para sellar un pacto donde Astrid Pérez fuera la alcaldesa. Tampoco se le esconde a nadie que su objetivo era coger solo las competencias de Policía Local y liberarse a tiempo parcial para compatibilizarlo con su trabajo en la Disa, que no está él por poner en riesgo un puesto de trabajo bien remunerado. Que cogió Cultura como mal menor y aceptó llevar Festejos como causa sobrevenida cuando se destapó el “affaire” del convenio de las fiestas de San Ginés, que se llevó por delante a su compañera concejala, Nova María Kirkpatrick.

José Alfredo ahora está liberado. Tiene las competencias de Policía, Cultura y Festejos y, a medida que pasa el tiempo, lejos de crecer en política, se empequeñece en una rutina que parece no superar. Desde el Grupo Popular del Ayuntamiento, no se le ve como como un político al nivel de número dos del Ayuntamiento. Aunque se agradece su falta de criterio global y bajo perfil para la salud del pacto, se teme que su falta de decisión pueda crear problemas en áreas como Festejos, de una enorme visibilidad e implicación popular. Parece unánime la opinión de que Jacobo Medina, como número dos de Dolores Corujo en el Cabildo, y con áreas más complejas, mantiene mejor el tipo como número dos allí que José Alfredo en Arrecife.

A Mendoza, los problemas se le amontonan como concejal de Festejos. Las murgas ya le han mandado su primer rastrillazo mostrándoles su indignación ante la falta de comunicación y decisión del concejal. Pasa el tiempo y mientras el resto de los municipios van anunciando cositas, del carnaval de Arrecife, aunque es el primero que se celebra en Lanzarote, nada se sabe. Y, encima, José Alfredo parece que cree que se puede comprometer con la gente y después dejarlos tirados sin dar la cara. Como si no fuera consciente de que en la actividad política, más en Festejos, si cabe, la transparencia y la participación de los grupos es fundamental. Todavía no hay cartel, ni se sabe a ciencia cierta donde se van a celebrar los actos, ni hay programa, ni se conoce a qué cantantes se van a traer.

Seguramente, al final, todo acabe saliendo. Como siempre, a última hora, deprisa y corriendo y costando el doble que si se hubiese hecho con tiempo, contando con todos los grupos y dando la cara. ¿Pero a quién le importa que las fiestas acaben costándoles a los contribuyentes el doble o el triple que si se organizaran en tiempo y forma? Por el momento, a José Alfredo Mendoza parece que no. Seguro que está convencido que todo lo arregla con una sonrisa y haciéndose “el nuevo”. La pena es que ya lleva siete meses y ahora ya cobra del erario público como un experto concejal.

elperiodicodelanzarote.com