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CONMOCIÓN GENERALIZADA POR EL ASESINATO DE OLIVIA

Aunque había indicios para pensar que el resultado de la desaparición de las dos niñas de Tenerife a manos de su padre pudiera acabar en tragedia, apostamos por desechar esta idea y confiar en que su progenitor no sería capaz de hacer semejante barbaridad. Pero la ilusión de un final feliz se desmoronó ayer del todo, con la aparición del cuerpo de la mayor de las niñas, Olivia, en el mar, en aguas profundas.

 Toda la sociedad recibió la triste noticia como un mazazo insoportable. Y se hace ya la idea, inequívoca, de cómo actuó el padre de las niñas. Hoy, las instituciones de Lanzarote, como las del resto de Canarias, han hecho actos de repulsa al asesinato de Olivia.

 Toda muerte es dolorosa, cualquier asesinato es indefendible, pero ninguno es tan cruel como el que lleva a cabo un padre contra sus hijos, rompiendo todos los lazos emocionales que les une y traicionando totalmente la confianza que un niño tiene en su principal referencia de protección. Incalificable. Solo cabe mostrar apoyo a la madre e invitar a la cordura para que desaparezcan comportamientos como estos.

elperiodicodelanzarote.com