Las dudas de la Unión (turística)
- MANUEL GARCÍA DÉNIZ
En pleno funeral por la muerte de Thomas Cook, uno de los grandes turoperadores mundiales del sector, el empresariado turístico de Lanzarote se vistió de gala, el pasado viernes, para mostrar su unidad para afrontar nuevos y difíciles retos. Después de 27 años por separado, la Asociación Insular de Empresarios de Hoteles y Apartamentos de Lanzarote (ASOLAN) vuelve a casa para fundirse con el resto del sector, que seguía aglutinado bajo las siglas de la federación Aetur, donde convivían la seis restantes, la Asociación de Hostelería y Restauración (Hostelan); la Asociación de Agencias de Viajes y Turoperación; la Asociación de Ocio, la Asociación de Centros de Buceo (Buco - con más de 30 centros de buceo repartidos por la isla); la Asociación de Alquiler de Coches (Acerent); y la Asociación de Transporte Discrecional.
Paradójicamente, la que desaparece en este proceso es la Aetur que presidía Valentín Elvira para dar el relevo como, aglutinadora de todos, a la Federación Turística de Lanzarote (FTL). Todo hace pensar que, precisamente, el hecho de que Victoriano Elvira esté en franca retirada, sin delfín claro, ya que por un lado iba Pepe Torres, presidente también de la Cámara de Comercio, pero del sector de las Agencias Viajes, y por otro Juan de León, expresidente de la Confederación Empresarial de Lanzarote, y vinculado al turismo rural, sin ponerse de acuerdo para liderar Aetur. Ante eso, los movimientos de la unión avanzan a pasos agigantados y lo hacen con una asociación poderosa como principal referencia, Asolan.
No cabe duda que la Federación Turística de Lanzarote es una gran oportunidad y un gran reto para el sector. Se compone de más de 300 pequeñas y medianas empresas vinculadas al sector turístico de la isla. Entre ellas, se incluyen empresas dedicadas a la gestión de hoteles y establecimientos alojativos y empresas como casas de coches de alquiler, turismo rural, bares, restaurantes, centros de buceo, agencias de viajes, transporte discrecional. O sea, todo el sector. Sus promotores ya han destacado que la Federación Turística de Lanzarote es la mayor entidad, que aglutina a siete asociaciones turísticas vinculadas al sector, y que se convierte en la primera, más grande y representativa de todo el archipiélago canario. Aunque claro, todavía es un tanto desconocida porque la propia consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, que estaba al lado del consejero de Turismo del Cabildo de Lanzarote, en el acto de su presentación dijo algo así como que agrupa a Asolan y “a la Asociación Española de Turismo Rural, (Asetur)”. Y la cosa es un poquito mayor.
Allí, se rindió un reconocimiento al papel de los anteriores presidentes de estas dos organizaciones. Y la verdad es que ver juntos y revueltos a los protagonistas que forjaron la separación, con los que se mantuvieron muy felices separados y los que han provocado la reunificación no deja de tener carga sentimental (y sus contradicciones) para los que hemos vivido el proceso desde sus reuniones todos juntos en la calle García Escámez, en Arrecife, en los años Ochenta del siglo pasado, pasando por sus guerras secesionistas, con los planes de empleo, Forelan y otras vicisitudes judiciales por medio. Pero, aun así, fue emotivo ver a Francisco San Ginés (Aetur), Rafael Lasso (ASOLAN) Víctor Calavia (Aetur), Victoriano Elvira (Aetur) y Francisco Armas (ASOLAN) con la propia Susana Pérez (ASOLAN y ahora también FTL) todos juntos mostrando el cuadrito que, gratuitamente, había hecho la pintora Rufina para sellar el momento. Francisco Muñoz y Gerardo Fontes (Aetur), no estuvieron en el acto, “por distintos motivos”, justificaron en el acto.
La unión de las seis asociaciones de Aetur y Asolan bajo las siglas de la Federación Turística de Lanzarote se hace con mucha ilusión, haciendo músculo, pero también con muchas dudas. Algunas voces, bajito pero que se oiga, ya empiezan a decir que el proceso parece más una absorción que una unión entre asociaciones. Piensan que el poder de Asolan empequeñece a las otras y no comparten que la presidenta de Asolan lo sea también de la Federación, Que ven a Susana Pérez Represa como una experimentada ejecutiva, curtida ya en mil batallas en el sector turístico y eso es bueno. Pero, que no ven a esa misma Susana como una persona equidistante en conflictos internos, entre los intereses de las distintas asociaciones.
Entienden que esa figura debería recaer en una tercera persona, que no coincidiera en quien ya es presidenta de una asociación. Y tiene su lógica. A Susana su sueldo se lo paga Asolan. En caso de conflicto, por ejemplo, con “el todo incluido”, piedra angular de las batallas del ya amortizado Elvira, a quién va a defender, ¿a quién le paga o a quién le pega la chapa con algo que ella no cree?
Ya dije que la unidad es todo un reto. Y también una oportunidad para que las infraestructuras turísticas que benefician a todos se aceleren con su presión unida ante las administraciones. La presidencia es un escollo, pero no es difícil de solucionar. La cuestión fundamental estará en la actitud que se ponga para solucionar los problemas de todos desde la unión y no desde el enfrentamiento. El tiempo dirá. Como ha dicho, 27 años después, que las cosas son y dejan de ser. Y, después, vuelven a ser.