LA SPEL BAJO SOSPECHA DE SUMARSE AL “CABILDO ES UNA FIESTA” DE OSWALDO
- J.B.C.
"Con Betancort, la SPEL ha dejado de ser un instrumento útil para la promoción sostenible y se ha convertido en una agencia de fiestas", resumió el consejero socialista Benjamín Perdomo en la nota de prensa del PSOE en la que han denunciado “el escandaloso despilfarro” de más de 5,3 millones de euros en fiestas y eventos por parte de la Sociedad de Promoción Exterior de Lanzarote (SPEL) en el ejercicio 2024, bajo el mandato de Oswaldo Betancort. Nada nuevo bajo el sol.
Casualmente, la SPEL está bajo la órbita del presidente, que es también consejero de Turismo. Así que el comportamiento es el mismo que ha habido en Promoción Económica, también bajo el control directo del presidente hasta que puso allí a Nori Machín, por si hubiera o hubiese que firmar o autorizar alguna cosa que cuestionase al presidente. Y el mismo que ha habido en el sector primario, donde también actúa el presidente como consejero de Agricultura. En realidad, quien parece que está actuando como consejera es su amiga Gladys Acuña, la que estando inhabilitada para cargo público por condena firme por delitos relacionados con la corrupción hace y deshace a sus anchas bajo el reino festero de su querido y abducido amigo. Algunos agricultores y ganaderos se ríen contando las boberías que les cuenta Gladys. Que los trata como si fueran niños chicos. Les mete su rollo y tres chistes y cuando le preguntan “y del agua qué” se queda mirando para los celajes. Mientras, Oswaldo no para en el Cabildo entre viajes a Nueva York, Islandia, Madrid y lo que se tercie, siempre que haya fiesta y dietas que parece que está más interesado en hace rpuntos para la tarjeta de viajes que en solucionar los graves problemas de insostenibilidad que sufre Lanzarote.
También hay empresarios turísticos que están con la mosca tras la oreja con los gastos festeros y ya se empieza a rebuscar en ciertas facturas de gastos en esos viajes de promoción que lo único que traen a la isla son recuerdos de fiestorras y comilonas por parte de los desplazados con gastos pagados. Los mismos empresarios que hasta hace poco miraban para otro lado ya empiezan a comentar sin preguntarles de qué ha ido la cosa en estos dos años. Dicen que contribuyen con la SPEL para promocionar la isla no para hacer fiestas y promociones políticas de los políticos. La cosa anda revuelta. Y parece que ni extraña a nadie lo que están haciendo ni que los empresarios estén ojo avizor con lo que se hace. ¡Que suene la música, compadre, que esto lo paga el pueblo!