Con el agua no se juega
Lanzarote se ha acostumbrado a vivir sobre un polvorín alimentado por la ineficacia política, la falta de liderazgo y perspectiva y la total obsolescencia de las infraestructuras estratégicas. Los políticos lanzaroteños hablan más que ninguno de sostenibilidad, protección del medio y energías alternativas, con una foto del artista César Manrique en una mano y otra de los paisajes emblemáticos de la isla en la otra mano. Pero ahí se queda todo. Habla mucho pero no hace nada. Discuten como sabios pero proyectan como ignorantes. Y así nos va. Apenas se han hecho avances en la descarbonización de la economía insular, con más coches de alquiler y domésticos que nadie y con un transporte público colectivo que ha hecho rico a dos generaciones de la familia del concesionario pero que apenas avanza, teniendo la isla uno de los peores transportes público de pasajeros de las cuatro islas más pobladas. En el caso de la producción de energía, lleva años sin avances. Se hizo un plan pero se ejecuta al ritmo mariachi, mucha serenata pero poco movimiento. Y, en cuanto a la producción del agua, líquido elemento esencial para la vida, se camina sobre el alambre y esperando que en cualquier momento salte todo por los aires.
- Escrito por ELPERIODICODELANZAROTE.COM