A LOS TAXISTAS, "AL PALO"
- J.B.C.
La actitud del Cabildo que preside Oswaldo Betancort con los taxistas de Lanzarote no puede ser más evidente del comportamiento sectario del "galán de las redes".
El político que dice que se reúne con todos y que es el presidente de todos pasa de forma supina de un sector que puede tener razón o no en sus planteamientos pero que sí tiene derecho a ser escuchado como el resto de esta sociedad lanzaroteña. Y, además, hacerlo a través de sus legítimos representantes, que son los que ellos elijan y no los que quiera el presidente que sean. Es como si alguien llegara a Lanzarote y en lugar de reunirse con sus representantes dijera que quiere hablar con cada uno de los lanzaroteños. Está claro que la voluntad del presidente y su consejero escudero no es otra que dividir al sector y provocar el enfrentamiento entre los propios taxistas. Y hacerlo, además, en contra de los taxistas de los municipios donde gobierna el PSOE. Y mucho están tardando los alcaldes de estos municipios en salir apoyar el derecho a ser oídos de sus taxistas y sus organizaciones porque, al fin y al cabo, ellos se rigen por sus ordenanzas y cualquier medida que les afecte debería estar respaldado por su máxima autoridad, que es la municipal.
Lo gracioso del tema es que si los lanzaroteños tomaran la misma forma de entender las representaciones que el propio cabildo, en eso de no aceptar las legítimas y decididas democráticamente, podrían pasar del propio presidente que no fue elegido por la mayoría de los lanzaroteños sino por sacar 69 votos más que el segundo partido. Pero esto como la intención del consejero de Transporte no sería más que una burda maniobra para no aceptar la realidad. Y aquí y ahora la realidad es que los taxistas están pidiendo que se les escuche y "el presidente y el consejero de todos" están escondidos en sus despachos o preparando su próximo "reel" para la redes sociales.