Hasta el verano que viene, señor presidente

El pasado sábado, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y su familia abandonaron la isla con rumbo a la Moncloa, después de pasar sus vacaciones en nuestra isla. El presidente se limitó a dar un acto protocolario con el presidente del Gobierno de Canarias, su compañero de partido Ángel Víctor Torres, y la presidenta del Cabildo de Lanzarote, su también compañera Dolores Corujo. El resto del tiempo, el presidente se lo dedicó a su familia y a él mismo para disfrutar de esta isla, que le encanta, y que ha elegido para pasar su tiempo libre, manteniendo la tradición que comenzó ya José Luis Zapatero, que ahora tiene casa propia en Lanzarote. Entre otras cosas, para eso está la Residencia La Mareta.

Desde esta trinchera, hemos defendido el derecho del presidente a pasar sus vacaciones en la intimidad y con su familia sin necesidad de convertirse en un modelo fotográfico para cubrir las carencias de información propias del mes de agosto. Entendemos, además, que es un nuevo activo para esta isla turística que los presidentes socialistas de España ayuden a promocionarla con su presencia en la misma. Igualmente, nos oponemos abiertamente a los demagogos y mentirosos que cuestionan la idoneidad de La Mareta para que los presidentes disfruten de sus vacaciones con todos los gastos pagados y no digan ni pío cuando se tratan de otros presidentes y otros lugares, como Doñana, igualmente pagados con el erario público.

Entendemos que los políticos tengan que hacer sangre tantas veces como puedan, faltando a la verdad y a la razón, juntas o por separado, si hace falta. Pero nos cuenta entender más que sus correas de transmisión aprovechen la oportunidad para demostrarle al pueblo que ponen por delante de los intereses promocionales y económicos de la isla los beneficios electorales de su franquicia. Son libres de seguir  haciéndolo, pero que después no vengan a convencernos de lo contrario.   

El dato objetivo es que la visita del presidente español para pasar sus vacaciones en esta isla como un turista más es muy positiva. Da igual que sea de derechas o izquierdas, da igual que sea rojo, azul, verde, amarillo o morado. Lo que cuenta es que se hable de Lanzarote y la gente en España quiera pasar sus vacaciones en el mismo sitio que está su presidente. Eso es lo que vemos y eso es lo que defendemos.