Disfrute de Lanzarote, señor presidente

La llegada a Lanzarote del presidente de España para pasar sus vacaciones es una de esas noticias que no puede tener ninguna arista para los lanzaroteños sean del partido que sean y piensen lo que quiera que piensen. El que viene es el presidente de un estado con más de 47 millones de habitantes, de los que una inmensa mayoría tienen capacidad económica y experiencia viajera como para elegir este destino para pasar sus vacaciones. De hecho, no son solo uno de nuestros principales países emisores de turistas sino también los que más gastan aquí cuando vienen.

No podemos olvidarnos que vivimos del turismo para anteponer rencillas partidistas. No es más que un mal ejemplo de política de promoción de Lanzarote. Acabamos de salir de dos años muy complicados económicamente, especialmente dañinos en el sector turístico por culpa de la pandemia del SARS COV-2, y no podemos sino alegrarnos de que el presidente español se mantenga fiel a este destino. Eso es lo que deseamos de todos nuestros visitantes. Además, este tiene tirón informativo de verdad y convierte a Lanzarote en una referencia de telediarios obligada mientras esté aquí. Ya que esa campaña sale gratis, no vamos a ser tan desagradecidos como para encima estar molestándole.

La situación internacional es lo suficientemente compleja como para estar perdiendo el tiempo en cuestiones menores. Por supuesto que es entendible que los partidos canarios o en Canarias le reprochen al PSOE que no equipare la función de las guaguas en estas islas con la que hace los trenes de cercanía en la Península. Por supuesto que hay que reclamarle al presidente que cumple sus compromisos con Canarias en las diferentes materias pendientes de ejecutar. Faltaría más. ¿Pero, iríamos a molestarle con esa matraca si estuviera de vacaciones en otro lado, en otro país, en otra comunidad? Entonces, por qué vamos a hacerlo aquí. Está de vacaciones y punto.

 Y tiene todo el derecho del mundo a descansar y recargar las pilas en esta isla, para afrontar lo que se le viene encima, con el invierno que se presenta más frío que nunca, con la calefacción a medio gas. Y de hacerlo en uno de los mejores destinos del mundo como es Lanzarote y en unas instalaciones de calidad como La Mareta. No creemos que sea  ni un derroche ni algo poco usual en la mayoría de los presidentes y jefes de estado europeos. La única diferencia es que este nos elige a Lanzarote para disfrutarlas y regalarnos una promoción que nos merecemos pero de la que no debemos abusar.

¡Felices vacaciones, don Pedro Sánchez! Y de lo nuestro ya hablaremos cuando usted y los nuestros vuelvan al trabajo.