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¡SI PARECE QUE LES MOLESTA QUE EL PRESIDENTE ESTÉ EN LANZAROTE!

Ya sabemos que la política es un juego donde no siempre la inteligencia está presente. Que las banderías y partidismo convierten el sentido común en una reliquia. Pero es que a veces roza el absurdo. Y en el comportamiento que están teniendo determinados políticos y algunos partidos, aprovechando la presencia del presidente español en Lanzarote, el socialista Pedro Sánchez, me está empezando a preocupar. No es que yo les pida que estén todo el día pegados a él como hace Marcos Hernández, que da la impresión que se juega a la “carta de las alturas” continuar su tan dilatada actividad política institucional como bien pagada y desconocida, que parece uno más de los guardaespaldas del presidente por esos campos de la isla, al que sale con él a hacer deporte y conocer los rincones de la isla, que uno de los mejores pagados diputados del Parlamento de Canarias. Pero, claro, cada uno sabe dónde se está jugando sus garbanzos. Aunque, en este caso, si el presidente está contento con su lazarillo, no hay nada que objetar. Hasta habría que agradecérselo al que ha  sido el único alcalde socialista de Tinajo, aunque fuera solo durante un año y sin ser el más votado, allá por el año 1999.

No estamos pidiendo que los políticos de los otros partidos, muy especialmente el PP y CC, hagan de lacayos del visitante ilustre pero sí que moderen un poco su contumaz apetito ante carne socialista fresca y de alto valor y poder en el mercado político. Que parece que el hombre no tiene derecho a disfrutar de sus vacaciones como cualquier mortal más. Como si tuviera que ser él, precisamente, el que tuviera que tirarse al mar a salvar a los inmigrantes. Seguro que si cogiera y se subiera al helicóptero y se desplazara con los profesionales de Emergencias al lugar lo criticarían por populista. O lo que es peor, cuestionarían si estando de vacaciones puede participar en un operativo de estas características. Esa exigencia persistente y ruidosa nos haría preguntar por las propias vacaciones de nuestros políticos de aquí, que también las tienen y lo sabemos. Lo que no conocemos tanto es qué hacen realmente cuando no están de vacaciones. Aparte, claro, del rollito de fotos en el acto, entierro, bautizo o procesión del día.

Es además gracioso que se gasten dinero y labia a raudales hablándonos de captar turistas de calidad y que ejerzan una atracción en otros para venir a la isla, y tienen un presidente que aprovecha cualquier oportunidad para venir a la isla y colocar a Lanzarote en la escaleta de todos los informativos y se ponen discutiendo si son podencos o galgos. Exijan al presidente tanto como quieran y puedan, pero déjense de demagogias y florituras verbales porque, al final, vamos a tener que empezar a cuestionar sus propias vacaciones. Está claro que si el presidente no tiene derecho, menos tendrán los que cobran casi tanto como él con responsabilidades y formación mucho más pequeñas. Vamos a ser buenos y vamos a velar por el interés general de la isla, Y en este caso, el interés general nuestro es que el presidente siga viniendo y promocionando nuestra isla. Y si se trae a todos sus amigos europeos y del mundo entero mucho mejor. Así que vayamos con esa música a otro parte, o por lo menos vamos a esperar a septiembre para entonar esa murga. Ruidos, en vacaciones, los justos.

elperiodicodelanzarote.com