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CONSEJERO DE DÍA Y TAXISTA DE NOCHE

Aunque no es exactamente así, un amigo de esta casa, que es la suya, se quedó gratamente sorprendido cuando, al ir a coger un taxi en el aeropuerto para volver a su casa, se encontró con Andrés Stinga.

Pero no en el camino hasta el taxi, sino como conductor del mismo. El buen hombre no sabía que Andrés Stinga, consejero de la Presidencia y Agricultura del Cabildo de Lanzarote y presidente del Consejo Insular del Agua, era de profesión taxista y mucho menos que compatibilizara ambas cosas, al estar liberado parcialmente en el Cabildo. No se atrevió a decirle nada a Stinga pero sí reconoció que lo trató de forma exquisita, que parecía que estaba a gusto trabajando en el taxi, a pesar de que era domingo y pegaba el sol de lo lindo en el parabrisas del coche.

Está bien que los políticos no olviden de donde vienen y que tengan un trabajito adónde ir cuando se les acaba el cargo, para no convertirse en una carga de la sociedad cuando se caigan de las listas. Aunque no parece ese el problema del socialista Stinga. Que, por una parte, es el dueño de su propio taxi, que trabaja a tiempo compartido con su hijo y, por otra, tiene un especial entendimiento con su compañera de agrupación de San Bartolomé, la secretaria insular, María Dolores Corujo, que siempre lo ha querido tener a su lado, ya fuera en el Ayuntamiento cuando era alcaldesa o en el Cabildo, ahora que lo preside. Pues eso, que a Stinga lo mismo  se lo encuentra uno pisando moqueta que subiéndoles las maletas a sus clientes en el portabultos de su taxi. ¡Y bien que nos parece!  

elperiodicodelanzarote.com